Las guitarras de acero de James Trussart
James Trussart es un luthier que utiliza el metal como base principal de sus creaciones y está considerado uno de los pioneros de este tipo de instrumentos, de los que otros reconocidos artistas como Hutchinson han hecho de este noble arte su medio de vida, y sus primeras creaciones tienen más de treinta años de antigüedad.
De origen francés, realizaba pequeñas reparaciones en su taller de París mientras aprendía luthería. Durante los años 80 se mudó de la ciudad de París rumbo a Loussiana, donde decidió aprender a tocar el fiddle y llenarse de experiencias vitales que nunca le abandonarían. Poco tiempo después regresó de nuevo a París e inspirado empezó a experimentar con nuevas técnicas. De esas experimentaciones nació su primer instrumento hecho con metal, un violín, buscando entre otras cosas un nuevo sonido.
Pronto empezó a experimentar con guitarras, observando cuales eran los principales problemas de algunas de las grandes marcas que los usuarios le brindaban con tal de repararlas y tratando de no caer en esos mismos errores de construcción. Sus instrumentos de metal eran pesados así que probó diferentes métodos de aligerar estos instrumentos, a las que sometía a diferentes procesos y técnicas de envejecimiento -Billy Gibbons acuñaría más tarde el nombre al que cariñosamente denominó como Rust-o-Matic- en el que empleaba ácidos, sal marina o pieles de animales, dejando actuar durante semanas. De hecho uno de sus acabados más apreciados es el de la simulación de piel de reptil, una de las tantas técnicas secretas que sólo conoce él y algunos empleados de su taller.
Moviéndose de nuevo desde París poniendo esta vez rumbo a Los Angeles, pronto se ve trabajando para artistas de gran renombre como el mencionado Gibbons o Clapton, que hablan maravillas de estos instrumentos tan peculiares, y poco a poco va alcanzando gran renombre. Sus guitarras son a su vez bautizadas de forma peculiar como Steelcaster, SteelDeville, SteelResoGator, etc.
Una de las cosas a las que ha sido fiel, es que tanto Trussart como el pequeño equipo de personas que trabajan junto a él, realizan todo el proceso a mano y artesanalmente. Sus guitarras desafortunadamente, como ocurre en la mayor parte en que los instrumentos están a su vez considerados obras de arte, no bajan de los 3000 dólares, incluso hay piezas que superan los 7000. Algunas de sus piezas forman parte de colecciones privadas de artistas como James Hetfield, Billy Gibbons, Eric Clapton, Bob Dylan, Jack White, o Joe Gore.
Si tenéis curiosidad de como suenan aquí os dejo una demostración de Pete Thorn probando una Steelcaster y otra de Freddy Koella (Bob Dylan, Willy DeVille) probando una Steelphonic.
Podéis obtener más información y ver más trabajos en jamestrussart.com