Dino Cazares en Soulfly, tras la marcha de un Mark Rizzo descontento por la gestión durante el Covid
Dino Cazares de Fear Factory será el nuevo guitarrista de Soulfly junto a Max Cavalera, lo cual nos deja una banda con dos iconos del metal noventero. Habrá que ver qué crean juntos, pero hasta entonces, algunos titulares resaltan el desencanto con la banda de Mark Rizzo, quien fue el guitarrista durante muchos años.
Más allá de lo entretenidos que puedan ser los chismorreos sobre peleas en grupos de rock, las declaraciones que Mark Rizzo hizo a Rock Talks sobre su salida de Soulfly aportan detalles que nos permiten hacernos a la idea de lo extenuantes que están siendo las consecuencias del Covid-19 en el mundo de los profesionales del espectáculo. Aunque podamos idolatrar algunas bandas, y podamos pensar que económicamente son muy rentables, no siempre es así; y aunque lo sean, hay ocasiones en que no todos los empleados disfrutan por igual de dicha abundancia.
Mark Rizzo, ha sido bastante concreto al respecto, "tuve que volver a un trabajo normal, haciendo reformas de casas trabajando muy duro, 10 horas al día". Explica que la razón de ello es que no ha obtenido "ningún apoyo" de Soulfly durante los meses del Covid-19, y señala que ningún otro empleado de Soulfly lo ha recibido tampoco. Se siente dolido porque ha dado a la banda "18 años de su vida", pero no ha recibido a cambio lo que algunos trabajadores "normales" sí han disfrutado durante la crisis.
Se queja también del poco esfuerzo por idear estrategias para intentar obtener ingresos para el personal, algo que otras bandas sí hicieron: "No hubo un, 'Oye, hagamos un vídeo en vivo para ganar dinero para los miembros de la banda o tal vez hagamos una oferta especial de merchandising [...] muchos de mis amigos [estaban] haciendo ofertas especiales de merchandise. Quiero decir, si revisas online, Soulfly no hizo nada por los miembros de la banda o el equipo. Simplemente no está bien hacerle eso a la gente en un momento como este [...] En fin, da igual, hombre. Ellos tienen derecho a administrar su negocio como quieran, y yo tengo derecho a hacer lo que quiero hacer ".
Y por lo visto, la relación con Max Cavalera tampoco está en su mejor momento: "Nunca recibí una llamada telefónica de nadie de Soulfly durante el Covid. Este año me abrió los ojos sobre lo que debería hacer en 2021[...] No he hablado con Max [Cavalera] desde [marzo] de 2020 cuando tocamos en el festival Hell & Heaven en México. No tuve contacto con él. Creo que no tiene teléfono, así que no puedo llamarlo".
Se suman además los problemas para llevar una vida familiar, que probablemente se acentúan después del disgusto que se ha llevado el hombre: “era imposible tener una vida personal, ver a mi familia, hacer planes con mi familia. Básicamente, seis meses después de Covid, fue como, ya ni siquiera quiero hacer esto. Prefiero concentrarme en mi proyecto en solitario y pasar tiempo con mi familia donde soy feliz, donde obtengo mi crédito por todo lo que hago".
En resumen, una pena que no podamos seguir viendo a Mark junto a Soulfly, con los que hacía un trabajo excelente. Os ofrecemos bajo estas líneas una entrevista que Guitarristas pudo hacer a Mark y al resto de la banda en 2018.