Ibanez Pentatone PTPRE, nuevo preamplificador en formato pedal con EQ gráfica y puerta de ruido
¿Por qué el mercado de los guitarristas hoy en día tiene interés en los preamplificadores en formato pedal? Parece que ahora todas las marcas tienen al menos uno o dos de ellos en su catálogo, algo que antes no pasaba. En los viejos tiempos, los preamps eran algo que normalmente veíamos en formato rack y a precios bastante agresivos ya que solían ser para un sector sobre todo profesional o muy especializado.
Sin embargo, hoy en día están de moda los pedales de simulación de altavoces mediante IR's, algo de lo que fueron pioneros la marca Two Notes y algunos otros, y que ofrece una ventaja bastante interesante: poder seguir trabajando con una cadena de audio analógica pero culminarla con una simulación de altavoz digital. Una combinación muy estratégica, ya que nos permite grabar o tocar conectados a línea de forma silenciosa, pero sin renunciar a la válvula o el transistor en buena parte de nuestra pedalera.
Y esa es la cuestión: muchas marcas tienen la oportunidad de ofrecer sus propios preamplificadores analógicos, ya sean a válvulas como el Revolt de Two Notes o a transistores como los típicos preamplificadores de Tech 21 y muchos otros. Y eso es lo que ha hecho Ibanez también: nos proponen un nuevo preamplificador en estado sólido llamado Pentatone Preamp. El nombre hace alusión a las cinco secciones de las que consta: el preamp propiamente dicho (que tiene una ecualización básica adicional y un botón de brillo), la sección de EQ, la sección de puerta de ruido y dos secciones de boost.
Parece que el foco de atención se ha puesto en que la ecualización sea muy potente, ya que vemos una EQ gráfica con sus faders retroiluminados, pero la frecuencia sobre la cual actúan puede ser alterada mediante potenciómetros. Eso nos da un punto intermedio entre una EQ gráfica y una EQ paramétrica que los más aficionados a retocar sonidos apreciarán. No menos importante es la puerta de ruido, que se controla con un único potenciómetro.
Las secciones de boost son interesantes: la primera es antes del preamp, con lo cual su misión es la de añadir saturación, aunque también nos permite reducirla respecto al nivel base. La segunda es post-preamp, y su misión es elevar el volumen en solos, por lo que podemos regularlo. Nótese que esta función es controlable desde el pedal integrado, no así el boost previo, que requerirá un pedal comprado aparte para poder ser activado con el pie. Ese mismo pedal nos permitirá también poner la sección de EQ en bypass.
Es, por lo tanto, un pedal pensado para ser el centro de nuestro sonido principal y ser combinado con otros pedales o preamps — especialmente si queremos sonidos con ganancias muy diferentes entre sí, ya que no posee más que un canal —. Tiene bastante buena pinta, aunque sorprende que no tenga una salida con simulación de altavoz; si bien es cierto que casi todo el mundo lo combinará con simulaciones de su propia cosecha, a veces tener una salida lista para ir a línea o para ser escuchada por auriculares puede salvarnos el pellejo.
La otra cosa que yo echo de menos en este tipo de pedales y no suelen incluirla casi nunca, es que las funciones principales también se puedan controlar de forma remota. De otro modo, es muy difícil coordinar este tipo de preamplificadores con el resto de efectos. Pero aún así, insisto en que no pinta mal, y el precio no es barato pero tampoco ultra salvaje: 238 euros. Al menos no tiene un 3 delante.