Probamos el nuevo Pod Go de Line 6
El Pod de Line 6 tuvo una gran relevancia en la historia del equipo para guitarristas como una de las puntas de lanza del modelado de amplis, y podría atribuírsele gran parte del mérito de haber democratizado dicha tecnología, al ofrecerla de forma sencilla y, en general, en precios más o menos asequibles. La primera vez que los guitarristas se enfrentaron al Pod, no tuvieron que hacer frente a grandes menús ni programaciones digitales: eran simplemente un puñado de potenciómetros en lo que parecía una gran judía roja que se podía poner en la mesa del escritorio, accediendo a sonidos de grabación muy válidos con relativo poco esfuerzo.
Lógicamente el concepto ha evolucionado mucho desde entonces, y múltiples versiones cada vez más complejas llegaron al mercado después de eso. Hoy en día la gama parecía haber cedido el foco de atención a la generación Helix pero este año, Line 6 ha decidido volver a trabajar en ella con este nuevo Pod Go. Se trata de una pedalera que recoge algunos de los aspectos tecnológicos clave de la serie Helix (botones de colores, tecnología de emulación, pantalla a color) pero la simplifica eliminando lo que no es totalmente imprescindible. Así pues, no hay Midi, conexión a Variax, salidas XLR ni botones capacitivos, pero se mantiene la posibilidad de tener snapshots, respuestas a impulsos, loop de efectos estéreo, modos stomp y preset y la posibilidad de utiizarlo como interfaz de audio.
Podéis conocer todos los detalles en su post correspondiente, pero en el vídeo que os ofrecemos unos cuantos sonidos de presets para que os hagáis una idea de sus capacidades de emulación.
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