4 consejos para no parecer un principiante en tus pruebas de sonido

Las pruebas de sonido son el punto en el que las cosas pueden empezar a torcerse para tu concierto. Es importante darse cuenta de que tu concierto es un espejo de muchas cosas, en el que se verá reflejado vuestro tiempo de ensayo, pero también lo que haya ocurrido durante las pruebas de sonido. Si estás aún realizando tus primeras actuaciones, es normal que este sea un mundo nuevo para tí, por lo que te ofrecemos algunas orientaciones para que otros profesionales comiencen a darse cuenta de que sabes de qué va el rollo.

Esta es evidente, y ya sabías que la pondríamos. Pero no podemos dejarla fuera, porque es increíble lo fácil que es caer en ella. La hora fijada para cargar la furgoneta en el local, o cualquier otro punto de reunión que hayáis marcado para ir a tocar debe ser tomada muy en serio, por mucha confianza que exista entre los miembros del grupo. Si flexibilizar las normas en exceso acaba convirtiéndose en algo normal, terminará por ser un problema.

Llegar tarde a la prueba ya sienta una muy mala base con el personal de la sala y el resto de grupos, especialmente si las pruebas no pueden comenzar sin vosotros porque ponéis parte importante del equipo. Los otros grupos verán muy reducido su tiempo para probar, y el técnico de sonido también trabajará más incómodo debido a la presión de tiempo. Incluso, si el evento debe retrasarse porque habéis llegado tarde, el personal que trabaja allí podría tener que irse a casa más tarde de lo que marca su jornada por tu culpa. Así que, si te ocurre, procura disculparte y da muestras de que estáis haciendo todo lo posible por acelerar el proceso y colaborar por el bien del evento.

Esta es una norma de educación básica, pero que te sugerimos por motivos adicionales. Uno de ellos es hacerlo tiene el poder de predisponer a los demás a trabajar de una manera profesional y positiva. Dedicar esos segundos a presentarse es lo mismo que decir “vamos a trabajar juntos, eres importante y soy consciente”. Si por el contrario, entramos a la sala y nos comportásemos como si sólo existiésemos nosotros y nuestra banda, el mensaje que entregamos es justo el contrario. Así que ya sabes: a estrechar manos y presentarse.

El segundo motivo es que si realizas este paso y más tarde haces un buen trabajo con tu banda, habrás logrado crear una impresión general buena y te recordarán mejor. Y no serán pocas las veces que el técnico de sonido, otras bandas, o el dueño de la sala, pueda recomendaros. Y puedes acabar actuando o tocando en lugares bastante interesantes simplemente por tener una relación humana agradable, además de cumplir en lo musical.

Hay unas cuantas cuestiones generales que hay que saber sobre las pruebas de sonido. Aunque para cada técnico las pruebas pueden ser diferentes, la mayoría suelen tener estas características:

• El último grupo de la noche hace las pruebas el primero, y el grupo que abre el espectáculo es el último en probar. La razón de ello es que así la configuración del equipo (amplis en el escenario, microfonía rider de batería, preset en la mesa digital o ajustes en la analógica) tras finalizar las pruebas no requiere ser modificada para el primer show, ahorrándonos así un cambio. Es algo que debes saber antes de ponerte a negociar el orden de las pruebas.
• Generalmente, las pruebas empiezan por la batería, por lo que será lo que debáis montar con mayor celeridad.
• Aunque ya tengas el equipo montado, por favor, no toques mientras están probando otros instrumentos. Es posible que el técnico le pida al batería que pruebe el bombo para ecualizarlo y tras ello, siga con la caja y otras partes de la batería. Respeta ese tiempo y el de los otros compañeros, ya que si tocas, no dejas al técnico oír bien. En algún momento, el técnico se dirigirá a tí y te pedirá que toques tu instrumento.
• Es recomendable que tengáis una canción especialmente pensada para las pruebas que incluya los aspectos más comprometidos de vuestro set: coros, dos guitarras a la vez, diferentes presets de guitarra. Además, os ahorraréis el típico “¿qué tocamos?”, que a veces dura más de lo deseable.
• Por supuesto, si lleváis backing tracks (pistas sincronizadas) ni se te ocurra bajar del escenario sin haberlas probado. Y asegúrate de que el metrónomo no sale por la amplificación del público ni por los monitores, pasa más de lo que te imaginas. Sólo lo quieres por los in-ears. Quítatelos de vez en cuando y comprueba que todo va bien.
• Nunca olvides que cada minuto extra gastado en la prueba de sonido se lo estás quitando a otra banda, de modo que procura ser eficiente, y que otros grupos que están esperando a que termines no se pongan nerviosos mirando el reloj porque estáis fuera de tiempo. Si no queda más remedio que extenderse, al finalizar discúlpate o ten algunas palabras amables con ellos.

Los monitores son altavoces que hay sobre el escenario y que van dirigidos hacia tí. Es verdad que a veces la sala es pequeña y hay sólo dos para todo el grupo, uno, o directamente no hay. Pero pensando en una situación ideal en la que tienes uno o dos para tí, es importante que escojas detenidamente qué te gustaría escuchar por él. El técnico de sonido puede hacer pasar por ese altavoz lo que tú le pidas, ya que puede hacer una mezcla diferente a la de los altavoces del público.

Muchas mesas de mezcla para directo tienen contemplado que los músicos pueden querer oír mejor su instrumento, y por ello dan la posibilidad de hacer varias mezclas al mismo tiempo, dirigidas a diferentes altavoces. Cuando veas músicos profesionales que llevan “pinganillo”, cuyo nombre técnico es el de monitor in-ear, habitualmente también están escuchando diferentes versiones de la mezcla.

Nuestro consejo es el “menos es más”: pedir muchos instrumentos y mucho volumen por los monitores es justo la estrategia que suele no funcionar. Es mucho mejor ser selectivo, y aprovecharte de otras fuentes sonoras como tu amplificador de guitarra en el escenario, para descargar algo de trabajo de los monitores. Es posible que no necesites pedir batería porque ya oyes su sonido natural, pero probablemente sea muy interesante pedir la voz de tu cantante, tanto para oír los temas que canta como para seguir el hilo de la interacción con el público. Tampoco te cortes a la hora de pedir mejoras: si por el monitor te llega una bola de graves que te impide distinguir los sonidos (pasará más veces de lo que crees), comunícaselo, es posible que pueda hacer algo al respecto por mejorar lo que te llega.

Habrá veces en que habrá pocos monitores, o que haya varios, pero la mesa no pueda hacer más que dos o tres mezclas independientes. En ese momento, la solución es obvia: hay que llegar a un consenso entre los miembros del grupo que estén situados cerca en el escenario. Eso sí, aconsejamos darle prioridad a los cantantes e instrumentos sin amplificación propia: nosotros tenemos nuestro ampli de guitarra para amplificarnos, pero los cantantes sólo tienen su laringe. Además, es la parte que acumulará más atención por parte del público y vale la pena que esté cómodo.

Un buen trabajo de monitores hará que el concierto fluya mejor y más cómodo, habrá menos confusión y el técnico estará más relajado viendo que todos estáis bien. Si no, es posible que se encuentre inquieto, tratando de averiguar qué ocurre y cómo solventarlo, y paséis todos un mal rato.

Esperamos que estos consejos (entre otros muchos que podrían darte) te ayuden a tener una muy buena base para enfrentarte a la hora de la verdad: el concierto. Pero no te preocupes, seguro que para este también te ofreceremos trucos para no parecer un principiante en tus primeros conciertos. Hasta entonces, ¡que tengas buenas pruebas de sonido!