Joe Satriani: monográfico, estilo, y salto a la fama
Joe Satriani es, tal vez, el único "solista", junto a Steve Vai, que ha rebasado con creces el ámbito de la guitarra y el mundo de los guitarristas, por norma general, herméticos y algo encerrados en si mismos.
Pocos artistas pueden jactarse de haber vendido más de diez millones de discos en solitario, algo imposible de hacer para los "shredders" que se dirigen al público guitarrístico, o de haber logrado la friolera de quince nominaciones a los Grammy, a pesar de hacer música instrumental en el ámbito de rock. Además, ha tocado con The Rolling Stones, Deep Purple, Mick Jagger, Steve Ray Vaughan, Sammy Hagar, Andy Timmons, Steve Vai, Yngwie Malmsteen...
Si analizamos el éxito de Satch, puede que tenga mucho que ver su concepción de la música y su altísimo nivel de composición. Las canciones son casi vocales, puesto que están perfectamente estructuradas con el método estrofa-puente-estribillo. No se trata de solos eternos a lo largo de un monótono disco, no es un soliloquio aburrido para todo aquél que no esté inmerso en el mundo de la guitarra. Los temas de Satch tienen melodías que cualquiera puede cantar, estribillos memorables, sensaciones que llegan al oyente, solos explosivos y muchas dosis de buen rock & roll, al estilo más clásico. Satriani ha sido, y es, la fusión perfecta entre el mundo del rock clásico, el feel, el virtuosismo, y la innovación técnica.
Joe Satriani, el comienzo de la historia
Joe Satriani nace el 15 de julio de 1956 en Nueva York. Tras una infancia no demasiado influenciada por la música, descubre la guitarra eléctrica a través de la figura de Jimi Hendrix a los 14 años de edad, el mismo día que Jimi Hendrix muere trágicamente. Como curiosidad, Satch decidió abandonar el fútbol americano, deporte que practicaba, para poder emplear su tiempo en el estudio de la guitarra.
Comienza a estudiar música en el Five Towns College. Resulta sorprendente saber que, a los 16 años, con tan solo dos de experiencia con la guitarra, ya era profesor. A lo largo de su vida ha dado clases, entre otros, a Steve Vai, Alex Skolnik (Testament, AS Trio), Kirk Hammett, Tom Morello (RATM), o Reb Beach (Dokken, Winger, Whitesnake...).
En 1974 comienza a recibir clases de Lennie Tristano, conocido guitarrista y pianista de jazz, estilo que no abandona nunca en la intimidad, si bien su faceta compositiva está claramente orientada al rock.
Cuatro años después, Satch decide dar el gran salto y se muda a Berkeley, California, para estudiar música profesionalmente en la prestigiosa universidad de la ciudad, Berklee, donde continúa su actividad como docente, que siempre ha considerado reconfortante.
Aún así, no es hasta 1984 cuando un maduro Satriani, ya con casi treinta años, saca su primer EP, "The Joe Satriani EP". En esa época Joe mostraba una imagen rockera, con chupas de cuero, gafas de sol, y una lustrosa melena, algo muy alejado de la imagen que le daría a conocer en todo el mundo.
A pesar de la calidad de su trabajo, el EP no alcanza el éxito comercial, aunque ayuda a Satch a convertirse en un músico reputado en la escena californiana y llama la atención de algunos sellos independientes.
Dos años después, ya con 30 años, se publica su primer LP, Not of this earth. Si bien el disco obtiene una buena cifra de ventas, Joe continúa lejos de otros guitarristas mucho más populares, como Eddie Van Halen. Aún así, su fama comienza a extenderse entre músicos de la talla de Allan Holdsworth, o el propio Van Halen, quienes hacen referencia a Satriani como el nuevo "golden boy" de la guitarra eléctrica.
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El salto a la fama, Surfing with the alien.
Satriani siempre ha agradecido su fama a uno de sus mejores amigos, también su alumno más popular, Steve Vai, quién ya se había labrado un futuro como guitarrista entrando en la banda del carismático Frank Zappa. A pesar de alcanzar la cumbre, Vai no se olvidó de su maestro y mentor, más bien al contrario. Desde su posición privilegiada, trató de ayudar a Joe, citándole constantemente en entrevistas, alabándole en público, presentándole a grandes músicos, y mostrando su trabajo a otras personas.
Cuando Dave Lee Roth fichó a Vai para su banda, convirtiéndolo en un personaje público de cadenas tan importantes como MTV, y habitual de revistas como Rolling Stone, éste aprovechó el momento para promocionar más si cabe a su amigo.
Sin embargo, todo esto no habría servido de nada sin el trabajo del propio Satch. Y es que, en 1987, pasada la treintena, Joe desafió los clichés del rock, basados en la exaltación de la adolescencia, publicando un disco lleno de fuerza, grandes riffs, solos vertigionosos, y melodías inolvidables, que batiría todos los records históricos en venta de guitarra, superando incluso los discos en formato trío de Al Di Meola, John McLaughin y Paco de Lucía, hasta el momento, los más vendidos en la historia de la guitarra moderna.
Este disco no es otro que Surfing with the alien, para muchos, el mejor disco instrumental de rock que jamás se haya publicado.
Con un repertorio en el que destacan baladas como Always with you, always with me, temas rockeros como Satch Boogie, Ice 9, o el tema homónimo del disco, cortes con un toque más experimental como Circles o Lords of Karma, o Midnight, en la que soprende su uso semi-percusivo del tapping a 8 dedos, Satriani es automáticamente encumbrado al olimpo de los dioses de la guitarra de rock, pasando a formar parte de un elenco selecto junto a Hendrix, Blackmore, Paige, Van Halen, o el propio Steve Vai.
De nuevo tengo que hacer hincapié en el genial uso de las melodías. Durante todo el disco tenemos la sensación de que la guitarra de Joe canta, en lugar de limitarse a tocar. Los mismos fraseos se repiten, igual que haría un vocalista, trazando pequeñas diferencias entre unos y otros. Aquí un bend apenas perceptible, aquí un vibrato, aquí un slide... Satch demuestra que es capaz de repetir una secuencia de notas de veinte formas diferentes, pero también se mueve por el mástil a altas velocidades y con una limpieza al alcance de poco.
Su técnica de legato pronto se convierte en un referente del momento, igual que sus espectaculares performance en directo y, sobre todo, el uso de la palanca, nunca visto. Dive-bombs, caballitos, vibratos exagerados, trinos con palancas entre cuerdas, armónicos forzados invirtiendo las manos... Incluso "inventa" un nuevo recurso, el "lagarto deslizándose por la garganta", como él mismo denominó al efecto basado en bajar la afinación con la palanca a medida que se realiza un slide ascendente a lo largo de toda una octava.
Revistas como Guitar Player le consideran el mejor guitarrista del año y uno de los grandes de la década. Los análisis de "al estilo de Joe Satriani", o las transcripciones de sus temas ocupan la sección central de los medios, y los cameos con grandes estrellas, como Mick Jagger, se convierten en algo habitual.
No hay que olvidar que Joe siempre se ha declarado un guitarrista de grupo, algo que demuestra con sus constantes sesiones con bandas y otros artistas, tanto en grandes escenarios, como en pubs o salas.
En el plano musical Satch también pasa a ser conocido como un destacado multi-instrumentista, ya que en Surfing with the alien se encarga de la grabación del bajo, los teclados, y parte de la percusión. Además, su sonido también se convierte en un mito. Una de las claves del sonido de Joe es su limpieza, que le permite tocar con bajos niveles de distorsión, o incluso con un leve overdrive, realzando así la dinámica de púa y permitiendo que el sonido de la guitarra se haga más presente en la mezcla sin perder un ápice de claridad.
Su relación con Stu Ham y Jeff Capitelli vendría de la mano de su gran éxito con este disco, momento en que el resto de los instrumentos pasan a ser interpretados, tanto en estudio, como en vivo, por músicos sesionistas de gran prestigio, en su mayoría, admiradores del propio Joe y provenientes del mundo del Jazz, la fusión, el rock, y el blues.
Esto también hace que la gran marca Ibanez se fije en Joe y le proponga ser endoser, momento en el cual comienza una colaboración a gran escala que, a la postre, resultaría difícil de olvidar. Aunque Joe ha tocado otras guitarras, es prácticamente imposible encontrar fotos suyas sin una ibanez entre las manos, al igual que ocurre con Steve Vai.
En el momento de grabarse Surfing with the alien, el virtuoso neoyorkino utilizaba principalmente amplificación Marshall, y pantallas con altavoces celestion, con efectos boss. Su relación con Peavy, y su uso constante del Whammy, se postergaría hasta los discos siguientes. A título de curiosidad, en los últimos años ha vuelto a utilizar amplificadores Marshall vintage, recuperando parte de su sonido, más directo, y huyendo de los efectos que, según él, enmascaran el tono de la guitarra, que ha de ser mucho más directo, al estilo del rock & roll.
Otra cuestión interesante es que Joe se desmarca de la tendencia habitual de componer el rock en tonalidades menores. Por poner un ejemplo, el sencillo más vendido del disco, Always with me, always with you, está escrito en en B mayor, o B jónico. Otros temas están escritos en mixolidio, otro de los modos favoritos de Joe. Tal vez por eso su música es mucho más vital y optimista, sin profundizar tanto en terrenos melancólicos, aunque, por supuesto, abundan los intercambios modales (de modos/escalas mayores, a modos o escalas menores y viceversa).
También hay que destacar su estilo en las resoluciones. Su amplio bagaje y sus completísmos estudios musicales hicieron de Satch un guitarrista diferente, puesto que no basaba su enfoque en los licks, o fraseos aprendidos de memoria, sino en seguir la armonía y los acordes de las bases y tocar por intervalos, no por puntos físicos. Según el propio Joe, tocar por patrones no deja de ser un error, ya que representa una forma de entender la música que es antimusical en si misma. Por ese motivo es muy común encontrar en sus temas resoluciones de novena, séptima, y otras extensiones que no resultaban habituales en el rock. Seguramente tenga mucho que ver su formación en el área de jazz. Todo esto hace que su estilo sea mucho más coherente, que la armonía de la base, las melodías, y los solos, emplasten perfectamente, formando un maravilloso conjunto musical.
A nivel estético, Satriani también parece marcar época en la guitarra solista. De las imágenes oscuras o enigmáticas a las que nos tenían acostumbrados los guitarristas clásicos, se contrapone el estilo colorista y optimista, incluso infantil, de Joe, en gran medida basado en Van Halen, quién gustaba de guitarras llamativas y prendas coloridas. También Steve Vai forma parte de esta corriente, aunque en los últimos años Joe se muestra mucho más sobrio y sencillo.
El día después, sin resaca de éxito
El éxito en la treintena no se vive de la misma forma que un éxito temprano. Las nuevas circunstancias, el verse convertido en el guitar hero de moda, y pasar a desbancar a Van Halen e Yngwie Malmsteen (buenos amigos suyos) como nuevo rey del Shred, no hicieron mella en el carácter de Satch, afable y trabajador, más bien al contrario.
Joe se rodeó de músicos de gran prestigio, aumento el vertiginoso ritmo de colaboraciones en los años subsiguientes (ha sido guitarrista de gira de Deep Purple, entre otros muchos), y comenzó su búsqueda del grupo de rock perfecto, una banda al más puro estilo garage, que no culminaría, por motivos profesionales y de tiempo, hasta la creación de Chickenfoot.
Antes de eso, Joe confirmó su genialidad como solista con discos como Flying in a blue dream o The extremist, para muchos, superiores incluso a Surfing with the alien. De hecho, Flying in a blue dream supera en ventas al anterior, algo que parecía casi imposible, dadas las cifras astronómicas en el ámbito de la música instrumental. Si bien el LP contiene algunos cortes con voz, los sencillos más vendidos son temas instrumentales, que forman parte de su repertorio clásico de directo. Se hizo habitual ver a Joe cantando, tocando la armónica, o manteniendo dúos con el teclista o los otros guitarristas de su banda, a los que trataba de conceder su momento de gloria.
Su estilo se mantuvo firme y sin fisuras; una armonía simple en el fondo, pero rica en los matices y los detalles, con multitud de arreglos rítmicos que parecen pasar desapercibidos para el oyente, pero que contribuyen a la solidez de las canciones, y la ya mencionada estructura clásica de los temas, a modo de canción rock/pop.
Satriani nunca pareció demasiado preocupado por las nuevas corrientes de fusión, ya que siempre se definió como un guitarrista de rock a la antigua usanza, destacando entre sus influencias a músicos como Eric Clapton, Jeff Beck, Brian May, Hendrix, o Jimy Page.
Al margen de su carrera en solitario, Satriani trata de copiar el formato de G3 que tantos éxitos reportara a Paco de Lucía, Di Meola y McLaughin, trasladándolo al ámbito de la guitarra eléctrica.
En 1996 lanza el proyecto/gira G3, junto a su gran amigo, Steve Vai. Ambos pasan a ser una pieza fija de las giras, invitando a un tercer guitarrista de fama mundial a tocar con ellos. El formato se basa en la presentación en solitario de los guitarristas, tocando temas de su repertorio en solitario, para luego pasar a hacer una "jam" en la que los tres improvisan y cantan canciones clásicas. El músico más versionado por ellos ha sido Hendrix.
Entre otros artistas, han formado parte del G3 Eric Johnson, Yngwie Malmsteen, Paul Gilbert, John Petrucci, Steve Lukather, Andy Timmons... si bien sólo existen tres grabaciones oficialres, publicadas en VHS, DVD y CD.
Con los años, Joe se fue desligando cada vez más de la corriente Shred, sobre todo con la exageración casi caricaturizada del movimiento, que degeneró en la eclosión de guitarristas capaces de tocar a velocidades imposibles, pero cuyos discos adolecían de una preocupante falta de melodía, justamente el extremo opuesto que siempre pretendió representar la música de Satch, mucho más sencilla, pero con un mensaje y una expresividad de mayor calado.
En la actualidad
Satriani se encuentra volcado en la banda ChickenFoot, considerada una de las "superbandas" modernas, término acuñado para referirse a una banda formada por músicos de gran prestigio que han destacado en bandas estrellas.
La formación de ChickenFoot la completan Michael Anthony, bajista y co-fundador de Van Halen, Chad Smith, baterista de los archiconocidos Red Hot Chili Peppers, y Sammy Hagar, vocalista/guitarrista de Montrose y Van Halen, entre otros.
Además, la carrera de Satriani continúa por buen camino. Tras ser criticado por su falta de inspiración en sus últimos trabajos, el disco Black Swans & Wormhole Wizards parece haberle reconciliado con crítica y público.
No hay que olvidar tampoco su colaboración con músicos como Tarja Turunen, ex vocalista y fundadora de Nightwish, que ha contado con él en su disco en solitario, o sus proyectos paralelos, como el G3, aparcado temporalmente.
A buen seguro que Joe, adicto a la música, y referente absoluto del rock en los últimos 25 años, tiene mucho que ofrecernos en esta nueva época que él mismo declara vivir con la ilusión de un niño, junto a sus actuales compañeros de banda.
Escrito/maquetado por Belial Báez.