Normativa CITES: alternativas a la madera de palo rosa
El CITES (Convention on International Trade in Endangered Species) es un acuerdo hecho por los gobiernos de diversos países que compromete a sus firmantes a aceptar ciertas limitaciones de comercio, exportación e importación, con el propósito de proteger especies animales y vegetales en peligro. Las maderas son un objeto de explotación muy solicitado, no sólo para nuestro centro de interés, las guitarras, sino también para grandes mercados que la emplean, como el del mobiliario (según parece, China presenta una gran demanda de muebles hechos de palo rosa).
Por estas razones, toda la familia Dalbergia — exceptuando la Dalbergia nigra, que aún sufre una restricción más severa — y 3 especies de Bubinga (Guibourtia demeusei, Guibourtia pellegriniana y Guibourtia tessmannii) han sufrido una limitación en sus posibilidades de importación y exportación. Esto afecta a muchos de los nombres de maderas que habitualmente leemos en las especificaciones de los instrumentos, como el de palo rosa, palisandro, granadillo o cocobolo.
Esta limitación entró en vigor el 2 de Enero de 2017, y no es la primera vez que afecta a las Dalbergias, algunas de las cuales ya formaban parte de alguno de estos tres apéndices:
Apéndice I | Incluye especies en peligro de extinción. El comercio con ellas está permitido únicamente en circunstancias excepcionales. Por ejemplo, la Dalbergia nigra forma parte de este apéndice, mucho más restrictivo. Es la madera que protagoniza esta noticia sobre una incautación de guitarras en Galicia. |
Apéndice II | Incluye especies no necesariamente amenazadas de extinguirse, pero cuyo comercio debe ser regulado para evitar llegar a una situación que obligue la prohibición total en su comercio. |
Apéndice III | Contiene especies que están protegidas en al menos un país, que ha pedido a los otros países miembros del CITES asistencia en controlar el comercio. Pueden funcionar de manera diferente en cada país de forma unilateral. |
Con ello, no sólo se ha ampliado el apéndice II, sino que además se han endurecido las condiciones aplicadas sobre las Dalbergia que ya estaban en él: anteriormente, había que solicitar un permiso CITES en ciertas transacciones con madera en crudo, pero ahora se necesitará también para productos acabados (una guitarra, por ejemplo). Por lo tanto, cada vez que queramos importar una guitarra de fuera de la UE, los proveedores deberán pedir un permiso de exportación y nosotros de importación, que conservaremos como prueba de la legalidad de este movimiento.
¿Esto convierte en ilegales a las guitarras “preconvenio” por no venir con permiso CITES en el momento de su importación? No, ya que los profesionales de las guitarras y las maderas pueden declarar ante CITES su stock anterior (tienen entre el 2 de Enero de 2017 y el 2 de Enero del 2018 para hacerlo). Esto les permitirá recibir un “número de stock preconvenio”, que diferencia las guitarras o maderas que ya tenían de las nuevas que vayan adquiriendo (que sí llegarán con su correspondiente permiso). Habiendo declarado ese stock, los profesionales pueden pedir permisos de exportación para “guitarras preconvenio”. Además, si no van a venderlas fuera de la UE, no es necesario un permiso CITES, con lo cual la declaración no es obligatoria. Pero sí que es recomendado, ya que hacerlo podría, en un futuro, permitir a sus clientes exportar lo que compraron, o protegerla ante futuros endurecimientos de la normativa.
¿Y los particulares? Los particulares que vendan o compren instrumentos usados dentro de la UE no están obligados a declarar sus instrumentos pero, nuevamente, el no hacerlo les imposibilitaría venderlos fuera de la UE. ¿Y los viajes por el mundo acompañados de nuestra guitarra con palo rosa? La normativa tiene una excepción para casos en los que transportamos cantidades inferiores a los 10Kg de la madera protegida, y con fines no comerciales. En otras palabras, llevar nuestra guitarra en el avión de un país a otro de fuera de la UE no sería considerado un caso susceptible de necesitar permisos. Eso sí, no podríamos venderla durante nuestra estancia. Si deseáis completar información sobre la normativa, os recomendamos este excelente documento explicativo, realizado por la empresa madrileña especializada en maderas Madinter.
Las alternativas al palo rosa
El arce y el ébano son las otras dos maderas habitualmente utilizadas con los diapasones. Pero cada vez más marcas están intentando prescindir de las maderas y poner la mirada en materiales hechos con resinas, como el Richlite o el Rocklite. Martin o Gibson son algunas de las marcas que han confiado en él para sus instrumentos de gama media o incluso alta. Es inevitable que los guitarristas veamos estos materiales como sustitutivos no tan buenos o tonalmente menos deseables, pero lo cierto es que la gente de Gibson asegura que el Richlite es superior a la madera en casi todos los aspectos cuando se habla de diapasones. Hasta parece ser que es más caro.
Entre las bondades que destacan de esta alternativa está la de su consistencia: no es necesario revisar diferentes partidas de Richlite hasta dar con “la buena”, como ocurriría con las maderas. También afirman que muchos guitarristas se sienten más cómodos haciendo bending con un diapasón de Richlite, y que a nivel tonal la diferencia es imperceptible. Con las guitarras de color blanco, el palo rosa puede teñir accidentalmente la guitarra, cosa que no ocurre con el Richlite, que resiste mejor las manchas, los arañazos, el calor y no se deforma tan fácilmente. Según Gibson, dos piezas de madera (mástil y diapasón), cada una con su propia tendencia a deformarse debido a los cambios de temperatura, es algo mucho menos estable que un mástil de madera y un diapasón de Richlite. Así mismo, la instalación de los trastes no varía a causa de las dilataciones y contracciones de la madera del diapasón.
En las acústicas y españolas, el palo rosa también integra gran parte del instrumento, presente en laterales y fondo. Nuevamente, también hay alternativas tradicionales, como la caoba (nota: obviamente, cuando hablamos de alternativas, lo hacemos en términos de materiales de construcción, no porque estemos sugiriendo que el sonido vaya a ser igual). Pero cuando se trata de evitar la madera, es más frecuente que sus fabricantes opten por una construcción completa con otros materiales que por las combinaciones, aunque también existen casos. Mientras que en guitarras eléctricas hay un largo historial de guitarras hechas con materiales poco usuales, en el terreno de las acústicas Emerald Guitars destaca por sus guitarras hechas de una sola pieza de carbono. Para mantener alguna conexión con la estética tradicional, también es posible pedirlas con tapa de arce flameado.
Rainsong, o Klos son otras de las marcas de guitarras acústicas que también apuestan por el carbono para sus creaciones, mientras que Blackbird lo hace con Ekoa, un biocomposite basado en una matriz de resina y fibras naturales. En el terreno de las guitarras españolas, siempre más tradicional, también ha habido propuestas como las de Leviora o Cumpiano, pero definitivamente es un terreno algo menos explorado. Si en un futuro, la disponibilidad de la madera se vuelve algo menos frecuente, y que pone en peligro la sostenibilidad de la supervivencia de determinadas especies de árbol, estas alternativas tendrán que tomar cada vez más peso. Al final, los guitarristas somos quienes escogemos lo que el mercado será capaz o no de incorporar como un nuevo estándar. Pero lo que está claro es que las alternativas, aunque puedan ser caras por ahora, existen y ya se están utilizando.