Pastillas de guitarra: las piezas polares y su altura
Las piezas polares de las pastillas son las encargadas de captar los movimientos de las cuerdas de nuestra guitarra cuanto tocamos. No es que tengan magia: funcionan de forma magnética, respondiendo a medida que la cuerda se acerca y aleja sobre ellas por efecto de la vibración. Seguro que alguna vez te has fijado en ellas: pueden tener el aspecto de cilindros distribuidos a lo largo de la pastilla, pero en ocasiones también es posible que encuentres unos tornillos, colocados de la misma manera. Hoy vamos a comentar algunos aspectos a tener en cuenta sobre las piezas polares y sus posibilidades.
Las cuerdas sobrevuelan las piezas polares, pero lo cierto es que no lo hacen de manera totalmente horizontal. En realidad, el diapasón de las guitarras es convexo, es decir, presenta una cierta curvatura hacia fuera, y las guitarras imitan parcialmente esa curvatura. Eso provoca que, en realidad, algunas cuerdas estén más cerca de las pastillas que otras. Eso impulsó a los fabricantes a dar diferentes alturas a las piezas polares para adaptarse a esta diferencia.
Intuitivamente, podríamos pensar que la mejor colocación para las pastillas polares es un arco paralelo al de las cuerdas, describiendo la misma curvatura. Eso sería fantástico, pero lo cierto es que cada cuerda tiene diferentes propiedades en términos de magnetismo sobre las piezas. Las cuerdas no entorchadas (las que no tienen recubrimiento) son captadas con más intensidad que las que sí lo tienen. Eso provoca que, aunque puedan encontrarse a una distancia parecida, la tercera cuerda pueda entregar una salida mayor que la cuarta cuerda, por no estar entorchada. Otro posible efecto de esta cualidad es que una cuerda fina, de la que esperaríamos poca salida juzgándola por su grosor, acabe siendo captada más fuerte que otra cuerda más gruesa.
Por eso, las piezas polares no siempre están a la misma altura. Seguro que habrás visto Stratocasters con piezas polares situadas a alturas un tanto desconcertantes, pero si todo se ha hecho como es debido, responderán a un cierto criterio. Cierto es que en un tiempo, la tercera cuerda solía ser entorchada, y que más tarde los guitarristas terminaron prefiriendo las terceras cuerdas no entorchadas, requiriendo una compensación. Como también es cierto que, para los guitarristas zurdos, es posible que sea buena idea contar con pastillas con la compensación a la inversa.
Por otra parte, aunque la mayoría de pastillas simples no permiten personalizar la altura, con las humbuckers pasa justo lo contrario: la mayoría se pueden ajustar. Seguro que habrás visto que las pastillas dobles acostumbran a presentar tornillos. Estos tornillos están ahí precisamente para que podamos ajustar al detalle con qué intensidad se va a captar cada cuerda. Nuevamente, se vuelve a aplicar la misma lógica anteriormente explicada: la altura siempre es una compensación entre la lejanía/cercanía de esa cuerda en concreto y la intensidad particular de dicha cuerda, que depende principalmente de su grosor y la presencia o ausencia de entorchado. No obstante, también es importante destacar que en las humbuckers, que son pastillas dobles, sólo una de las dos pastillas lleva tornillos, mientra que la otra acostumbra a presentar las piezas tradicionales (comúnmente denominadas en inglés “slugs”).
Las dos modalidades descritas anteriormente son dos de las más populares en el mercado, y las más escogidas por los fabricantes, pero ni mucho menos la cosa termina ahí. Por ejemplo, las pastillas P90 son pastillas simples pero presentan tornillos, las Seymour Duncan Invaders presentan piezas hexagonales en lugar de tornillos, las Gretsch Filtertron ofrecen dos hileras de tornillos, y las pastillas Hot Rails presentan dos piezas alargadas en forma de cuchilla, mientras que las Lipstick no son más que un imán enrollado en cobre dentro de la carcasa de un pintalabios. ¿Suenan diferente más allá de la posibilidad o imposibilidad de ajuste? Los fabricantes señalan que así es, y lo cierto es que cada familia de pastillas está comúnmente asociada a un género musical e incluso a marcas concretas.
¿Y es el ajuste tan importante? Hemos de reconocer que probablemente haya miles de guitarristas que no se han preocupado de la altura exacta de las piezas polares de su guitarra ni una sola vez, y eso no les ha impedido tocar y sonar perfectamente, por lo que tal vez debamos considerarlo un ajuste más bien sutil. Pero si sois de aquellos a los que les gusta experimentar y tenéis pastillas con piezas polares de altura ajustable, puede ser un buen pasatiempo de fin de semana ver qué impacto tiene en el balance de volúmenes entre cuerdas. ¡Suerte!