Podrías estar tocando mal “Holy Wars” de Megadeth, según Dave Mustaine
Hace poco un usuario de twitter recomendó a sus seguidores que aprendiesen el Riff de "Holy Wars...Punishment Due” de Megadeth, como una buena forma de entrenar sus habilidades en el instrumento. Para ello, adjuntó una captura de una partitura tabulada del tema que, sorprendentemente, fue corregida por el mismísimo Dave Mustaine. Un fallo en el orden de dos notas (La y Sol en vez de Sol y La) y un power chord en lugar de una nota tienen la culpa:
¿Cómo aprender un Riff?
Antiguamente, las únicas soluciones eran escuchar y reescuchar los casettes de nuestros artistas predilectos (con el consiguiente desgaste de la tecla “Rewind”) o bien, invertir en comprar los libros de partituras oficiales. Puede que, si tuviésemos suerte, existiese algún vídeo VHS con instrucciones sobre cómo tocar los temas. Hoy tenemos internet, lleno de vídeos originales, tutoriales de Youtube de usuarios de niveles más avanzados que el nuestro, y partituras tabuladas creadas por aficionados de todos los niveles. Aún mejor, muchos temas están en la red, explicados por el autor original y con todo lujo de detalles, dándonos una garantía casi total.
Pero aún así, podría resultarnos difícil encontrar la interpretación correcta de una canción. Está claro que las partituras, tablaturas y vídeos de Youtube hechos por el colectivo de seguidores del artista corren el riesgo de ser incorrectos y presentar grandes discrepancias entre sí. La mayoría de las veces nos acercarán enormemente a tocar lo que queremos, pero podrían presentar pequeñas imperfecciones de mayor o menor importancia.
Libros de tablaturas
Por otra parte, están los libros oficiales de tablaturas. Esos no pueden estar mal, ¿verdad? Pues lo cierto es que sí pueden tener transcripciones no del todo fieles. Está claro que los libros oficiales garantizan una cierta calidad en la corrección musical y la presentación, y la mayor parte de las veces dan una partitura tremendamente cercana a la realidad. Pero el problema es que los consumidores damos por hecho que la información para hacer el libro proviene del artista original, y en muchos casos no es así. Es más frecuente que se encargue a un profesional de la música que haga una transcripción de un determinado álbum completo. Y seguro que muchos libros han sido revisados por el artista original una vez terminados, pero también estamos seguros de que muchos otros no.
El material con el que cuenta la persona que transcribe puede variar: puede que obtenga partituras de alguna fuente original, pero también puede ser que no estén disponibles y se encuentre “solo ante el peligro”, teniéndolo que hacer de oído, o investigando por su cuenta en vídeos (si los hay). Un músico profesional que se dedica a eso no tiene problema para hacerlo, pero a veces hay riffs a velocidades frenéticas, o que simplemente no se escuchan bien en la grabación por razones de producción o por quedar eclipsados por otros instrumentos. Algo así es lo que puede pasar fácilmente con “Holy Wars...Punishment Due”. Con los vídeos en directo del artista original, los profesionales de la transcripción pueden intentar mejorar sus trabajos. Pero, por desgracia, los vídeos en vivo no suelen hacer primeros planos estáticos donde podamos ver la mano izquierda, o detalles de la púa, con lo que no siempre es posible.
Además, normalmente la transcripción toma como modelo lo que se tocó en el disco, y el músico que transcribe tampoco pudo estar en el estudio, viendo las digitaciones de todos y cada uno de los temas. La digitación o interpretación empleadas en el estudio a veces no coincide con la de directo, que a menudo se halla algo simplificada para reducir esfuerzo. En otros casos, la composición es imposible de reproducir en directo debido al gran número de pistas de guitarra (overdrubs), por lo que se tienen que resumir con una o dos guitarras que tocan arreglos distintos. Y en otras ocasiones, el artista simplemente no recuerda cómo lo grabó (recordemos el caso de Brad Paisley, ayudándose del vídeo de un fan). Por añadidura, algunos artistas con carreras muy dilatadas no tocan igual un Riff o un solo en 1985 que en 2017. El cambio en su forma de tocar, o el aburrimiento, pueden llevarles a variarlo. Llegar a hacer una reconstrucción de lo que se tocó en un disco que tiene décadas puede convertirse en una labor de arquelogía.
La versión más cercana posible puede ser lo indicado
Por lo tanto, muchas veces no tendremos la certeza de estar tocando un Riff 100% exacto, que sería lo ideal. Pero es buena idea que el núcleo de la idea original quede bien reflejado, conservando su intención y sus características generales. Haciéndolo así, siempre estaremos a tiempo de perfeccionarlo con ayuda de un profesor, otros guitarristas, o a medida que encontramos material audiovisual que complete la información. Y si Dave Mustaine pone de moda las correcciones de tablaturas por parte de los autores originales en las redes sociales, aún lo tendremos más sencillo.