La serie R de Joyo: ¿más de lo mismo o un cambio significativo?
En el último trimestre del año pasado os informábamos del anuncio oficial de la serie de pedales R-Series de Joyo. Lo cierto es que nuestra primera reacción no fue de mucho entusiasmo, habitualmente las nuevas series de los fabricantes suelen incorporar alguna nueva prestación atractiva: un tamaño más reducido, mejoras en aspectos prácticos, o uso de tecnologías novedosas para ampliar las opciones sonoras.
Sin embargo, los primeros modelos presentados no aportaron efectos muy novedosos (apostaron por la clásica colección de overdrive, distorsión, delay, etc.) sin ninguna prestación muy significativa (ni memorias, ni usb ni sorpesas). Tampoco eran más pequeños, ya que ocupaban espacio en pedalera, y los jacks, que hubiese sido muy acertado colocar en la parte superior, ocupaban la clásica posición lateral. Como editores de una publicación de guitarra, siempre estamos tratando de entrever el propósito tas cada nuevo producto o serie, pero en este caso estábamos algo desconcertados, ya que incluso modelos anteriores que la propia marca ya poseía parecían más rompedores.
Ha tenido que pasar un tiempo para que la serie R creciese gradualmente para incorporar nuevos modelos, y ahora luce un aspecto diferente. Entre la colección completa se han incluido algunos pedales ligeramente más sofisticados, y ahora parece definirse un poco más la personalidad de la serie. Nos hemos fijado especialmente en pedales como el Joyo Vision, un pedal de modulación que en un espacio razonable comprime dos efectos independientes de modulación (tales como flanger, trémolo, autowah, altavoz giratorio, phaser y otros) que podemos activar de manera independiente, y que incluso podemos rutear en paralelo o en serie en ambas direcciones. Ambos módulos tienen tap tempo y prácticamente todo el ajuste se resuelve con los controles.
También muy profundo parece el Joyo Cab Box, un concepto diferente dedicado a cargar emulaciones de pantallas y respuestas a impulsos. Ofrece una pantalla razonablemente grande (es el único de la serie con pantalla), salida balanceada XLR, control por MIDI, salida Thru y de auriculares. En definitiva, un reproductor de respuestas a impulsos con muchas de las prestaciones que solemos necesitar en un espacio bastante comprimido.
No sabemos si el cambio de tendencia de la serie es algo que decidieron tras su lanzamiento, o más bien eligieron presentar en primer lugar sus productos más conservadores, pero lo importante es que los nuevos modelos parecen aportar algo más estimulante (ya cuando se presentó el looper O.M.B la cosa prometía), y en un diseño más acertado: fijáos que ahora sí la mayoría de jacks están ubicados en la parte superior.
También nos damos cuenta de que Joyo quiere hacer de la R su serie de pedales principal, por lo que siguen añadiendo modelos “conservadores” como el nuevo ecualizador de 10 bandas Joyo Band Controller o el wah que tienen en preparación. Pero en estos ya tienen en cuenta algunas pequeñas mejoras, como la ubicación de los jacks en la parte superior o la elección de un tamaño muy interesante en el caso del wah: 16 centímetros que pueden ser un interesante grado intermedio entre los wahs estándar de 23 cm. y los miniwahs de 12 o 13 cm. Habrá que esperar para ver cómo evoluciona.