Análisis del Palmer Pocket Amp
Os presentamos una cajita de simulación de amplis de guitarra en forma de pedal a la que se puede dar uso con muchos tipos de instrumentos.
¿Para qué sirve?
Gracias al Pocket Amp podemos disfrutar de los beneficios de un amplificador de guitarra sin necesidad de hacer ruido, mover peso u ocupar espacio. Solo tenemos que enchufar nuestro instrumento y ya estamos listos para practicar, realizar pequeñas grabaciones o enviárselo al técnico de PA.
¿A quién le puede interesar este producto?
- A aquellos músicos que practiquen en casa, con o sin home studio.
- A los que les gusta componer en la calle.
- A quienes por imposibilidad de transportar carga y no necesitando una reverb, vayan a tocar en público —por ejemplo, en una jam session—. Este juguete permite conectar al juego de voces y listo.
- Al productor que quiera un efecto más para mezclar.
- Al cantante que quiera añadir distorsión a su voz.
En resumidas cuentas: a músicos, cantantes y productores.
¿Qué tal es la calidad de construcción?
Buena, aunque tiene pinta de que la suciedad puede colarse por los conmutadores y la salida de auriculares. Por otra parte, los de Palmer han tenido una buena idea al poner una entrada minijack que se suma a la de nuestro instrumento, ya que nos permite enchufar la salida de nuestro teléfono —por ejemplo— y tocar sobre él, mientras escuchamos todo gracias a la salida de auriculares de la que dispone el Pocket Amp.
Sin embargo, pueden ser problemáticas tanto la entrada de instrumento como la salida de auriculares. La primera, situada en el lateral que mira hacia el músico, porque una vez conectado el jack puedes pisarlo, lo que puede provocar que el pedal se mueva. Y la segunda, porque queda realmente cerca del conmutador de bypass y molesta, a menos que el conector sea acodado.
¿Qué tal suena?
Pues como ya os estaréis imaginando, no consigue las sensaciones de un verdadero amplificador, pero no tanto por el sonido en sí —pues como podréis oír a continuación, tiene cuerpo, calidez, y es bastante resultón—, sino porque cuando enchufamos nuestro ampli, podemos estar tranquilamente a 100dB(A)s, y las vibraciones de tal volumen en nuestro cuerpo no podemos conseguirlas con el Pocket Amp y unos auriculares.
Hay que entrar en detalles para ver las carencias al sonido de nuestro juguete. El timbre es bastante bueno, pero el codo de saturación es muy abrupto. Demasiado para pretender una buena simulación de un ampli a válvulas. Esto es: con ajustes suaves de distorsión, si tocamos suavemente, el sonido es más limpio que si tocamos fuerte. Pero la transición no es tan progresiva como la de un ampli a válvulas. Se comporta como un ampli de estado sólido, que a fin de cuentas, es lo que es en realidad el Pocket Amp, ya que no hay válvulas a la vista.
Quizás el punto que más hace echar en falta un ampli de verdad sea la incapacidad de añadir sonido de “sala”. Pero creo que ha llegado el momento de dejar de hablar y empezar a escuchar:
1- Gibson Les Paul Studio (1993) a través de la DI de un Avalon vt737sp.
2- La muestra del punto 1, a través del Pocket Amp, en bypass. Podemos oír como a pesar de estar en bypass, los transitorios no salen limpios.
3- Comenzamos con un ajuste limpio (imagen superior). Se pierde brillo.
4- Aumentamos el ajuste de Bass.
5- Aumentamos el de Treble. Podemos oír claramente como aumenta el ruido de fondo.
6- Cambiamos el ajuste de micro a “Center”. Comparando esta muestra con la número 3, el sonido pierde brillo y gana cuerpo.
7- “Sacamos el micro del eje”. Perdemos agudos.
8- Aumentamos el Drive.
9- Cambiamos a Brit. El sonido es muy “medioso” —predominan las frecuencias medias—.
10- Cambiamos a US.
11- Brit y Cruch. Igual que la muestra 9, pero más saturado.
12- US y Heavy.
13- US, Heavy y Drive al máximo. Máxima distorsión. Aquí los aficionados al metal pueden encontrar un sonido atractivo.
Conclusiones
Cajita económica con un buen sonido de transistores, que puede servir como DI, aunque como no consigue un sonido limpio, siempre dejará su impronta, para bien y para mal.
El tipo de distorsión es siempre prácticamente el mismo, haciendo sus simulaciones gracias a correcciones espectrales, más que tímbricas. De ahí, y de la no inclusión de simulaciones espaciales —esto es, no hay posibilidad de añadir reverberación— vienen sus mayores limitaciones. ¡Pero oye! El sonido es bastante correcto y es pequeño, ligero y barato.