Banco de pruebas: PRS CE 24

Aunque PRS tiene un catálogo muy extenso con modelos muy diferentes entre sí, la mayor parte de ellos sólo está disponible con mástil encolado. Por ello, es especialmente interesante el retorno de la CE 24, un modelo de mástil atornillado presentado por primera vez en 1988 y que ha estado casi 10 años fuera de disponibilidad. En el banco de pruebas que os ofrecemos a continuación os explicamos las diferentes impresiones que nos ha causado esta formidable guitarra.

• Tapa de Arce
• Cuerpo de caoba
• 24 trastes
• Longitud de escala de 25 “
• Mástil de arce
• Diapasón de Palo Rosa de la India
• Incrustaciones en forma de pájaro
• Forma del mástil: Pattern Thin
• Trémolo PRS-Designed
• Afinadores de bloqueo PRS-Designed
• Herrajes de Nickel
• Pastillas 85/15 Treble y 85/15 Bass (puente y mástil, respectivamente)
• Control de volumen
• Control de tono con Push-Pull para poner la guitarra en modo single coil.
• Selector de tres posiciones

Dado que hoy en día es frecuente comprar guitarras sin haberlas tenido nunca delante, la mayor parte de las fotos que vemos de ellas en internet suelen tener un aspecto increíble. Pero, ¿siguen teniendo esas guitarras el mismo encanto en distancias cortas? Afortunadamente, esta guitarra no tiene nada que temer: realmente tiene un aspecto muy lujoso y apetecible, y el barniz y herrajes brillan de una forma muy atractiva. Aunque es algo esperable en una guitarra de este precio, tenemos que destacar que los acabados eran impecables y la presencia de los colores anaranjados del instrumento en la habitación, bastante imponente. El color de la guitarra con la que pudimos probar era el Vintage Sunburst, que creemos que es el que mejor combina con la pala en color arce que presenta el modelo. Por destacar alguna pequeña característica negativa en lo estético, es posible que algunos usuarios prefiriesen el acabado negro para la pala en algunos colores en los que esta guitarra está disponible. En general, es una guitarra que no decepciona en lo estético y conserva plenamente la esencia de los modelos de PRS a los que estamos acostumbrados. (después de todo, el objetivo del fabricante era relanzar un modelo clásico con algunas modernizaciones puntuales).

En el apartado del tacto ya comenzamos a notar algunas de las características diferenciales respecto a sus hermanas de mástil encolado: la respuesta de las cuerdas al impactar con la púa y el contacto de la mano del diapasón al presionar contra los trastes ofrece algunas sensaciones familiares con las guitarras de mástil atornillado. Aunque es algo sutil, desde el primer momento ya predispone a un enfoque de interpretación algo distinto por parte del guitarrista. El peso y equilibrio es el que esperaríamos en una PRS, así como su forma característica, por lo que en general es una guitarra cómoda. El diapasón es muy agradable y bien terminado, facilitando el movimiento gracias al suave acabado satinado del mástil de arce (según PRS, acabado a la nitro). El punto de unión entre el mástil y el cuerpo no presenta rebaje ni ninguna prestación especial relativa a la ergonomía, pero no es incómodo ni aporta dificultades especiales para acceder a los trastes agudos. Como viene siendo habitual en esta gama de PRS, los controles ofrecen una respuesta cómoda y limpia en su funcionamiento. Tanto los afinadores como el puente se comportan correctamente, haciendo gala de un movimiento uniforme y sin resistencias anormales.

Pasadas las primeras fases, ya hemos podido observar que los acabados son de calidad, como también lo es el tacto. Es algo que, aunque nos agrada, no nos sorprende considerando la gama con la que estamos lidiando. Pero veamos ahora cómo responde en sonido. Al comenzar a tocar el instrumento, enseguida nos llama la atención la respuesta tan amplia de las pastillas, ofreciendo energía suficiente tanto en graves como en agudos. Resulta fácil llegar a un acuerdo sonoro casi con cualquier amplificador con el que la probamos, ya que la guitarra ofrece de base un sonido bastante refinado. A los pocos minutos, nos damos cuenta de la influencia del mástil atornillado.

Realmente, la guitarra no recuerda excesivamente a los modelos más famosos del mercado de guitarras de mástil atornillado, ni tampoco lo pretende. En esta guitarra no hay un intento de sonar a Stratocaster ni a Telecaster, pero sí que parece pedir que la toquemos de forma similar. Lo cierto es que, al hacerlo, la guitarra saca su personalidad propia y derrocha carácter en todas las combinaciones de pastilla, pero especialmente en las posiciones de pastilla simple. Respecto a una PRS de mástil atornillado, la CE 24 tiene un extra de ataque y brillo, que se acentúa conforme subimos por el mástil, llegando a su máximo esplendor a la altura del traste 12, probablemente el punto donde se pone más de manifiesto su individualidad. Es muy fácil sacar sonidos limpios de calidad, pero creemos que la mayor parte de la “magia” está en los sonidos semilimpios o directamente Crunch, en que la guitarra tiene energía y agresividad, pero siempre mantiene la definición e idiosincrasia del ataque. Un acierto, ya que una pastilla que enmascarase dicha característica podría echar a perder las sutilezas que aporta el mástil atornillado. Por último, un detalle algo “místico” pero que vale la pena mencionar: algunos Riffs y acordes que hemos tocado cientos de miles de veces nos han vuelto a sonar frescos al hacerlos con esta guitarra. Sabemos que estamos destacando una cualidad poco objetiva, imposible de medir, pero que seguro algunos habréis experimentado alguna vez con determinadas guitarras.

Tal vez en algunos momentos, esperábamos algo más de sustain. También es posible que nos esté traicionando la costumbre, y el ver y sentir una PRS en la mano nos predisponga a determinadas cualidades sonoras pero, en cualquier caso, hay momentos en que esperábamos algo más de sostenimiento de nota durante un bending, o un carácter ligeramente más gutural en los acordes. No obstante, nos estamos refiriendo a un matiz relativamente insignificante, ya que la guitarra tiene un rendimiento perfectamente normal en este campo.

Poco negativo podemos decir de esta guitarra, que nos ha causado una sensación muy grata. Tiene un gran aspecto, un gran tacto, un sonido de nivel profesional y algo muy difícil de lograr incluso con los mejores medios y las mejores intenciones: carácter propio. Sin embargo, es difícil dar una orientación precisa de quién sería su usuario ideal. Desde luego, alguien que busque algo cercano a los grandes éxitos del mástil atornillado (Stratocaster, Telecaster) debería mirar en otra dirección, ya que no es ese el sector al que está dirigido. Sin embargo, sí que comparte una cualidad con ellas, su versatilidad. Es por ello que creemos que es una guitarra ideal para alguien que desee cubrir gran variedad de estilos musicales modernos: la guitarra puede ofrecer desde sonoridades delicadas y sutiles hasta sonidos marcadamente metal sin necesidad de maquillajes ni ecualizaciones exageradas. La PRS CE 24 Bolt-On se desenvuelve con comodidad en todos esos estilos y nunca parece fuera de contexto. Otro posible usuario ideal sería un aficionado a las PRS que desee tener un modelo con un matiz distinto, con una respuesta de ataque más ágil y espontánea. Seguramente se quedase algo corta para los que busquen algo marcadamente vintage, pero para aquellos guitarristas que deseen una herramienta polivalente a la que poner a prueba constantemente, la PRS CE 24 Bolt-On sería una recomendación bastante segura.