Review de Beetronics Vezzpa, fuzz analógico con octavación

Por la redacción de Guitarristas ya han pasado unos cuantos pedales de la marca Beetronics, compañía afincada en L.A., pero cuyo fundador es el brasileño Filipe Pampuri. No es fácil pasar por alto su stand en el NAMM, siempre lleno personas bailando con máscaras de abejas o con disfraz de apicultor, de acuerdo con la temática general de la marca. En conjunto, queda muy clara la actitud jovial y de personalidad propia que Beetronics trata de transmitir para que entendamos que sus pedales no van a cumplir los típicos cánones del boost-overdrive-delay-chorus que suele tener toda marca de turno.

Lo suyo es el fuzz, y vuelven a demostrarlo con este Beetronics Vezzpa, el segundo pedal de las Babee Series, caracterizado por un tamaño menor que el de otros compañeros de catálogo. Ya en su día conocimos el Fatbee, también en este formato, pero con sonidos más cercanos al overdrive y al boost. Con él comparte la sencillez de uso y de planteamiento, aunque aporta algunas novedades que veremos más adelante que lo hacen más moderno y versátil que el Fatbee. También tiene una decoración más elaborada, con una insignia metálica en bajorelieve que va atornillada al pedal, y que le da un aspecto realmente singular. Como de costumbre, la construcción es muy sólida y la presentación en la caja, impecable; viene acompañado de una púa de obsequio, una pegatina y una tarjeta que hace las veces de manual del aparato.

El Vezzpa sólo tiene dos controles, y uno es el volumen. Con eso ya os estaréis haciendo una idea bastante clara de lo simple que es el pedal en cuanto al manejo, ya que la otra variable a controlar es la cantidad de saturación. No hay ecualización ni grandes misterios a explorar, solamente dos modos de fuzz claramente diferenciables a los que podemos acceder con el footswitch. Y es ese footswtich una de las grandes innovaciones en la marca, ya que esta vez es "inteligente" y reconoce funciones como el doble click o el Hold.

Mientras tenemos el efecto apagado, estas funciones no actúan, pero cuando está encendido, un doble click alterna entre los modos FUZZZZ y STINGER (un fuzz octavado) y presionar el pedal (modo Hold) nos llevará al modo de fuzz en que no estemos en ese instante, devolviéndonos al original tras soltarlo. Este detalle de Beetronics habilita estos dos modos para ser usados en directo, y nos evita un ajuste manual que interrumpa la interpretación. Incluso han llegado a incluir un modo de arranque llamado Lazy Bee, que incrementa ligeramente el tiempo de Hold, para aquellos que deseen asegurarse de que el pedal no confunda una desactivación del pedal con un Hold. Eso sí, el modo momentáneo antes mencionado, tiene un pequeño drop entre modo y modo, un crossfade suave, que aunque no es nada exagerado ni molesto, está ahí.

Sonidos de los dos modos de fuzz

Con los controles al 5

Modo Fuzzzz:

Modo Stinger:

Con la ganancia al mínimo

Modo Fuzzzz:

Modo Stinger:

Con la ganancia al máximo

Modo Fuzzzz:

Modo Stinger:

El tipo de fuzz que el Vezzpa entrega es bastante atrevido, con mucha ganancia y con un efecto de Gating bastante acentuado que juega un gran papel en el atractivo de su sonido. Gracias a esta combinación de elementos, hemos pasado buenos ratos emulando sonidos sintetizados o más propios de un videojuego de Commodore 64 que de una guitarra. Ambos modos de fuzz son bastante salvajes, y cuando hacemos power chords graves, ofrecen una sensación de destrucción sónica muy inspiradora.

Efecto de Gating

Han funcionado bien tanto con single coil como con humbucker, aunque en el segundo caso parece que el threshold del Gating funcione algo mejor, dejando pasar armónicos y otros ruidos guitarriles que en single coil eran censurados por la puerta. El más expresivo de los dos, para nuestro gusto, es el modo con octavación, que es realmente divertido de usar con una pastilla de mástil y en la parte aguda del diapasón, que podéis oir en los clips a continuación. Eso sí, en el 10% final del recorrido de la ganancia, cuando estamos en el modo Stinger y usamos single coils, el ruido de fondo es considerable. En cuanto usamos una humbucker, esto se resuelve.

Solos

Modo Fuzzzz:

Modo Stinger:

Además, reacciona de manera realmente apocalíptica a armónicos, juegos con el Floyd Rose, disonancias y otros accidentes que podamos provocar en nuestra guitarra buscando esa sensación de caos. En general, el sonido que se obtiene desde el primer momento ya suena a "producido", y en las grabaciones que os ofrecemos no hay más que una pizca de reverb, ni compresión ni EQ de ningún tipo. Sí hemos tenido algun momento en que, tenuemente, nos ha parecido que el sonido de bypass del pedal no entregaba exactamente el mismo sonido que cuando el pedal no está en la cadena. Pero puesto que hemos tenido que hacer A/B numerosas veces para intentar aclarar esto, sin llegar a estar seguros del todo, ya os podéis imaginar que no hablamos de una diferencia dramática.

Comparación Bypass vs. fuera de la cadena de efecto

En Bypass:

Fuera de la cadena de efecto:

Conclusión

Aunque en la redacción recibimos productos complejísimos como los multiefectos, capaces de crear sonidos desde cero como si se tratara de un lienzo en blanco, es curioso lo que ocurre con los productos con tan pocos controles como el Vezzpa: disfrutamos tanto o más que con los primeros. Nada más conectarlo, ya estábamos bastante entretenidos con el sonido básico que entrega el Vezzpa en sus dos modos: y es que hay ocasiones en que el fabricante ya ha hecho el trabajo por nosotros.

Y aunque nos sorprenda un poco que no haya, ni siquiera, un control de tono para redondear agudos en según que ampli, para ser sinceros no nos ha hecho falta. Es un pedal divertido y con el que un riff sencillo se vuelve carismático, por lo que empuja bastante a escribir canciones con él. Lo que quizás no sea el Vezzpa es un fuzz moderado para usos cotidianos; más bien es para aquellos que busquen un sonido personal. En conjunto, un paso adelante para Beetronics por formato y prestaciones.

Más información | Beetronics FX