Demo del delay Boss DD-8 (No talking)
Pros
- Posee 11 modos de delay reunidos en un tamaño muy pequeño.
- Ofrece Tap Tempo y una pequeña función de loop.
- Gran facilidad de uso, sin menús, un par de visitas al manual serán más que suficiente.
- Los delays algo exóticos como el Shimmer suenan bien y son inspiradores.
- El delay que recomendaríamos a quien busca algo correcto y equilibrado, con la mezcla justa de funciones básicas y no tan básicas, y que no quiera pasarse horas comparando reviews.
Contras
- Como la mayoría de pedales de este formato, no tiene memorias por lo que todos los modos de delay que ofrece deberán ser conmutados con la mano y no con el pie.
- Revisados uno por uno, tal vez no estés interesado en todos los delays y te pueda interesar el más sencillo Boss DD-3.
- Hoy en día hay formatos algo más pequeños que los de Boss, que incluyen conexiones en la parte superior para ahorra espacio.
Precio
- Boss DD-8 Digital Delay: 155€ en Thomann
Poco se puede equivocar Boss a estas alturas a la hora de presentar un delay digital tradicional. El Boss DD-8 recoge los aspectos más aplaudidos de ediciones anteriores de este pedal y los amplía con nuevas y más modernas variantes del efecto.
Aunque aún podemos encontrar el DD-7 en algunas tiendas, muchos puntos de venta ya lo han desplazado por completo en favor del nuevo DD-8. Por lo tanto, algo que se le podría pedir a esta nueva versión es que no nos obligue a renunciar a nada de lo que tenía el anterior. Afortunadamente, gran parte del recorrido del control Mode del DD-7 estaba dedicado a diferentes segmentos de tempo del delay básico, algo que podemos conseguir también con el nuevo DD-8. El resto de modos eran el Reverse, el Modulate, el Analog y el Hold. Todos presentes en el nuevo DD-8, así que se lleva un aprobado en esa cuestión, ampliando además con algunos muy atractivos como el Tape o el Shimmer.
Boss ha adoptado el concepto que muchas otras marcas de delays digitales está ofreciendo: un modo múltiple de delay que ofrece una paleta de sonidos muy potente. Y mientras que algunos ofrecen más o menos sutiles diferencias entre sí, también hay algunos muy alocados. En nuestro vídeo, podréis escuchar un poco de cada uno de ellos para haceros a la idea del área sonora a la cual nos transporta el DD-8. Mantiene los 40 segundos de grabación en loop (en mono, en estéreo serían 20) que ya tenía el DD-7 y por supuesto, función de tap tempo.
A pesar de que la tecnología digital incluida es cada vez más potente y exige más, aún es posible usarlo con pila, aunque es esperable un uso continuado mucho menos prolongado que con otros pedales de Boss no digitales (por ejemplo, un Boss DS-1 o un Metal Zone). El manual indica unas 5 horas de uso continuo, aunque no lo hemos puesto a prueba, en general aconsejamos usar una fuente de alimentación externa.
En resumen, se trata de un delay con pocas fisuras: el formato tradicional de Boss que ya ha probado ser fiable, con sonidos de confianza y una facilidad de uso notable. A veces puede resultar un poco sobrio comparado con delays con más calidez y misterio o propuestas más exóticas, pero lo compensa con lo equilibrado de sus sonidos y lo rápido que es lograr delays convincentes sobre la marcha.
Si tuviésemos que destacar algo negativo, tal vez sería que algunos de los modos incluídos parecen algo prescindibles, como el modo GLT, y que algunos son un poco menos espectaculares de lo que esperábamos, como el +RV o el Warp. Quizás es solo una moda, pero últimamente se llevan delays con reverbs muy espaciales, que son fantásticas para quedarse ensimismado un viernes por la tarde en casa en vez de salir a socializar, y parece que ese área tan propia de esta época no se ha visto muy correspondida, a excepción del Shimmer (bastante agradable, por cierto). De todos modos, tampoco creemos que la personalidad del Boss DD-8 y de sus anteriores versiones encaje totalmente con ese tipo de moderneces: siempre está la opción del DD-200 o el DD-500, mucho más cercanos a ese espectro sonoro.
Desde esa perspectiva, y considerando que el precio no se ha disparado de una forma muy escandalosa (unos 158 euros), el nuevo DD-8 es un delay completo y fiable, idóneo para los que no vayan a usar muchos tipos de efecto en un mismo concierto, pero a quienes les gusta saber que disponen de ellos si los necesitan. Y muy especialmente para quienes tengan fobia a los menús y subfunciones complejas típicas de los efectos digitales con pantalla.
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