Review de Gibson Les Paul Standard 60s (Plain Top Cardinal Red 2023)

Las semanas siguientes a comprar mi primera Les Paul fueron un período de duda absoluta. De hecho, no imaginé que saldría de la tienda con una Les Paul en la mano, yo había ahorrado un dinero que quería invertir en algo tipo PRS o que estuviese a medio camino entre una Strato y el mundo Gibson, para poder tener algo versátil pero serio, que me permitiese trabajar en el que iba a ser mi primer grupo de fiestas de pueblo ya con una agenda un poco poblada. Pero algo pasó en mi cabeza en la tienda: por alguna razón, tocar esa guitarra puso mi lógica y mi planificación en bypass, e inmediatamente la compré. No tenía ni idea de si era lo que necesitaba, pero estaba seguro de que era lo que quería.

Ya en el local de ensayo, sentí que tal vez me había equivocado. A decir verdad, todas mis guitarras hasta la fecha habían sido bastante más humildes, las adecentaba poniendoles pastillas que compraba de segunda mano. Sonaban delgadas y estériles, pero yo había aprendido a trabajar con eso como si fuese lo normal. En consecuencia, el contraste con la voz oscura, gutural y mediosa de esa Gibson saliendo por el ampli era todo un shock. Y sorprendentemente no para bien: mi oído lo percibía nasal, opaco, y me resultaba difícil de manejar.

Tuve impulsos de cambiarle las pastillas muy poco después de la compra, y regresar a mi zona de confort. El dependiente de la misma tienda me quitó esa idea de la cabeza, incluso aunque se habría embolsado algunos euros extra gracias a mi impulsividad. Más mayor que yo, y con más carretera rodada, me dijo "dale tiempo". Me salvó la vida: me habría perdido lo maravilloso que es el sonido de una Les Paul.

Poco después fui comprendiendo que esto requería un aprendizaje, una nueva forma de tocar, y de ecualizar. En muy poco tiempo estaba sonando mucho, mucho mejor, que con mis guitarras apañadas con piezas. Como es natural. Con el tiempo, aparcaría la Les Paul en favor de otras guitarras también excelentes, pero con algunas comodidades ergonómicas más modernas, algo por lo que actualmente siento más afinidad. Pero la experiencia fabulosa de descubrir y entender al fin algo que tantos guitarristas aman, no la olvidaré nunca.

Perdón por tanta anécdota y poesía, pero lo he creído conveniente antes de presentaros la review de hoy, la de una Gibson Les Paul Standard 60s de 2023, primera Gibson de la que hacemos review en nuestro canal de Youtube. Merecíais saber que tengo un cierto cariño a Gibson por causas nostálgicas, que me hizo recibir con gran optimismo la llegada de James JC Curleigh (más tarde relevado por Cesar Gueikian), después de un período de numerosas decepciones.

¿Pero la guitarra está bien o no?

Ahora que ya me he confesado: ¿qué hay de esta Gibson Les Paul Standard 60s? Se trata de uno de los dos modelos principales de Standard que Gibson ofrece actualmente (Standard 50s y Standard 60s), pero en un color especial, el Plain Top Cardinal Red 2023, que la marca ofreció durante la segunda mitad del año junto a otros colores, algunos de ellos transparentes. Por tanto, color aparte, la base del instrumento sirve para juzgar si tenemos delante una buena Les Paul.

Son muchas las consideraciones que comento en el vídeo que ofrecemos, y muchas más las que se podrían hacer de un instrumento que es objeto de debate incansable. Sin embargo, los elementos clave, están todos llevados a cabo con éxito. Mis sonidos preferidos de una Les Paul salen de esta Standard 60s sin apenas esfuerzo, adaptándose perfectamente tanto a mis sonidos limpios como saturados. Como he mencionado antes, hay que conocer al menos un poco cuál es la paleta sonora de una Les Paul para poder combinarla en consecuencia con los sonidos adecuados: afortunadamente uno de ellos es el carácter Marshall, con lo que no tiene pérdida.

Los riffs en la pastilla de puente suenan con la cantidad justa de actitud y gangosidad, la posición intermedia de pastillas regala un campanilleo que automáticamente nos transporta a cientos de discos míticos, y la pastilla del mástil es gruesa, oscura y con toneladas de sustain. La presencia de graves al arpegiar las cuerdas más gruesas no impide percibir el brillo de ataque. En otras palabras, el sonido ha sido exactamente el que yo, en mi imaginario sonoro personal, deseaba encontrar.

La desafinación de la tercera cuerda es un tema recurrente cuando se habla de Les Pauls. Lo he sufrido en algunas de ellas, pero no en esta. Pude realizar el vídeo completo, afinando de vez en cuando, sí, pero no la tercera cuerda más que otras. Y los acabados — aunque algunas personas en la red han encontrado pequeñas imperfecciones causadas por las herramientas implicadas en la construcción — me han parecido más que correctos para esta gama de precios. Cabe decir que, para fortuna de Gibson, las especificaciones de una Standard no exigen muchos más ornamentos que un sencillo binding de cuerpo y diapason. Y por mencionar pequeños detalles, quizás podrían existir dos piezas de caoba cuyas vetas coincidan, o armonicen, un poco más que las dos piezas que forman parte del cuerpo de esta, pero francamente, nunca ha sido algo que me preocupe.

Es una guitarra con un tacto agradable, con un peso considerable (no tiene weight relief 4.5 Kg) y con toda la comodidad que podemos esperar de una Les Paul. Eso significa: no hay rebajes para la barriga, ni para alcanzar los trastes agudos, ni para apoyar el brazo. Esto es, simplemente, lo que es: una Gibson Les Paul. No hay concesiones a la ergonomía, pero no es una crítica que tenga sentido hacerle a una guitarra diseñada en los 50.

Conclusión

Tras una etapa cargada de desencanto que condujo a la bancarrota de Gibson, probar esta Les Paul Standard 60s, ha hecho que tenga ganas de tenerla para mí. Sin embargo, dos cosas han logrado frenar mi impulso: una es que no tengo la pasta (un motivo bastante incapacitante), y el monto total quita el hipo, 2.739 euros. El precio no es ninguna broma, pero está bastante acorde a la relación de precios y calidades de 2024. Lejos quedan ya los tiempos en que el primer dígito del precio era un 1. 

La segunda razón es que, a título personal, acabo usando mucho más guitarras con un poquito menos de personalidad sonora, pero mayor inclinación hacia la ergonomía y la practicidad en el uso diario. Pero a pesar de esas preferencias subjetivas, esta Les Paul Standard 60s ha vuelto a encender en mi cabeza esa misma bombilla que, cuando tenía unos 20 años se encendió en aquella tienda. Una luz que fue muriendo tras probar algunos modelos de alrededor de 2015, con los que afortunadamente este no tiene absolutamente nada que ver.

Gibson está ofreciendo Les Pauls como se supone que han de ser. Tampoco se trata de que hayan logrado algo que Tokai, Maybach u otras marcas de calidad no hayan logrado, pero al menos se puede decir que ya no están por debajo. No es barata, pero esta Les Paul Standard es una buena guitarra: sólida, bien hecha, con buen aspecto, que afina bien y, sobre todo, que entrega los sonidos que uno tiene en la cabeza cuando toca una Les Paul.