Review de Harley Benton Spaceship Power 50, base para pedales con fuente de alimentación incorporada

Las pedaleras son geniales, porque nos permiten tener nuestros sonidos favoritos combinados a nuestro gusto, pero cablearla, alimentarla y dejarla ordenada es muy laborioso. Por eso nos parecen siempre interesantes las propuestas como la de Harley Benton con sus bases para pedales Spaceship Power, de las cuales ya os hablamos en su correspondiente noticia. 

Es una idea sencilla pero práctica: integrar en el interior de la propia base una fuente de alimentación capaz de alimentar la mayor parte de pedales del mercado gracias a sus numerosas salidas (de diferentes voltajes e intensidades), teniendo que preocuparse únicamente de conectarle el cable IEC (el típico cable estándar de corriente que en cualquier concierto o escenario hay everywhere). Tanto el diseño como el bajo precio son los atractivos de esta familia de pedaleras, en que una de las barras es la que provee la alimentación a los pedales, barra que, por cierto, se puede comprar por separado en los tamaños de 60 cm de ancho en adelante, y es compatible con las pedaleras Harley Benton y Palmer. Al poco tiempo se presentaron en la versión que, en vez de alimentarse de la red, lo hacen de una batería de litio interna, a la que posiblemente también dediquemos una review próximamente.

Por el momento, en Guitarristas recibimos para probarla la Harley Benton Spaceship 50M, una de las dos versiones del modelo de 50 cm de ancho (el otro, el 50C es igual de ancho pero un poco menos profundo), sometiéndola a unas cuantas pruebas relevantes: primero armamos una pedalera con los pedales más exigentes a nivel de intensidad que encontramos por la oficina, luego decidimos comparar el ruido de fondo con el de una Strymon Ojai, y por último añadimos algún pedal analógico Hi Gain sin puerta de ruido, para ver cómo de ruidosa se volvía esa configuración que involucraba pedales digitales.

Los resultados, aunque no extrapolables a cualquier situación, sí eran prometedores, obteniendo un nivel de ruido más que decente, y pudiendo alimentar sobradamente los pedales con requisitos de intensidad más elevados. Valoramos muy positivamente que además incluya una funda con cremallera para transportar nuestros pedales, todo el kit de velcro, toda una colección de cables de alimentación de muchos tipos para alimentar pedales de muchas marcas y con diferentes conectores, así como algunos accesorios adhesivos de gestión del cableado en forma de canaleta. Incluso la pedalera puede alimentar algunos dispositivos USB gracias a su salida tipo A y tipo C. La carga de móviles no añadió ruidos en nuestra prueba, pero sí algunos dispositivos más enrevesados, como la cámara GoPro que le conectamos. 

Además, hicimos una primera prueba con los cables Harley Benton Solderless, cables de tamaño personalizable (cortando pedazos de cable) con conectores que se fijan simplemente con un tornillo, y también tuvimos resultados positivos: la instalación fue sencilla y no tuvimos que rehacer ningún cable. No sabemos cuánto durarán funcionando bien, pero suponemos que si no se somete el cable a estrés mecánico muy repetido, la pedalera podría ser fiable.

En conjunto, esta base para pedaleras es una suma de buenas ideas que viene acompañada de una calidad sonora superior a lo que esperábamos. Sin perder de vista que una fuente de alimentación de alta calidad cuesta incluso más que toda esta pedalera entera, su fuente integrada se defiende bien, y ofrece una intensidad muy alta, suficiente para pedales hambrientos como el HX Stomp. En lo estético presenta alguna imperfección menor que no afecta a su funcionamiento, pero e este tipo de producto nos preocupa infinitamente menos que si fuese una guitarra o un pedal propiamente dicho. Por su precio tan comedido y por lo que ofrece, es un producto muy recomendable.