Review de Ibanez Pentatone, previo analógico con EQ gráfica
Pros
- Buen sonido solista
- Ecualización gráfica y paramétrica desactivable
- Boost previo y post.
- Puerta de ruido
- Construcción sólida
Contras
- No es multicanal
- No tiene un "sonido limpio" como tal (algo deseable en un preamp)
- No tiene simulación de altavoz para conexión directa
Precio
- Ibanez Pentatone Preamp PTPRE: 188€ en Thomann
Los preamps han vuelto, aunque no tienen el aspecto que tenían en su anterior auge durante los 80. Lo que solían ser unidades de rack ahora tienen forma de pedal, ya que es un formato más amigo de la tendencia actual, las pedaleras-instagramer. Ya sabéis, esas pedaleras tan chulas grandes y caras que se monta alguna gente, en que la base de los pedales, la fuente y el cableado casi supera en precio a los efectos en sí mismos.
Posiblemente por eso ahora hay preamps estilo pedal en muchas marcas conocidas, y una de ellas es Ibanez. Presentaron a principios de año el preamplificador en formato pedal que ponemos a prueba hoy, el Ibanez Pentatone PTPRE.
Se trata de un preamp mono canal, que hemos podido constatar que está totalmente volcado en los sonidos distorsionados. No es realmente un preamplificador para heavys thrashers irredentos, aunque también pueda satisfacerles con un simple retoque en su sección de EQ gráfica. Más bien nos parece un pedal para sonidos solistas, con una sensación elástica y redonda, de ataque suave pero ganancia generosa. Ideal para, por ejemplo, crear nuestra propia música instrumental de guitarra saturada, estilo Satriani, Vai, Timmons o quizás Nick Johnston.
A cambio, los sonidos limpios quedan prácticamente fuera de la ecuación incluso con single coils (esto es algo que se observa parcialmente en nuestro vídeo). No es un preamp para ofrecer mil sonidos, parece hecho única y especialmente para ofrecer un sonido saturado creado a medida, y ecualizado al milímetro con la sección de EQ gráfica. Hay que decir que es un sonido agradecido y bien diseñado, incluso las dos bandas de ecualización no gráficas no son muy drásticas, por lo que siempre estamos cerca del sonido "troncal" del pedal.
Claro, es algo fantástico para quienes busquen un sonido solista expresivo y que vaya a tener un papel predominante. En la otra cara de la moneda, se sacrifica versatilidad y es seguro que vamos a necesitar un segundo preamplificador con el que poder conmutar para obtener sonidos limpios o crunch estilo Marshall vintage o Vox.
La ecualización gráfica es un extra agradable y entretenido, que invita a la exploración. Además, cada fader tiene frecuencia seleccionable, lo que la convierte en semiparamétrica. Esta sección es desactivable desde el propio pedal (con la mano, eso sí) y también de forma remota, lo cual puede ser útil para tener un sonido rítmico y solista. Otra función conmutable desde el pedal es el boost de volumen, que será util para sobresalir en la mezcla cuando sea necesario. Sin embargo, el boost previo (que nos da un empujón extra de ganancia) solo lo podemos conmutar de forma remota o con la mano.
La puerta de ruido nos ahorrará el coste de un pedal dedicado, y tiene un funcionamiento bastante decente. Tiene pocos controles, pero no lo hemos echado de menos. También se agradece el led que nos indica el estado de la puerta, que se revela como una forma más efectiva de ajustarla.
La construcción y el diseño son bastante buenos, y las perillas tienen la sensación sólida que nos gusta encontrar. Cuando las perillas presentan un poco de "efecto joystick", tenemos por aquello a lo que están conectadas, que normalmente es la placa donde está todo el resto de componentes. Pero esta vez no hay ni rastro de esa debilidad, así que punto positivo para Ibanez.
Menos positiva es la no inclusión de una simulación de altavoz. No suelo ser muy fan de las emulaciones de altavoz analógicas "de emergencia", pero he de reconocer que tenerlas puede sacarnos de más de un entuerto. Pues esta vez han dado por hecho que usaremos otra forma de obtener sonido de altavoz, ya sea con uno real o con una simulación externa, y no han puesto nada. Es un simple preamp con salida de preamp puro. La parte positiva es que, salvo que queramos intercalar algo antes del bloque de boost o de EQ gráfica, no hay motivo de tener un loop de efectos.
Como conclusión, lo vemos como un pedal sólido y bien hecho para lograr un objetivo muy específico, un sonido saturado en algún punto entre los sonidos fusion, rock, shred, y heavy, aunque sin estridencias en ninguno de ellos. Echamos de menos algunas opciones, si no puede ser más de un canal (entendemos que incrementa la complejdidad del diseño), quizás sí podría ser más de un modo de ganancia, para poder ponernos "en primera" de vez en cuando, y no conducir siempre "en quinta o sexta".
Pero entendiendo que no era ese el propósito, nos parece un buen preamplificador, tal vez muy específico. Pero también eran específicos muchos productos antes de que la tendencia de "todo debe hacer de todo" se impusiera en el mercado guitarril. Así pues, es una opción para considerar si buscas una herramienta para ser la personalidad principal de tu sonido solista.
Más información | Ibanez