Review de Line 6 Pod Go, pedalera multiefectos con emulación de amplis
Pros
- La esencia de la gama Helix sin la parte "aburrida" de la configuración.
- Emulaciones más que correctas tanto de amplis como efectos
- Efectos pitch bastante usables considerando el precio
- Tamaño más portable que una Helix LT
- Puede ejercer como interfaz de audio
- Pedal de expresión incluido
- Loop de efectos estéreo
- Precio muy aceptable
Contras
- Quizás hubiésemos preferido un transformador interno que uno externo
- No tiene control de canales de ampli para el método 4CM
- Tiene menos flexibilidad que Helix en la cadena de audio
Aunque el concepto de la emulación digita ya existía, el Line 6 Pod fue uno de sus mejores embajadores, acercando a los guitarristas del mundo las bondades de trabajar con la emulación. Aún corrían los primeros años de la década del 2000 cuando multitud de alubias rojas brillantes comenzaron a aparecer en los escenarios de conciertos, bolos y jam sessions.
En parte por eso la aparición de la familia Helix fue doblemente sorprendente, no sólo aportaba una nueva gama de productos sino que además parecía ser el relevo de la gama Pod, con la que tanto tiempo llevábamos conviviendo. Sin embargo, nuestras suposiciones eran erróneas, y lo supimos en el NAMM de invierno de este año 2020 cuando descubrimos el nuevo Pod Go, una pedalera que recoge algunas de las mejores prestaciones de la gama Helix, pero en una estructura de menú y planteamiento más cercanas al Pod. Eso significa aligerar en complicaciones como los amplis dobles, los ruteos paralelos las y configuraciones infinitas y sustituirlo por una cadena de efectos lineal (aunque en estéreo), con los bloques básicos y una buena colección de emulaciones, pero no está reñido con implementar una buena pantalla a color, tener un salida dedicada para sonidos sin emulacion, footswitches con anillos LED de colores, un loop de efectos estéreo, carga de respuestas a impulsos de terceros y cuatro snapshots por preset.
Con todo, se trata de una intersección de dos filosofías de producto pero como podréis ver en el vídeo que os ofrecemos hoy, tienen sentido. No son pocos los guitarristas que, a medida que la tecnología ha ido avanzando, han tenido la sensación de que las pedaleras se estaban complicando demasiado para su gusto. Sin duda, la Pod Go está lejos de ser tan sencilla como conectarse al ampli con un par de pedales, pero tampoco es como enfrentarse al mundo Kemper, Axe-Fx o Helix. La cadena de efectos que se nos muestra en pantalla ya viene parcialmente pre-configurada, y adaptada a las necesidades más frecuentes. En eso nos recuerda a las grandes pedaleras populares de los 90 y 2000, que seguían ese planteamiento, pero eso sí, gozando de todos los gadgets modernos.
Proporcionalmente, el sonido de Pod Go es lo más cercano a Helix que la compañía ha sacado hasta el momento (y a años luz de la serie Firehawk, que sí daba señales de obsolescencia en lo sonoro). Hemos notado sutiles diferencias en el comportamiento de los amplis al ajustar todos los valores de forma idéntica en un HX Stomp y un Pod Go, pero prácticamente negligibles, o que pueden ser debidas a causas ajenas. Eso nos anima a pensar que en un gran número de los casos el Pod Go puede ser suficiente para la mayoría de actividades profesionales y semiprofesionales, especialmente en directo. Puede que para estudio, donde el detalle del sonido se observa con un microscopio nos pudiesemos inclinar hacia un Helix/similares por su flexibilidad en el ruteo y la complejidad de presets, pero incluso en esas circunstancias se puede llegar a hacer un buen papel con el Pod Go.
Hay que destacar que Line 6 se ha tomado en serio la colección de efectos añadida. No es una sorpresa en esta marca, pero las modulaciones, delays y reverbs están a un buen nivel para esta gama de precio. Y por primera vez en un Pod, el whammy y el simple pitch son polifónicos, pudiendo realmente usarlos para cambiar la afinación de la guitarra a tiempo real. Line 6 ofrece muchas opciones de este tipo con sus guitarra Variax, pero para los que no son usuarios de una guitarra tan concreta, es de agradecer poder disfrutar por fin de un algoritmo de cambio de afinación que dará el pego en caso de emergencia — y gastando menos de 500 euros. Una asignatura en la que otros competidores como Hotone o Mooer aún tienen mucho que mejorar.
Aunque hay loop de efectos, no disponemos de ninguna forma de cambiar el canal de nuestro ampli (ni jack ni MIDI), por lo que consideramos que más bien está pensado para pedales externos que no necesiten ser conmutados. Line 6 señala que siempre tenemos la opción de usar nuestro ampli en modo de cuatro cables y, en lugar de conmutar sus canales, usar el que más nos guste y emplear emulaciones internas para el resto de sonidos. Tampoco es una mala idea, pero tal vez algunos echen de menos sacarle todo el partido a su amplificador.
Aún así, nos parece que el uso en el que más se aprovecha el Pod Go es por sí solo, ya sea conectándolo a línea o al retorno de un ampli. Situación para la que tenemos una muy útil salida "Amp Out" que podemos configurar para que entregue siempre la señal en el punto justo anterior al bloque de emulación de de altavoces. Una idea que ya habíamos visto en la serie Firehawk y que estamos seguros que ayudará a los usuarios a entender mejor su pedalera, especialmente si no les gusta mucho perderse por menús creando manualmente sus propios envíos.
Todos los presets que hagamos, estarán disponibles para línea y para ir a retorno de ampli gracias a esa prestación, sin necesidad de que programemos ruteo alguno (algo que sí necesitaríamos en Helix). Eso sí, lo que hace esa salida es mandar la señal justo antes de llegar al Cab Block, por lo que entonces deberemos poner los delays y reverbs antes de ese punto, para que nuestros efectos típicamente "post" se oigan por el ampli, si es que es eso lo que queremos. También en el entorno virtual se le puede sacar mucho provecho, ya que puede ser nuestra interfaz de audio 4x4, pudiendo hacer incluso reamp. Completísimo, realmente, tanto para el directo como para el Home Studio.
Conclusión
En conjunto, nos parece que Line 6 ha estado muy cerca de recopilar la esencia de la gama Helix sin la parte "aburrida" de la configuración. Es verdad que los sonidos de Helix serán algo más refinados, y que con Helix podemos acceder a toda la potencia del sistema completo (Midi, ruteos imposibles, entradas y salidas múltiples y decenas de opciones), pero creemos que hay buena parte de los guitarristas que nunca harán uso de toda esa dimensión de Helix. Eso, sumado a un precio bastante más amable que el de un Helix LT, por ejemplo, constituye una buena alternativa de "pedalera para todo" que, esta vez sí, creemos que puede dejar casi todos vuestros pedales en casa sin gastarse una locura.
¿Y qué pasa con la HX Stomp? Seguirá, en nuestra opinión, cumpliendo su papel de pedal pequeño, perfecto para integrar en una pedalera más grande, y capaz de comunicarse por MIDI con muchos otros equipos. Como un H9 de Eventide, pero con una colección de emulaciones de ampli. Cada una cumple su papel, por lo que la clave es determinar cuál es la que resuelve la situación a la que os encontráis con más frecuencia.
¿Y los puntos flacos? No demasiados, realmente, ya que todas las áreas de sonido sacan buenísima nota para su rango de precio, y tanto la comodidad de uso como la conectividad están a la altura de una compañía con experiencia como lo es Line 6. Pero si nos pusiésemos exigentes, quizás hubiésemos preferido un transformador interno que uno externo, ya que olvidarlo en casa puede fastidiarnos la noche. No vamos a encontrar fácilmente uno para sustituirlo si no lo tenemos con nosotros, porque aunque entrega 9V, la intensidad requerida es bastante alta (2.5 A), y no es frecuente que a nuestro compañero de grupo le sobre uno de esas características en la mochila.
La coherencia entre lo que un producto promete hacer y lo que luego hace es la clave para llevarse una buena nota en nuestras reviews, y aunque muchas pedaleras prometen cubrir dignamente con todas las necesidades habituales de efectos, acaba pasando a menudo que solo las más caras suelen conseguirlo. El Pod Go es una feliz excepción, al ofrecer todas las funciones necesarias hoy en día para hacer un concierto sin necesitar nada más (quizás un inalámbrico, a lo sumo) por un precio inferior a los 500 euros, y ofrecerlas a un nivel de calidad competente, sin lujos estratosféricos, pero con seriedad. Incluso los efectos más hambrientos de CPU (Whammy polifónico, Drop Tuning y otros) salen bastante airosos para lo asequible del multiefectos, a diferencia de sus competidores directos, por lo que se convierte en una recomendación poco arriesgada para tener el "equipo de mochila" ideal.
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