Review de Blackstar ID:Core 100 y 150
Precio
- Blackstar ID Core 150: 531€ en Thomann
- Blackstar Blackstar ID Core 100: 393€ en Thomann
La serie de amplificadores ID:Core de Blackstar se caracteriza por reunir en un solo producto la versatilidad sonora y un precio asequible. Diseñadas originalmente para ser la versión reducida de las series ID de la misma marca y más orientada al hogar, finalmente han cobrado incluso más protagonismo que sus antecesoras.
Probablemente, esa sea la razón por la que el fabricante británico ha decidido lanzar estos dos amplificadores de gran potencia (100W y 150W) dentro de la serie ID:Core High Power, rompiendo con la filosofía del “amplificador doméstico”. Aunque como veremos, esto no es cierto del todo, ya que nos ha resultado igual de convincente en el hogar que en directo. Pero no adelantemos acontecimientos, pasemos a detallar los puntos fuertes y los puntos débiles de los nuevos Blackstar ID:Core 100 y 150.
Características
[Índice]Como ya hemos comentado, la serie ID:Core busca ser todo lo que un guitarrista necesite para practicar cómodamente en casa. Pero además, los nuevos Blackstar ID:Core 100 y 150 tienen algunas diferencias clave con sus compañeros, aparte de su potencia pensada para el escenario. Estos nuevos amplis incorporan altavoces de guitarra (los del resto de los altavoces de la serie son full range), un preamplificador rediseñado, looper y octavador. Las prestaciones al detalle son las siguientes.
- Dos amplificadores en formato combo de prestaciones similares, pero en potencias: 100W y 150W
- Tecnología digital, que permite acceder a 6 sonidos básicos: Clean Warm, Clean Bright, Crunch, Super Crunch, OD 1, OD 2 (rediseñados para los Blackstar ID:Core 100 y 150)
- Super Wide Stereo
- Control ISF de Blackstar, que varía el comportamiento de la ecualización para obtener una respuesta más británica o más americana.
- Efectos de modulación, delay y reverb
- Nuevas funciones respecto a la serie ID:Core: Looper de 30 segundos controlable desde el footswitch incluido y efecto de octavación.
- 36 memorias para almacenar nuestros sonidos.
- Super Wide Stereo (aprovechamiento de los dos conos del amplificador para dar una mayor sensación de campo estéreo mediante los efectos)
- Salida de auriculares.
- Entrada de mp3 o auxiliar
- Salida emulada
- Posibilidad de conectar el amplificador al ordenador y acceder a niveles de ajuste más profundo, así como aplicaciones de grabación y prácticas, gracias al software Insider.
- Dos altavoces de 10" en el ID:Core 100 y dos de 12" en el ID:Core 150
Aspecto y construcción
[Índice]El ID:Core 100 y el 150 tienen un aspecto austero, con una cierta elegancia que los aparta de las estridencias de algunos amplificadores digitales de la competencia. No encontramos excesos luminosos, ni cromados innecesarios en los acabados. De hecho, puede que incluso sea excesivamente sobrio. Habitualmente, Blackstar apuesta por amplificadores con los controles en la parte superior, con lo que en gran parte de sus modelos, el aspecto frontal está dominado por la rejilla de los altavoces y un gran logo de la marca. Ello no deja mucho espacio a los rasgos estéticos característicos, y a veces provoca que los diferentes modelos de diferentes series se parezcan demasiado entre sí.
En cuanto a la construcción, el brillo y aspecto de los plásticos no es lujoso, pero es correcto. Hay una gran diferencia externa entre los amplificadores de mayor precio de Blackstar y la gama ID:Core: el acabado de algunos detalles como el logo o el asa revela que se trata de un producto económico. Afortunadamente, los potenciómetros están montados sobre una superficie sólida (algunos amplis de la serie HT lleva los potenciómetros montados sobre una lámina flexible), y aunque presentan algo de “efecto joystick” - oscilan ligeramente al manipularlos - no es alarmante. Los botones sí resultan muy firmes y se pulsan con confianza, algo de agradecer. En global, un balance de calidad razonable para un amplificador que no supera la barrera de los 400 euros.
Facilidad de uso y prestaciones
[Índice]Una excelente decisión tomada por Blackstar tanto en los dos modelos que analizamos como en el resto de amplificadores de la serie es la de escoger potenciómetros como medio de ajuste. En dispositivos digitales, la tentación de usar pantallas LCD y menús es enorme, y muchos fabricantes optan por este sistema para sus productos. No es un mal sistema, pero cada vez más tenemos la impresión de que acaba provocando algo de desorientación en los principiantes. Pero en estos amplis no hay pantalla alguna: prácticamente todo se puede ajustar con los potenciómetros y botones físicos, suficientemente bien etiquetados para su comprensión. Obviamente hay algunas subfunciones escondidas — del estilo “girar potenciómetro mientras se mantiene pulsado el botón ‘tap’” — pero son pocas, y están sabiamente adjudicadas a funciones poco urgentes o menos frecuentes (como controlar el volumen independiente de la salida de línea u otras similares).
La elección de sonidos básicos (limpios y saturados) es sencilla, complementada por los controles típicos: volumen, ganancia y ecualización de tres bandas. Quizás el control más confuso es el ISF, rasgo de identidad de la marca, y que reubica el centro de frecuencias de los controles de ecualización. Nos parece bien tenerlo, ya que da más opciones, pero también creemos que será difícil de comprender para los principiantes. Pero, puesto que es un control de efecto suave, el riesgo de no conocer su función real no es muy grande. Los efectos de modulación, reverb y delay tienen un apartado algo más reducido, siendo el punto donde las funciones se solapan más, generando alguna confusión. No obstante, al acceder a la aplicación Insider, cualquier ajuste profundo que necesitemos realizar se vuelve bastante más amable.
La memorización de los presets resulta fácil (el clásico sistema de apretar el botón de banco durante dos segundos hasta que parpadea), así como el acceso a los 3 bancos (verde, amarillo y rojo) que contienen cuatro sonidos cada uno. En cualquier momento, podemos cambiar a modo manual, en que no se usan memorias y el sonido es, en todo momento, el que los potenciómetros reflejan.
Además, es posible acceder a las memorias mediante el footswitch incluido. Ese mismo accesorio tiene una segunda función al cambiar a modo looper -simplemente al mantener apretados a la vez los botones A y B-. En dicho modo, podemos grabar hasta 30 segundos de nuestra interpretación, hacer infinitos overdubs sobre ella, detener o reanudar la reproducción del loop y borrar completamente lo grabado. Incluso es posible eliminar sólamente el último overdub, convirtiéndose en una herramienta de prácticas muy gratificante para nuestras sesiones domésticas.
Sonido
[Índice]La gente de Blackstar asegura que han rediseñado la sección de sonidos, y nos lo creemos. Hemos notado un aumento general de la naturalidad en estos nuevos ID:Core 100 y 150. Debemos recordar que se trata de dispositivos digitales en formato económico, y sería un error compararlo con las tecnologías más modernas y caras, como las de Axe o Kemper. A juzgar por el precio, es más correcto pensar en ellos como posibles competidores de la serie Spider de Line 6, los Mustang de Fender o los Katana de Boss.
Sonidos limpios
[Índice]Los dos sonidos limpios (Warm y Bright) resultan bastante naturales, y consiguen que nos olvidemos de que se trata de un ampli digital. Como es normal, son bastante neutros, y no reproducen el campanilleo de un ampli valvular, pero a cambio ofrecen claridad y una respuesta dinámica confortables. El ecualizador es más bien sutil y sin grandes estridencias, lo cual no es un problema, ya que los sonidos base están bastante bien calibrados, especialmente con guitarras de pastilla simple.
Crunch y supercrunch
[Índice]El terreno crunch (crunch y supercrunch) también rinde correctamente, pero es algo más comprometido. Nos gusta la dinámica y el carácter de la saturación, pero la respuesta de graves es algo difusa, y se echa de menos algo más de tirantez y una respuesta más rápida, especialmente al usar palm mute. Otro punto delicado de los sonidos crunch es que, al tratarse de sonidos que se encuentran a caballo entre los semilimpios y los más saturados, la puerta de ruido (que la hay, aunque no aparezca anunciada por ninguna parte) no funciona igual de bien en todos los puntos del recorrido del control de ganancia. Esta puerta está preajustada y no se puede modificar, pero si no llegamos a valores muy extremos (en los cuales vale más la pena pasar al preset OD1 o OD2), no supone ningún problema.
OD1 y OD2
[Índice]En los niveles más altos de ganancia encontramos los ajustes OD1 y OD2. La diferencia entre ellos no es tanto de nivel de ganancia como de respuesta de medios, en que claramente hay dos orientaciones. La distorsión es densa, tiene una dinámica aceptable y tiene grosor, y al hacer acordes se compacta con facilidad, tal vez demasiada. En general, la ganancia de los ID:Core 100 y el 150 tiene una cierta tendencia al fuzz -algo común en la mayoría de amplis digitales de este precio-. No obstante, y teniendo en mente el sonido de los amplificadores de la competencia y su gama de precios, se trata de un sonido correcto y que responde adecuadamente, especialmente a altos volúmenes, en que se asienta con facilidad en el contexto de una banda.
Efectos
[Índice]Cuando incluimos en la ecuación los efectos y el footswitch de dos (o cuatro) botones, es donde realmente cobran sentido los ID:Core 100 y 150, puesto que en muy pocos minutos somos capaces de crear un arsenal de sonidos con los que es posible tocar prácticamente cualquier estilo. Lo mejor de todo es que, al disponer de afinador integrado, ni siquiera hemos de preocuparnos de llevar alguno a la actuación. Sí hemos de advertir que los efectos son “de emergencia”, y aunque hay unos mejor que otros (los chorus y los delays nos han parecido bastante aceptables), en general tienen un nivel de fidelidad algo humilde.
Looper, octavador y función Super Wide
[Índice]La inclusión de un looper en estos amplificadores añade un extra de diversión. Es cierto que ya hace tiempo que otros amplis del mercado orientados a este sector incluyen esta función, por lo que probablemente se trate de una forma de que la serie ID:Core conserve su competitividad. Tras emplearlo durante un buen rato para trabajar nuestras bases y poner a prueba todas sus funciones, comprobamos que su comportamiento es preciso y sencillo. Está claro que la inclusión de un octavador exclusivo a estos modelos tiene relación con la herramienta de looper, ya que nos permite bajar o subir una octava el sonido de nuestra guitarra, ya sea para emular un bajo que aporte una base a nuestros loops, o para conseguir sonidos más agudos de lo que una guitarra puede emitir, y así añadir texturas con personalidad.
La función Super Wide, por su parte, mejora la experiencia de uso cuando trabajamos con efectos de delay, donde es más fácil percibirlo. La finalidad de esta prestación es aumentar la percepción de campo estéreo, teniendo la sensación de que el sonido se propaga de forma más amplia. La verdad es que no nos parece una característica muy necesaria ni esencial, ni creemos que nadie vaya a comprar estos modelos de amplificador impulsados sobretodo por ella. Pero es de agradecer que haya una preocupación por mejorar la experiencia de escucha, incorporando elementos del mundo de la producción de audio a los amplificadores.
Clips de audio
[Índice]Tipo de sonido | Clip de audio |
Clean Warm | |
Clean Bright | |
Crunch | |
Supercrunch | |
OD1 | |
OD2 | |
Pitch | |
Tremolo | |
Shred | |
Univibe | |
Chorus |
Conclusión
[Índice]Tanto el ID:Core 100 como el 150 juegan en los amplificadores pensados para ir “del dormitorio al escenario”, en que también se podrían encajar algunos modelos de la serie Spider de Line 6 o los Mustang de Fender. Donde algunas marcas apuestan por incorporar un nivel de prestaciones y ajuste obsesivo (y a veces excesivo para los aprendices), Blackstar ha optado por dejar fuera todo lo innecesario y que, de algún modo, pudiese obstruir nuestro camino a la hora de disfrutar tocando. Así, en sólo unos minutos con el amplificador, ya estábamos manejando con eficiencia casi la totalidad de sus funciones.
En el aspecto sonoro, se trata de un amplificador que rinde bien, encaja bien en la mezcla con la banda y, aunque no dispone de decenas de emulaciones de amplificadores y pantallas, resulta casi imposible sonar rematadamente mal. Todos los tonos son clásicos, tienen lógica, y no andan lejos de cualquier necesidad tonal básica que tengamos, aunque también debemos señalar que son sencillos y sin exquisiteces. Ambos amplis incluyen memorias, los efectos más recurrentes y un afinador (cuya información podemos ver en el propio amplificador, o en el footswitch de cuatro botones que se adquiere por separado), por lo que es muy probable que no necesitemos llevar ningún pedal a nuestros conciertos. Tal vez algunos echen en falta un Wah, como mucho.
Por lo tanto, a un precio inferior de 400 euros — 398 para el ID:Core 150 y 325 para el ID:Core 100 —, no hay duda de que es una posibilidad tener en cuenta para cualquier guitarrista que desee una solución sencilla y ágil para resolver sus necesidades en casa o en el escenario, o para un aspirante a guitarrista que se haya decidido a tener su primer amplificador de concierto. El hecho de que no sea un ampli convencional, e incluya prestaciones enfocadas al trabajo en el hogar, como un looper o conexión usb, no hace más que añadirle valor.
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