Amplificadores

Review de Boss Katana Artist, amplificador con multiefectos integrado

23/07/2018 por Micky Vega
Veredicto
El Boss Katana Artist se encuentra en una situación de dura competencia con otros amplificadores, y con una cierta desventaja en el área del precio. No obstante, hay que tener en cuenta que emplea un altavoz más orientado al sonido en directo, a diferencia de los otros amplificadores mencionados (excepto algunos modelos específicos de Blackstar ID:Core), que emplean un sistema más multifunción. Y en segundo lugar, que sus efectos ofrecen un nivel de trabajo profesional.

Durante los últimos dos años, Boss ha ido expandiendo sin pausa su gama de amplificadores Katana. Desde el primer momento, estaba claro que la intención era la de nadar en las mismas aguas que la serie Spider de Line 6 y, gracias a la buena acogida que han recibido, ahora poseen una gama comparable en variedad: desde los amplificadores más reducidos que prácticamente caben en una mochila, hasta amplificadores de gran potencia pensados para el escenario como el que protagoniza nuestro artículo de hoy.

El Katana 100 Artist es un amplificador de emulación basado en tecnología digital con efectos, que reúne el perfil de facilidad de uso y precio asequible de algunos de sus hermanos de serie, pero lo combina con algunas cualidades que lo hacen apto para los escenarios y usos más profesionales. Hemos tenido la ocasión de utilizarlo, y os contamos nuestras impresiones.

Aspecto y construcción

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El Boss Katana Artist es un amplificador que, por las generosas prestaciones que ofrece, podríamos considerarlo asequible en precio. Inevitablemente, hace que el aspecto exterior resulte algo menos imponente que un amplificador de precio medio o alto, en los que habitualmente encontraríamos paredes gruesas con tólex y esquineras metálicas. La carcasa del Boss Katana es algo más escueta, hecha de un material con un aspecto menos seductor, pero en ningún caso da una imagen descuidada ni poco profesional. El diseño es bueno, y al moverlo nos confiere una sensación de que confianza suficiente. Asimismo, algo similar ocurre con los controles, que están hechos de un plástico con un aspecto humilde, pero que son buenos en funcionamiento.

Prestaciones y facilidad de uso

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Boss suele tener tendencia a poner información bastante clara en los paneles de sus productos, y esta vez no es una excepción. En general, consideramos que la parte de amplificadores emulados (Amp Type) y de ecualización no tiene pérdida, y que no presentará apenas problemas a los que no tengan demasiada experiencia controlando equipos digitales.

Sin embargo, es verdad que, en un afán por concentrar funciones en el mínimo espacio, la sección de efectos llegue a causar alguna confusión, ya que medio recorrido de las perillas se dedica a un efecto, y el otro medio a otro. Además, el efecto que hay en cada mitad de dicho recorrido puede variar dependiendo del color que presente el botón que hay sobre cada perilla.

En resumen, no es algo a lo que cueste muchísimo acostumbrarse, pero si demanda una cierta intuición por nuestra parte o bien algunos minutos con el manual. Eso sí, esos minutos valen la pena, ya que junto con las gamas Spider V de Line 6, los Katana son unos de los amplificadores más completos en lo que a efectos se refiere que hemos visto nunca. Armonizadores, sintetizadores, modulaciones de todas las clases, y diferentes bloques de delay que podemos ubicar en diferentes órdenes de presentación están disponibles. Se nota que Boss no ha querido pasar por alto que los efectos han sido su especialidad y parte de la identidad de la marca.

Por destacar algo negativo, tal vez en esta versión de mayor tamaño de los Katana hubiese estado bien tener una mayor variedad de amplificadores entre los que elegir, y algo más de flexibilidad en la elección de simulaciones de altavoz. No es que las opciones actuales no sean válidas o suficientes para sonar bien, pero ya que es uno de los abanderados de la gama, hubiese aportado un punto recreativo el tener algo más de paleta de sonidos donde elegir.

Otros grandes aciertos del Boss Katana Artist son su conexión MIDI (ciertamente, una inclusión bastante profesional considerando el rango de precio), la posibilidad de editar completamente sus presets desde un editor, y aprovechar su conexión USB para grabar. Para este modelo, Boss además ha querido incluir un altavoz diferente, el Waza Craft G12W, más orientado a sonar a un ampli más tradicional, puesto que las funciones de directo son las prioritarias en este modelo. Es difícil precisar en qué medida esto ha aportado una mejora, pero en términos generales sí nos dio la sensación de que posiblemente sea el de sonido más dinámico y natural de la familia Katana

Sonido

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Generalizando (probablemente en exceso) podríamos decir que un emulador con la tecnología más vigente acostumbra a tener actualmente un precio entorno a los 1.000 euros. El Boss Katana Artist reúne en un mismo paquete un previo de emulación digital, una etapa de potencia de 100 w y un altavoz por unos 600, por lo que sería un error tratar de equiparar los sonidos que entrega con lo que la tecnología es capaz de hacer en este momento.

Lo que ofrece el Boss Katana es una solución que, dentro de un precio moderado, nos ofrece la mayoría de sonidos habituales del rock, pop, metal y otros géneros y más efectos de los que podríamos llegar a necesitar en la mayoría de los casos. Es por lo tanto el amplificador ideal para aquellos que estén haciendo sus primeros conciertos por salas y clubes, especialmente si tienen un batería enérgico.

De las emulaciones que posee, los limpios radicales y las saturaciones intensas salen mejor paradas que los sonidos intermedios, en los que hemos tenido dificultades para encontrar calidez. No será un impedimento para lograr tonos que, en mezcla, funcionen y nos permitan salir airosos de la batalla, pero definitivamente dan una respuesta algo menos realista y una cierta aspereza. Sí pudimos compensarla eligiendo la guitarra y posición de pastillas más favorecedoras y siempre un poco receptivos a su forma de responder a la dinámica, adaptándonos ligeramente. En general, es un amplificador divertido de tocar, aunque los sonidos estén más diseñados para ser antes funcionales que recreativos.

Afortunadamente, la colección de efectos que tenemos es muy extensa, lo cual aún añade más posibilidades de disfrutar, haciendo múltiples experimentaciones y combinatoria. Las modulaciones, los delays y las reverbs son muy válidas y muchas suenan realmente bien. También es sorprendente el nivel de ajuste que permiten, en muchos casos más elevado que pedales dedicados. Incluso efectos minoritarios como el armonizador o los sintetizadores hacen acto de presencia, y con una cantidad de ajustes razonable son utilizables en contexto real. En resumen, es muy probable que el Boss Katana realmente nos ahorre comprar una pedalera multiefectos, ya que no creemos que sea necesaria, a excepción de algún pedal de wah, whammy, o la mayoría de efectos de expresión.

Conclusión

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No todos, pero muchos guitarristas hemos comenzado de forma similar cuando éramos principantes y dábamos nuestros primeros conciertos: nos hacíamos con un ampli a transistores de unos 100W y le endosábamos sin piedad una pedalera digital por el input, en el ajuste más extremo posible. El Boss Katana nos ayuda a llevar a la práctica lo que realmente perseguíamos con ese concepto, pero con todas las precauciones necesarias ya preajustadas de fábrica, algo que evita gran cantidad de situaciones generalmente desaconsejadas, como emulaciones entrando al input de amplis reales, simulaciones de altavoz pasadas por otros altavoces físicos (y no FRFR, precisamente), o casos similares. Nuestra pedalera y ampli, todo en uno, y funcionando como es debido según la teoría.

Lógicamente, Boss no son los únicos en ofrecer este concepto: Line 6, Vox o Blackstar también están muy al día en este tipo de ofertas. Sin embargo, donde brilla el Boss por encima de los demás es en la sección efectos, donde creemos que gana por goleada. Desafortunadamente, el equivalente de Line 6 a este Boss Artist, el Spider V 120, es un duro combatiente, ya que incluye looper, capacidad inalámbrica (comprando el emisor por separado), salidas XLR y un diseño más orientado al trabajo Full Range, que puede ser útil para aquellos que deseen trabajar mucho a nivel doméstico. También el Blackstar ID Core 100 da guerra, ya que ofrece el footswitch incorporado, y ambos con un precio sensiblemente más bajo (Spider V 120 329 €, ID:Core 100 .319 €).

Por ello, y como resumen final, el Boss Katana Artist se encuentra en una situación de dura competencia con otros amplificadores, y con una cierta desventaja en el área del precio. No obstante, hay que tener en cuenta que emplea un altavoz más orientado al sonido en directo, a diferencia de los otros amplificadores mencionados (excepto algunos modelos específicos de Blackstar ID:Core), que emplean un sistema más multifunción. Y en segundo lugar, que sus efectos ofrecen un nivel de trabajo profesional, donde en otros productos similares cumplen una función más complementario y algo menos profunda. Por ello, es el amplificador recomendado a los que principalmente quieran usarlo en directo y quieran olvidarse de invertir en efectos complementarios (excepto los de expresión).

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