Guitarras

Review de Harley Benton Fusion-II HSH Roasted

17/01/2019 por Micky Vega
Veredicto
Un instrumento con un gran potencial algo oscurecido por la baja estabilidad de afinación. Aunque las versiones actuales de este modelo han mitigado esa parte, conservan lo positivo que esta ya tenia, como el buen aspecto, sus buenas prestaciones y un buen sonido.

Pros

  • El aspecto es excelente
  • El tacto es bastante agradable para su precio
  • Puente Wilkinson
  • Arce tostado
  • Sonidos interesantes

Contras

  • Su estabilidad de afinación es un problema serio
  • Algunas posiciones de pastilla son algo ruidosas

Suhr, Ibanez o Xotic son algunos de los fabricantes que han apostado por incluir el “roasted neck”, mástiles de arce tostado, a sus modelos. Esta técnica se utiliza en primer lugar para imitar las características sonoras de un mástil envejecido de forma natural, pero lo cierto es que está comenzando a ser un atractivo incluso meramente estético para muchos guitarristas. Por ello, no es de extrañar que Harley Benton haya apostado por crear un instrumento del mismo estilo, que cuenta con un mástil “roasted” y con un conjunto de especificaciones versátiles: la Harley Benton Fusion-II HSH Roasted. En guitarristas la hemos probado y os contamos lo mejor y lo peor.

Lo mejor

Las mejores cualidades de la Harley Benton Fusion II HSH Roasted comienzan en cuanto abrimos la caja: la guitarra luce un aspecto realmente bueno, protagonizado por la tapa de arce que, aunque sabemos perfectamente que es un veneer (una lámina delgada que tiene aspecto de maderas lujosas y que se coloca en la tapa para simular una verdadera tapa de arce con un cierto grosor, algo que sería mucho más caro), es efectiva y la hace parecer muy atractiva. A continuación nos fijamos en el agradable color oscuro del arce tostado, si bien en este punto, es algo menos convincente. La textura del mismo y su tacto resulta algo menos creíble, no es feo, pero no lo confundiríamos nunca con un mástil de arce tostado de una guitarra de alta gama.

El equilibrio general de la guitarra es bueno, la comodidad también y el ajuste que viene de fábrica es bastante adecuado. No nos ha parecido una guitarra incómoda, se toca bien y sin problemas, pero tampoco llega al extremo de incentivar el soltarse y querer perdernos en acrobacias, como lo hacen algunos modelos mucho más caros. Los acabados en general son buenos para una guitarra de este precio, aunque sin milagros: algunas terminaciones de la cejuela o de los metales de los herrajes genéricos (es decir, no el puente) se ven simplones. Pero nada grave, en global se nota que esta guitarra se apoya fuertemente en tener buen aspecto.

También estuvimos bastante satisfechos de encontrar un puente Wilkinson 50IIK y diversas opciones de conmutación de pastillas, que realmente abren la puerta a sonoridades diferentes y todas ellas usables. Ninguno de los sonidos es sutil o increíblemente detallado, pero para un principiante son totalmente decentes. Eso sí, estamos bastante seguros de que quien compre esta guitarra pensando ya en hacerle modificaciones, es muy probable que esté valorando mejorar las pastillas: nuestra postura es que hacerlo puede ser buena idea para ganar algunos enteros en sonido, especialmente en las modalidades de split coil.

Por último, encontrar afinadores de bloqueo también es una sorpresa a estos precios. Cumplen su función en cuanto a ahorrarnos tiempo cambiando cuerdas, pero debemos recalcar (y esto es algo que muchos guitarristas que frecuentan esta página ya saben) que su función principal no es la de mejorar la afinación, aunque anecdóticamente pueda ocurrir o dar esa sensación. Su razón de ser es facilitar el cambio de cuerdas.

Lo peor

El mayor problema que esta versión de la guitarra presenta es la estabilidad de la afinación. Y decimos "esta versión" porque los nuevos modelos ya han cambiado lo que probablemente era la parte crítica: el tensor de la pala (el "string tree"). En la versión que hemos probado, dicho tensor el mismo que montan los modelos equivalentes a este que llevan Floyd Rose. Pero claro: en los modelos Floyd Rose hay además la cejuela de bloqueo típica de dicho puente, y es probable que la estabilidad de afinación se salve gracias a ello. Aquí sin embargo hemos tenido problemas desde el primer momento hasta el último, haciendo difícil tan siquiera terminar una simple canción con la guitarra afinada. Como decimos, creemos que se debe a que este modelo probablemente necesite un mástil con tensores como los de la nueva versión (concretamente llevan los "rolling string tree").

La nueva versión de la HB Fusion-II parece haber corregido el problema de la afinación con otro diseño de tensor

El otro punto débil de la guitarra es el “hum” (ruido de fondo) que se produce en los modos split coil. Es normal esperar un aumento de este problema en los modos de pastilla simple de cualquier guitarra, pero tal vez en estas pastillas dicho fenómeno se de con algo más de intensidad. Nuevamente, una modificación de pastillas podría valer la pena.

Conclusiones

Es una guitarra económica, bonita y con prestaciones interesantes. Su gran problema es la afinación, que probablemente ya haya sido corregido en la nueva versión del instrumento. Con todo, es posible que esta guitarra pueda servir como una buena base para realizar modificaciones (siempre y cuando el coste de las mismas no supere un cierto límite en el que ya valga la pena comprar otro modelo completamente diferente al que no tengamos que modificarle nada). Entre las que nosotros aconsejaríamos, estarían todas las que apunten a una mejora de la estabilidad de la afinación (sobretodo en el modelo antiguo), y aquellas que puedan refinar y hacer algo más selecto el sonido de sus pastillas genéricas (marca Rosswell).

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