Algunos consejos en la práctica y estudio de la guitarra
Durante muchos años he visto como muchas de las personas que empiezan en el estudio de la guitarra suelen caer en los mismos errores a la hora de practicar, lo que hace que el resultado final carezca de los objetivos esperados o se alcancen a muy largo plazo, causando a veces que el alumno abandone. Voy a tratar de daros algunos consejos, que espero que os sirvan para dar una mayor calidad a vuestras prácticas.
¿Cuánto tiempo necesito dedicar al día?
Esa es una de las preguntas más habituales pero a la vez quizá la más complicada de responder, ya que ninguna persona es igual a otra y no todos respondemos a los mismos estímulos ni resolvemos las situaciones con la misma eficacia y rapidez. Lo que sí puedo deciros es que más que la cantidad de horas que puedas dedicar, sin lugar a dudas lo que realmente importa es la constancia y la calidad de las prácticas. Es mucho más beneficioso elegir un tiempo de práctica ya sea media hora, una hora o cuatro horas y tratar de realizar la práctica siempre en el mismo horario establecido, marcarnos una obligación.
Nuestro entorno de práctica
Debería ser un lugar tranquilo, sin obstáculos. Lo ideal sería un lugar en el que sólo dispusiéramos de los elementos imprescindibles para nuestra práctica y sobre todo, fuera distracciones -cierra las redes sociales, apaga el teléfono y aleja todos los elementos que puedan distraerte-.
Importante también el lugar donde nos sentamos, buscad una silla o taburete adecuado a vuestras características morfológicas.
Calienta tus músculos
Hay una tendencia generalizada a pensar que los músicos no necesitamos calentar: "si total las manos realizan miles de movimientos diarios, pues ya se calentarán solas". El problema es que las manos están preparadas para realizar movimientos naturales, y la práctica del instrumento musical no es una tarea para la que hemos nacido, es una habilidad impuesta. Por tanto debemos prepararnos igual que hace cualquier atleta. No nos tomará más de diez minutos al día. En breve prepararé una tabla de ejercicios que nos servirán para ello, pero de momento tomad nota.
Uso del metrónomo
Sí, lo sé, el metrónomo es una pesadilla, no hay nada peor que su sonido machacón y soso una y otra vez, y que se mete en nuestro cerebro por el oído y llega hasta la médula espinal. Y más pudiendo usar canciones de soporte o pistas de acompañamiento con los que podemos tocar encima y sentirnos como en una banda y además no se pierde nunca el tiempo, pero es que ese es el primer error del principiante.
El metrónomo no es sólo para que no te pierdas mientras tocas, el metrónomo es un elemento que nos sirve para entender de forma práctica las figuras rítmicas sin distracciones. Aprender a tocar poniéndo énfasis en los tiempos débiles en vez de los tiempos fuertes (una de las claves para tocar Gipsy Swing), el uso de síncopas, como realizar ejercicios para adquirir mayor velocidad manteniendo un buen pulso y un largo etcétera. Pero lo más importante de todo: el metrónomo es un elemento casi básico para desarrollar nuestro propio reloj interno. En realidad deberíamos prestar la misma atención a tocar con él que sin él, de forma que podamos ser autosuficientes e huir de su dependencia. ¿Acaso veis a un director de orquesta usando uno?, ¿o a un baterista? Tenéis que ser capaces de poder tocar sin él, pero para ello lo tenéis que interiorizar.
Empieza lento
No importa que se trate de aprender una progresión de acordes o de ejercicios de velocidad; empieza siempre por un tempo lento en el que te sientas cómodo y poco a poco ve incrementando la velocidad. En realidad el tempo al que deberíamos empezar lo determina el punto siguiente...
Cuándo pasar a otra cosa
Este es posiblemente el mayor de los dilemas. ¿Cuándo sabemos que tenemos dominado un ejercicio y podemos pasar a otra cosa? Bien, en este caso os daré la regla que yo sigo: si somos capaces de tocar algo tres veces seguidas sin equivocarnos ni una sola vez, sin un fallo —por pequeño que sea—, es que ya lo tenemos interiorizado. Por otra parte, si no lo logramos hemos de ser capaces de encontrar la razón de ello. Lo más habitual es que el problema venga determinado porque estés usando un tempo demasiado elevado, y eso es lo bueno de tocar con metrónomo: que su sonido no se degrada de la misma forma que una pista de acompañamiento cuando la bajamos de tempo, lo que nos distraería al no sentirnos cómodos con ella. Buscad también si estáis realizando las posturas y digitaciones correctas.
No os fiéis de las transcripciones que circulan por internet
Desde hace años internet ha sido un boom en esto de que los usuarios suban transcripciones de canciones a la red. El problema es que a diferencia de las transcripciones profesionales, estas no suelen ser revisadas por terceros, y eso puede provocar digitaciones que incluso a veces pueden ser peligrosas para la salud de nuestros dedos -aunque tampoco os alarméis, no es algo tampoco del todo habitual-. La experiencia os irá diciendo cuales de estas son correctas y cuales no.
Recordad también que la guitarra es un instrumento transportable y que una misma nota puede encontrarse en varios lugares a la vez, por tanto buscad también vuestra comodidad a la hora de ejecutar una pieza o ejercicio y encontrad otras posiciones alternativas. No hay nada de malo en ello.
Grábate
No hay ningún juez más estricto e intransigente que la grabación de tus prácticas. Estas te dirán exactamente dónde fallas y cuando debes poner más enfásis en las partes que tienes más débiles. Y por contra te permitirá ver cuales de ellas no son necesarias que machaques una y otra vez perdiendo un tiempo valioso que puedes aprovechar para reforzar allí donde no eres tan solvente. Hoy en día grabarnos con una cierta calidad está al alcance de cualquiera, aprovéchalo.
Diferencia entre práctica y diversión
El fin de toda práctica musical es la ejecución de la música. De nada sirve practicar algo que no podemos poner dentro de un contexto musical. Mi lema es: "no practiques mientras toques y no toques mientras practicas". Si estás realizando un estudio sobre las tríadas concéntrate en ello, y no lo mezcles tocando partes de alguna canción que seguramente te suene mientras estás realizando el ejercicio.
Pero por supuesto, necesitas un espacio durante tu calendario de prácticas para poner eso en contexto. Es ahí donde deberías utilizar otros recursos más libres, como la improvisación o el aprovechamiento de los ejercicios realizados durante la semana. Y sobre todo, lo más importante: diviértete. Es aquí también donde puedes perfectamente usar pistas de acompañamiento y de hecho es casi una obligación, aunque nada sustituye al calor de una buena jam en directo.
Espero que estos pequeños consejos te ayuden de alguna forma a desarrollarte más y mejor como músico, y recuerda que los foros como este son un magnífico lugar de encuentro en el que resolver vuestras dudas. Sentíos libres de exponer vuestros propios consejos con el fin de expandir este artículo.