Guitarras

Reparación de una rotura de pala en una Gibson ES-335

21/08/2018 por mdomato Actualizado el 23/08/2018

Esta Gibson ES-335, sufrió un golpe durante un transporte y al llegar a su destino apareció con la pala rota. Es una rotura bastante típica en ciertos instrumentos que están fabricados con el mango en una sola pieza. La razón es que la veta de la madera pasa de ser paralela al mástil en la zona del diapasón, para ser oblicua en el área de la pala. También justo en este punto es donde hay menos masa por el fresado del acceso al alma y por el perfil estrecho. En el siguiente gráfico, podemos observar la diferencia entre un mango fabricado en una pieza y uno fabricado en dos piezas, con un encaje en bisel.


El encaje en bisel es más seguro, ya que las vetas van en la dirección del perfil del mango y esto proporciona mayor resistencia, ya que en los mangos de una sóla pieza cada una de las vetas que atraviesan la pala son una zona peligrosa y frágil.

Por suerte, en luthería no hay casi nada que no tenga solución posible y esta una reparación que suelo hacer de la siguiente manera:

El primer paso es estabilizar la rotura para obtener una plantilla del área a fin de dar la forma correcta al injerto que se realizará.

Para el injerto es necesario obtener una pieza de madera del mismo tipo, en este caso caoba de Honduras. Partiendo de una tabla, se busca la dirección correcta de la veta y se extrae una lámina a que hay que dar forma con el domador de aros para que asiente en el rebaje previamente hecho.

Una vez encolada la pieza, es necesario darle la forma correcta, para esto usamos diferentes herramientas como formones, cepillos, raspillas, etc. Como podemos ver, es un proceso completamente manual. La forma final nos la dicta la plantilla que hemos obtenido antes de realizar el rebaje.

El siguiente paso sería barnizar. En esta guitarra, al tener un barniz transparente que permite ver la veta, tenemos un pequeño dilema, cubrir por completo o no el injerto. Después de un par de pruebas iniciales buscando el color y haciendo un barnizado de prueba, opté por cubrir el injerto, ya que la veta no coincide exactamente con la veta del resto del mango y será más llamativo que aplicar un degradado que tape la parte nueva.

Aplicar un degradado que no llame la atención y que se funda elegantemente con el resto del mango no es una tarea fácil, de hecho, tuve que decapar parte del barniz que hice hasta encontrar el barnizado que yo, en este caso, considero apropiado. Tras un nivelado y pulido del acabado, el instrumento ya se encuentra listo para volver a la batalla.

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