La Ibanez que vino a mi Vol. XIII

Capítulo decimotercero

Tras una larga pausa con ruptura sentimental incluida, me obligo a retomar la serie de escritos sobre la Ibanez RG270DX negra que un día me encontré de casualidad en una tienda de segunda mano. [ame="http://www.youtube.com/watch?v=4ADh8Fs3YdU"]Show must go on[/youtube]

El espectáculo debe continuar, que decía un señor de bigote.

Estaba repasando la electrónica y aprendiendo el funcionamiento del selector, para luego elegir un conexionado y sacarle provecho a mis tres pastillas dobles.

Polímetro en mano empecé a hacer combinaciones:

Voy a ahorrar la parte de cómo llegue a la conclusión de que nombrar así los terminales sería lo más cómodo, baste decir que alguna página de internet que no logro recuperar me ayudó mucho a plantearlo así. Los terminales con A y los terminales con B forman circuitos independientes uno de otro

Simplemente pondré aquí lo que ocurre cuando pones el selector en cada posición:

1 - Se conectan a1-A y b1-B
2 - Se conectan a1-a2-A y b1-b2-B
3 - Se conectan a2-A y b2-B
4 - Se conectan a2-a3-A y b2-b3-B
5 - Se conectan a3-A y b3-B


Ahora vamos a aplicar esto:
Conecto el terminal A al volumen.
Conecto un extremo de la pastilla del puente a masa (por ejemplo a la carcasa de un potenciómetro) y el otro extremo al terminal a1.
Cuando ponga el selector en la posición 1, la pastilla quedará entre el volumen y la masa y sonará.

Así, se conectan las tres pastillas a cada uno de los tres terminales a para que en las posiciones 1, 3 y 5 suene cada una de las pastillas. Sin más. Nótese que hasta aquí no hemos utilizado la circuitería B para nada.

La magia y lo bonito de la electrónica viene con las posiciones intermedias (2, 4) pues permiten hacer combinaciones de pastillas, incluyendo usar las dobles como simples y demás.

El conocimiento te da libertad, y la bendición de la libertad es tener opciones. Y esa es su maldición, también.

Pero esto ya fue una tortura cerebral distinta...

(Continuará)