La Ibanez que vino a mi Vol.X
21/02/2010 por
zabu | 1 min de lectura
Capítulo décimo
Mi intención era pasarle un paño con pulimento al cuerpo para que luciese, pero viendo el anillo de plástico que rodeaba a la pastilla del mástil, me di cuenta de que podíamos hacer algo más (el anillo estaba roto y los tornillos oxidados).
Además, de paso podría elevar la pastilla central y que generase un poco más de señal, aunque no podía hacer muchas pruebas mientras no recolocase el puente y pusiese cuerdas.
Por otro lado, del hueco de pastillas salía bastante porquería así que me armé de valor y tomé la decisión de repasar "casi" a fondo la electrónica.
Antes que nada, saqué la misteriosa pastilla central y le di la vuelta para verle la matrícula:
"Dimarzio DP182"
Ni idea.
Pero para algo está San Google, así que la pude identificar como una Fast Track 2. Desconozco las cualidades de esta pastilla pero lo más fácil era buscar el precio y la encontré por unos 60 euros... aunque haciendo ahora la búsqueda para poner el enlace sólo la veo por 95.
[Edito: La encontré por 65... sabéis dónde?]
Me fastidia un poco que por todos lados la ponen como "pastilla únicamente para el puente"... pero volvemos a lo mismo: apareció, vino a mi, la tengo que aceptar sin condiciones. "Ella es así".
(o sea, como todas :P)
Resumiendo, entre la pastilla central y las v7/v8 de Ibanez (que las encuentro siempre de segunda mano entre 40 y 50 euros) ya se llevan más de la mitad de lo que pagué por la guitarra. Creo que no me puedo quejar por la compra.
Y entonces, armado con un sombrero y un látigo, cogí una antorcha y levanté la tapa de los potenciómetros cual sarcófago de tumba egipcia (o estigia, para los más frikis)...
(Continuará)
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