La verdad y la mentira
22/12/2008 por
Gustavo | 1 min de lectura
Caminando por la Tierra, una tarde de calor bochornoso, la verdad se acercó a la orilla del río, vestida con sus radiantes ropajes. Decidió refrescarse y quitándose sus deslumbrantes atavíos, que dejó colgados de unas ramas, la verdad desnuda se sumergió en las aguas.
Tiempo después, la mentira acertó a pasar por el lugar y quedó atraída y fascinada por las estupendas vestiduras que dejara colgadas la verdad. Sin dudar un momento, se desprendió de sus oscuros y opacos harapos y se vistió con las ropas de la verdad.
Así ataviada, fué donde vivían los hombres, quienes al verla tan luminosa y brillante, la recibieron con regocijo y entre ellos se quedó. Cuando la verdad salió de las aguas, buscó sus ropas y al no encontrarlas fué desnuda, donde habitaban los hombres.
Pero los hombres no soportaron a la verdad desnuda y la echaron de su lado. Así, caminando solitaria, al tiempo, acertó a pasar por el lugar donde la mentira había desechado sus harapos y a falta de algo mejor, se los puso.
Y con esas raídas y simples vestiduras se presentó ante los hombres, que sin mayor agrado la toleraron y terminaron por aceptarla. Y se dice que desde ese tiempo: anda entre los hombres, la mentira vestida de verdad y la verdad vestida de mentira.
Un saludo grande a todos,
G
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