¿Es el equipo de guitarra amateur más profesional que nunca?
Esta misma semana, el técnico de monitores de Steve Vai, el español Dani G., se conectaba en directo con nosotros para explicarnos en qué consistía el equipo del guitarrista californiano, así como el de sus compañeros.
[youtube]https://www.youtube.com/live/xZq3Mw7R0uI?feature=share[/youtube]
El equipo de Steve es, obviamente, el más grande y complejo, pero el de sus compañeros, Phil Bynoe y Dante Frisiello, me llamó la atención por algo. Y es que era algo relativamente alcanzable por un usuario aficionado actual, tanto en complicación como en precio. Phil llevaba un Line 6 HX Stomp XL, un inalámbrico Line 6 G75, y un pedal de volumen Ernie Ball (y una fuente de alimentación). Sin sacar la calculadora, la cosa queda cerca de los 1000-1500 euros.
Puede ser una cantidad grande para algunos que leáis esto, pero es menos dinero que irse de vacaciones 15 días a según qué país, o que comprarse una moto para ir por la ciudad. Y se ve mucha gente no rica que hace ambas cosas, así pues, vamos a suponer que es un importe incómodo, pero no imposible.
Más exigente era el de Dante Frisiello, un cabezal Victory, una pantalla Laney, un Fractal FM9 y un par de pedales. Eso ya es bastante más caro, alrededor de 4.000 euros. Eso ya es más difícil poderselo permitir, pero también hay mucha gente en el foro que, si suma el valor de su equipo — sin contar las guitarras — puede obtenga una cifra que no ande lejos.
A estas alturas del artículo alguno ya estará en desacuerdo por varios posibles motivos, pero dejadme matizar antes. Claro que sigue habiendo artistas actuales que llevan en directo auténticas bestialidades. Joe Bonamassa, John Mayer, The Edge... Todos ellos siguen el patrón clásico del artista de estadios que lleva decenas de miles de dólares en equipo, y por lo tanto, es casi imposible acercarse a ese paradigma.
Pero hay un gran abanico de artistas que ya está usando equipos que no son significativamente mayores que los que tiene gente de a pie. ¿Qué es lo que ha cambiado? Estuve reflexionando sobre ello, y valoré algunas cuestiones que me gustaría compartir con vosotros.
El avance tecnológico
[Índice]De todas las hipótesis que voy a presentar, esta es mi favorita. Algunos equipos "domésticos" de hoy superan a los profesionales de hace décadas.
Leía con entusiasmo, hace no mucho, este excelente post en inglés sobre el equipo de la gira del Black Album de Metallica, y no solo me sorprendió la enorme cantidad de equipo que se movía en la gira (imposible pagarlo en una sola vida), sino también lo ineficaz que era (hablamos de principios de los 90).
Os pongo un ejemplo, y al loro, porque es más complejo de lo que imaginaba: en aquel momento James llevaba un cabezal Mesa Boogie IIC+ conectado a una caja de carga Rocktron Juice Extractor, que además incorporaba ecualización y el circuito de supresión de ruido Hush. La finalidad era convertir el sonido del cabezal a nivel de línea para enviarlo a una segunda etapa de potencia que era la que se encargaba de la amplificación, la Mesa Strategy 400 Power Amp. Sí, estaba usando doble etapa de potencia, pero solo una de las dos estaba realmente amplificando.
El problema era que el Rocktron Juice Extractor era una unidad muy mala comparada con las cajas de carga que tenemos ahora, y está documentado que se necesitaron varios backups del Mesa Boogie IIC+ durante la gira por daños en el transformador, muy posiblemente relacionado con el Rocktron. Se calentaba en exceso, de hecho, la pegatina "Caution Hot" de la ESP de Kirk Hammett es la que venía pegada en el Rocktron Juice Extractor según el citado artículo.
¿Se habría tenido que conformar hoy en día con una caja de carga poco fiable? No, y nosotros seguramente tampoco. Hoy tenemos toda la información: que si son resistivas o reactivas, la potencia que pueden soportar, si alteran mucho el tono o poco... hoy es muy normal hablar de esas cuestiones en la portada y comentarios de Guitarristas.info, y ninguno de nosotros somos James Hetfield.
Otro caso de lo mismo que me pareció curioso: James utilizaba como muchos músicos de estadios de la época, un switcher looper de Bradshaw, el Bradshaw RSB-12 Switching System. Bradshaw era muy conocido por este tipo de sistemas, pero el autor del mencionado artículo expresa muy bien la realidad al compararlo con el contexto de hoy en día:
El sistema Bradshaw fue revolucionario para la época y se vio aparentemente en todos los racks de giras importantes en ese momento, pero se considera arcaico según los estándares modernos. Era notoriamente difícil de programar y utilizaba electrónica activa en la ruta de la señal, lo que a veces dejaba al usuario final con una coloración desagradable del tono que era difícil de corregir. — Silverwulf
¿Cuántos resultados encontraríamos en el foro de Guitarristas relatando problemas de Tone Suck? ¿Y cómo de exigentes somos ahora al respecto? Pues probablemente mucho, hasta el punto que los fabricantes que hacen productos para nosotros — no para megaestrellas — se toman molestias como ofrecernos True Bypass o Buffered Bypass seleccionable, Analog Thru, Spillover y otras prestaciones únicamente pensadas para calmar esa preocupación.
La conclusión es que hoy la tecnología no sólo es más avanzada, sino que posiblemente es más asequible que en décadas anteriores. Y eso ha causado que algunos productos no necesariamente muy caros ya hagan hoy en día lo que necesitaba el profesional. Seguramente Phil Bynoe tiene la fiabilidad y calidad sonora suficiente de su pedalera HX Stomp XL, y Metallica están satisfechos llevando un par de Axe-FX III cada uno (sigue siendo caro, pero no son 5 cifras ni 6), aunque podrían llevar una tienda de guitarras entera si quisieran.
Pero es que además, esos avances han sido moldeados por lo que el público pide, lo que desean tener. ¿Y cómo saben lo que quieren antes de tenerlo? Eso nos lleva a la siguiente cuestión.
El público tiene más información que nunca
[Índice]Quizás suene exagerado, pero antes de la llegada de internet, ciertos temas estaban envueltos de algo de oscuridad. Sí, teníamos televisión, bibliotecas y otras formas de acceso a la cultura, pero en la biblioteca de mi barrio no había ningún libro titulado "el método de los cuatro cables, riesgos y ventajas". Ese tipo de información completamente específica llegaba o bien por las revistas especializadas o el boca a boca, pero ambos tenían un límite.
Llegar a los trucos y al conocimiento era un proceso lento de ir acumulando datos "de oídas" y luego tratar de completarlos consultando a los expertos que tuvieses a mano. Internet cambió eso por completo, y de repente se produjo una explosión en el saber sobre guitarra. True Bypass, Buffers, Cajas de carga, esquemas de pedales, radiografías de Gibsons, modificaciones, reviews de meros compradores del producto. Eso fue un cambio total que hizo que la gente sepa más lo que compra, lo que necesita y lo que quiere.
No es que los fabricantes hayan dejado de tener por donde abaratar, más bien han de procurar que sea difícil detectarlo. Pero desde luego que hay algunas cosas que ya no cuelan. Y eso hace que ahora más que nunca tengamos, por ejemplo, pedaleras tiradas de precio con pantalla táctil, loop de efectos, Midi, programabilidad, leds de colores, salida USB... ahora es la descipción de una pedalera normal, y no muy cara, pero habría sido una locura en 1995.
¿Quiere el público más de lo que en realidad necesita?
[Índice]No solo el público ha añadido presión a los fabricantes para hacer cosas cada vez más potentes, sino que posiblemente los fabricantes han visto en ello también una oportunidad de presionarnos a nosotros, convenciéndonos de que necesitamos imperiosamente su mejor producto. Vamos, que si no lo tenemos, algo irá mal.
Es una exageración, claro. Por suerte para nosotros, el marketing de guitarra no es tan agresivo como lo ha sido en la historia de otros productos, pero si hay un regustillo a la idea de que hay que estar a la última, tener la guitarra más exquisita, el multiefectos más moderno o el overdrive con los chips más místicos. Algo que obviamente no es cierto, podríamos hacer una lista interminable con artistas excelentes que, dentro de unos mínimos, tocan con lo primero que pillan sin darle la menor importancia.
Pero algo característico de esta época es que mucha parte del marketing se basa en hacerte sentir que te falta algo si no tienes el producto que anuncian, ya sea para tocar o coleccionar. Y eso es la gasolina perfecta para que acabemos comprando equipos mucho más profesionales de lo que en realidad necesitaríamos, algo que evidentemente refuerza nuestra teoría de que se está difuminando la línea entre el equipo profesional y el amateur.
La globalización y acceso a ciertos productos
[Índice]Tampoco hay que pasar por alto que, en los 90, cuando alguien quería algo muy exclusivo a veces espetaba el clásico "me lo tuvieron que traer de América". Hoy ya casi podemos comprar casi cualquier cosa, venga de donde venga. Pero antes ya podías enamorarte de un ampli o guitarra y tener la pasta, que como no hubiese nadie que lo trajese a Europa... la cosa se volvía mucho más complicada.
Eso evidentemente ensanchaba la brecha entre lo que tus ídolos californianos y tú teníais, sin duda.
Conclusión
[Índice]Posiblemente solo sea una impresión, pero sí creo que cada vez hay menos salto cualitativo en el equipo entre los famosos y el guitarrista de a pie, al menos en el backline. Como ya hemos mencionado en el cuerpo del artículo, siempre existirán los The Edges y los Bonamassas, pero cada vez más encontramos equipos que ni son desconocidos, ni están tan lejos del alcance económico del guitarrista amateur.
Quedaría por responder una pregunta mucho más difícil, ¿quién se ha acercado más al bando de quién? ¿Somos los aficionados los que cada vez gastamos más y nos lo tomamos más en serio, o son los pros los que han ido abaratando y ajustando más los gastos en equipo y facturación en los vuelos? ¿Es la música cada vez menos rentable y vale menos la pena gastar en equipos imposibles? Demasiada precisión para dar una respuesta firme, pero os animamos a opinar lo que penséis vosotros.