No son pocas las veces que ocurren los robos de guitarras, y no hace falta que sean grandes delitos que armen jaleo, muchas veces son a pequeña escala, y somos los particulares los que sufrimos las consecuencias. Son incontables las veces que han forzado un local de ensayo o que han aprovechado los momentos de confusión de después de una actuación musical para llevarse nuestras guitarras.
Pero, ¿y en las tiendas? Pues también pasa, y Guitar World cuenta un caso reciente llamativo: en Canadá dos individuos, cuya descripción ya está en manos de la policía, llevan un par de robos consecutivos empleando un método nada elaborado. Entran en la tienda de instrumentos, esperan alguna distracción y se llevan una guitarra en la mano, sin más, para después marcharse en coche tranquilamente. Esto ha tenido especial eco con su último robo, en que se han llevado una Les Paul de Gibson valorada en más de 5.000 dólares (posiblemente una LEs Paul Supreme), de una tienda que no ha querido revelar su nombre.
Sin embargo, la primera vez que actuaron se llevaron una Epiphone de unos 300 dólares del establecimiento canadiense Acorn Music Store, cuando justo al lado había otra de unos 1.000 dólares, según explicó el personal. Debe ser que, tras esa experiencia, debieron sentarse a leerse el catálogo de Gibson un poco mejor.
Este es el aspecto de uno de los dos sospechosos.
