Rainger FX Deep Space Pulsar, un pedal que sincroniza tu guitarra al bombo
La técnica del “Sidechain” es algo habitual en los estudios y los entornos de producción: se basa en controlar la intensidad de algún efecto (normalmente la compresión o el volumen) en función de la dinámica de una pista concreta. Como ejemplo práctico, en el dance es bastante habitual que una gran parte de los instrumentos de la mezcla bajen de volumen cada vez que entra el bombo. Esto, aparte de dar protagonismo a esa parte de la batería, genera un reconocible efecto de “bombeo”. Rainger FX ha decidido crear un efecto similar para nuestra guitarra, con la diferencia de que está pensado para el directo, por lo que incorpora una entrada de micro para que podamos hacerle llegar la señal del bombo real de nuestro baterista o caja de ritmos. Se llama Deep Space Pulsar, y lo podéis escuchar en el minuto 6:00.
Como habréis adivinado, la función principal del efecto es causar una bajada de volumen en nuestra señal cada vez que suena un bombo. Es posible retocar algunos detalles del efecto, como la relación de subidas y bajadas de volumen, así como el tiempo de recuperación, incluso invertir la respuesta para obtener justo el efecto contrario. La mayoría de pedales de la marca vienen acompañados de un gracioso accesorio, llamado Igor (originalmente fue lanzado junto a uno de pedales más conocidos de la marca, el Dr. Freakenstein, y de ahí el nombre). Consiste en un pedal que responde a la presión y que en algunos pedales sirve para crear efectos muy llamativos, aunque en el Deep Space Pulsar cumple una función más bien convencional: el Tap Tempo. Gracias a él, podemos llegar a introducir el tempo si no tenemos posibilidad de obtener un envío del bombo (que se conectaría al mismo jack de 1/8" mediante un adaptador).
Rainger FX tiene por costumbre crear pedales que se salen de lo habitual. En lugar de encontrar la clásica colección de overdrive, delay, trémolo, o boost, encontramos artefactos tan curiosos como el Dr. Freakenstein, con una aparatosa palanca que bien podría servir para que un monstruo cobrase vida, o un extravagante pedal de distorsión que lleva dos cables colgando en lugar de las clásicas hembras de ¼”. Incluso los pedales algo más convencionales, como su mini pedal de delay incluyen a Igor, para controlar parámetros como el feedback o el nivel de mezcla. Por no hablar de sus pedales de ruido blanco, el Air Traffic Controller y el Air Space Invader. En definitiva, pedales para guitarristas con ganas de aventurarse en sonidos inusuales y, a veces, hasta complicados.
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