Gibson ha anunciado recientemente el relanzamiento de uno de los pocos modelos eléctricos que se salen de las clásicas formas originales de la marca: la M-III. Este modelo surgió durante los años 90 con el fin de competir con las superstratos, pero desafortunadamente coincidió en ese periodo en que el shred estaba un poco "de bajón" y curiosamente el vintage se situaba a la alza, lo que se traduce a que posiblemente para una vez que Gibson quiso cambiar, escogió el peor de los momentos. Bajo el eslógan de "revolucionaria antes, radicalmente correcta ahora", parece que en Gibson quieren darle una nueva oportunidad aprovechando que en los tiempos actuales no hay tantos prejuicios como pudo haber en el momento de su salida.
Por supuesto han cambiado algunos aspectos de la guitarra original, empezando por la ausencia de golpeador -la verdad es que el anterior, una mezcla de tortoise y rayas atigradas todo hay que decirlo era un poco kitsch- y también han cambiado las pastillas que originalmente consistían en una 496R en el mástil, una 500T en el puente y una NSX single coil en la posición central, todo ello conmutado con un switch de cinco posiciones más un interruptor de palanca de tres, que permitían hasta nueve combinaciones posibles, ya que además las humbuckers se podían poner en modo single. En el modelo nuevo han optado por pastillas Dirty Fingers y un push-pull en lugar de conmutador de palanca. A destacar los inlays atípicos y el hecho de que dispone de 24 trastes. Está disponible en cuatro colores: Cosmic Cobalt, Electric Lime, Vibrant Red, y Orange Glow.
Su precio de lista es de 2082 dólares (unos 1500 euros al cambio). Tenéis más información en la página de Gibson.