TheGigRig G3S, el conmutador MIDI de pedales y amplis, ahora con pantallas OLED junto a cada pulsador
Me encanta esta familia de productos, cuyo nombre en español nunca acaba de asentarse. Algunos les llaman loopers, por aquello de que tienen varios loops para pedales, aunque es un nombre que no me satisface del todo porque se confunde con los otros loopers: esos que memorizan fragmentos de música para luego reproducirlos en bucle y poder tocar encima. Otros los llaman switchers, otros routers, pero los llamemos como los llamemos, la filosofía es la de administrar la señal de tal modo que nos evite andar pisando pedales como locos cada vez que efectuamos un cambio. Conectando todos nuestros pedales a ellos, podemos crear memorias en las que algunos pedales intervienen y otros no, pudiendo hacer cambios muy complejos con un solo pisotón.
Luego están las prestaciones extra: la posibilidad de mandar mensajes MIDI (por ejemplo a pedales como los de Eventide, Strymon, o recientemente Boss y muchos otros), la pobilidad de conmutar los canales de nuestro ampli de forma coordinada a cada memoria. Las dos están presentes en este TheGigRig G3S, una pedalera controladora que hace eso y mucho más. La marca, que es propiedad de uno de los creadores del canal de Youtube That Pedal Show, es ya un referente en el sector de los accesorios controladores para grandes pedaleras y racks. Eso sí, todavía no ha explorado el terreno low cost: casi todos sus productos dan lo que prometen, y con creces, pero lo pagas.
Decíamos que esta TheGigRig G3S puede hacer más: tiene 99 bancos con 28 presets cada uno, ya que cada uno de los 14 botones tiene dos leds de colores diferentes, pulsándolos una segunda vez, nos llevan a ese segundo sonido que cada uno de ellos tiene. Los 12 loops para pedales nos permiten conectar otros tantos pedales mono, o si lo deseamos, emparejar algunos de esos loops para crear hasta 6 loops estéreo. Incluso la pedalera tiene dos preamplificadores programables, que nos permiten modificar la ganancia previa al preset y la final. Es ideal para igualar y ajustar volúmenes de cada preset cuando usamos pedales muy dispares.
Por último, y posiblemente una de las prestaciones más importantes de la unidad, son las pantallas OLED, que si mal no recuerdo, es una novedad en la marca. Hay 13, una por cada botón y una extra de mayor tamaño que nos permite ver la información general. Este tipo de pantallas son muy importantes a medida que vamos haciendo más y más presets, ya que nos recuerdan qué es lo que tenemos almacenado en cada uno.
Todo este tipo de funciones se controlan en otras unidades con menús y encoders, pero aquí se ha optado por una interfaz mucho más sencilla, en que cada botón hace una función bien clarificada. Además, tiene otras funciones interesantes, como conexiones para dos pedales de expresión, una función de inversión de fase para evitar bucles de masa (ideal para cuando usamos dos amplis) o el modo Stombox, en que podemos tratar cada loop de forma individual ignorando los presets. Incluso tiene Bluetooth, para poder editar la pedalera desde el G3 Web Editor, o la app para iOS. Ahí podremos editar y nombrar presets, así como utilizar el modo songlist, que gestiona los presets no por el orden en que fueron almacenados, sino por el orden en que aparecen en cada canción.
Como decíamos unas líneas más arriba, un producto con muy buena pinta, pero con un precio exigente: unas 1.250 libras.
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