Lo mejor: Resuelve problemas de estabilidad de afinación con trémolos clásicos
Lo peor: Puede resultar caro, tiene una durabilidad limitada
Lo uso normalmente en una guitarra Les Paul con Bigsby que tiene una pieza de cejuela de hueso. El problema es que al accionar el trémolo las cuerdas se destensan y rozan la cejuela, y al tensarse de nuevo, principalmente las entorchadas, no vuelven a su sitio y quedan desafinadas. Esto aplicado a los surcos de la cejuela permite que las cuerdas deslicen con mayor facilidad (similar al remedio casero del grafito).
Viene en forma de jeringuilla con varios aplicadores, importante conservarlo en un lugar donde no le dé el sol o mucho calor. De momento no puedo confirmar su caducidad puesto que solo lo he usado dos veces que he cambiado las cuerdas.
por Toni 
Lo mejor: Resuelve problemas de estabilidad de afinación con trémolos clásicos
Lo peor: Puede resultar caro, tiene una durabilidad limitada
Viene en forma de jeringuilla con varios aplicadores, importante conservarlo en un lugar donde no le dé el sol o mucho calor. De momento no puedo confirmar su caducidad puesto que solo lo he usado dos veces que he cambiado las cuerdas.