Lo mejor: Magistral combinación entre sofisticación y facilidad de uso, sonido absoutamente válido.
Lo peor: Aunque incluye simulaciones de altavoz y ampli, es mucho mejor para usar con amplificador que por línea o grabada, funciones para las que no escogería esta pedalera por sí sola.
La BOSS Gt8 tiene un nivel de ajuste realmente extremo. Cada sección, efecto y función tiene decenas de parámetros que podemos llegar a ajustar hasta lograr lo que queremos, lo cual hace las delicias de aquellos a los que nos justa retocar sonidos.
Esto normalmente suele ir ligado a menús muy confusos, pero la Gt8 tiene un manejo sencillísimo: casi todas las funciones importantes tienen un potenciómetro físico, disponible en todo momento. Esto hace los ajustes de última hora una tarea sencilla, y nunca me dio pereza perfeccionar un sonido.
Conectada al retorno un amplificador a válvulas (o a una etapa valvular), se pueden llegar a obtener sonidos absolutamente convincentes con los que da gusto tocar. Su punto flaco es la emulación: no suena muy real cuando la pedalera es la encargada de emular altavoces, por lo que la descartaría si la vamos a usar para grabar y deseamos sonidos realistas.
Para tocar en directo conectados por línea resulta algo mejor, puesto que la acústica de la sala acostumbra a darle un pequeño extra de realismo al sonido. Pero tampoco es donde destaca particularmente.
La función "Solo" también es un acierto: te da justo lo que necesitas para subir el volumen, ganancia y medios. Además, puedes asignarla al botón CTL junto con más funciones si lo deseamos, con lo que podemos asociar a dicha función un delay, una reverb o la activación del Wah. Eso es fantástico en directo.
Sus último punto flaco tal vez es la pobreza de los pitch shifters y que el jack para controlar amplis solo pueda cambiar entre dos canales, y no sirva para los amplis de tres.
Lo mejor: Magistral combinación entre sofisticación y facilidad de uso, sonido absoutamente válido.
Lo peor: Aunque incluye simulaciones de altavoz y ampli, es mucho mejor para usar con amplificador que por línea o grabada, funciones para las que no escogería esta pedalera por sí sola.
Esto normalmente suele ir ligado a menús muy confusos, pero la Gt8 tiene un manejo sencillísimo: casi todas las funciones importantes tienen un potenciómetro físico, disponible en todo momento. Esto hace los ajustes de última hora una tarea sencilla, y nunca me dio pereza perfeccionar un sonido.
Conectada al retorno un amplificador a válvulas (o a una etapa valvular), se pueden llegar a obtener sonidos absolutamente convincentes con los que da gusto tocar. Su punto flaco es la emulación: no suena muy real cuando la pedalera es la encargada de emular altavoces, por lo que la descartaría si la vamos a usar para grabar y deseamos sonidos realistas.
Para tocar en directo conectados por línea resulta algo mejor, puesto que la acústica de la sala acostumbra a darle un pequeño extra de realismo al sonido. Pero tampoco es donde destaca particularmente.
La función "Solo" también es un acierto: te da justo lo que necesitas para subir el volumen, ganancia y medios. Además, puedes asignarla al botón CTL junto con más funciones si lo deseamos, con lo que podemos asociar a dicha función un delay, una reverb o la activación del Wah. Eso es fantástico en directo.
Sus último punto flaco tal vez es la pobreza de los pitch shifters y que el jack para controlar amplis solo pueda cambiar entre dos canales, y no sirva para los amplis de tres.