Fender Tone Master Pro (2023)

La usabilidad de este dispositivo es genial. Diría que es el mutliefectos más intuitivo y sencillo de utilizar que nunca he tenido. La puesta en marcha una vez sacado de su caja es rápida y las diferentes opciones y funcionalidades se presentan y utilizan de una manera lógica que permite empezar a trabajar con ella, crear presets interesantes desde el primer minuto empezar a conseguir sonidos de calidad con poco esfuerzo. Evidentemente para utilizar todo su potencial al 100% hay que invertir tiempo y esta usabilidad no nos va a salvar de echarle horas para probar la infinidad de combinaciones de amplificadores, pantallas y efectos.

El manejo del dispositivo se puede realizar de forma integral desde su gran pantalla táctil (la resolución y nitidez de la información es fantástica) combinada con los pulsadores que pueden actuar como diales para modificar cualquier parámetro. Pero también dispone de una aplicación de escritorio que replica exactamente lo que veríamos en la pantalla del dispositivo por lo que se unifica la forma de configurar y editar cualquier configuración y edición de presets.

Me encanta que todo se muestre en pantalla como si fuera una pedalera analógica porque, a modo de opinión personal, me agobia tener que rebuscar entre infinidad de opciones y parámetros.

Las conectividad es la esperada en este tipo de dispositivos de primer nivel, no creo que se eche nada en falta.

Y sobre el sonido, como siempre, habrá opiniones para todos los gustos y multitud de comparativas con pedaleras tradicionales y equipos analógicos. En mi opinión la calidad del sonido es excelente. No se si suena exacta y absolutamente igual que los amplificadores y efectos que trata de emular (como en cualquier pedalera los hay más o menos logrados), pero la calidad del sonido está fuera de toda duda y he podido conseguir los sonidos que quiero. Y la dinámica y los matices del sonido me ha sorprendido gratamente tanto en limpios como en sonidos saturados. En mi caso toco con un Fender Tone Master FR-10 y me encanta incluso a bajo volumen.

El precio es elevado, pero esto ya es una tendencia del mercado que se ve también en las guitarras. De cualquier forma tiene a su favor que es una plataforma joven que aún tiene muchos años de recorrido y actualizaciones, lo cual es de agradecer.