En 2005 tuve la oportunidad de adquirir una Gibson Les Paul Supreme en acabado Honey Burst, iba con la intención de comprar una Custom, pero al probar esta me decanté principalmente por su excepcional sonido.
Hay que destacar de esta guitarra, que a diferencia de la Les Paul Custom, no es sólida de caoba si no que tiene trae cámaras de resonancia así como dos preciosas tapas de arce que son una gozada a la vista ya que por la parte trasera no tiene las típicas tapas de acceso a la electrónica, lo cual es una putada si quieres cambiar las pastillas... pero bueno, la verdad que en mi opinión es algo que no le hace falta ya que la guitarra de por sí tiene un sonido redondo y gordo con un cuerpo exquisito y un sustain bestial.
Es una guitarra excelentemente construida, los detalles de la pala y del diapasón son exquisitos y el acabado de la madera es sublime, tanto que da pena tocarlo, es una guitarra que francamente, en mi opinión no es para machacar en directo ya que se podría considerar una obra de arte y es ahí el punto negativo que tiene... en todos estos años que la tengo jamás la he sacado a directo y no me arrepiento, es mi segunda guitarra principal para grabar, toques con el ampli que toques, el sonido que tiene es inmenso.
El precio... caro, ¿merece la pena gastarse el dineral que cuesta? pues depende, si buscas una guitarra para toda la vida, de esas que tocas con todo el cariño del mundo y si buscas una obra de arte que conservar y con los años tener una reliquia como el que tiene una joya, la respuesta es si...
Lo mejor: El acabado
Lo peor: Da pena tocarla
Hay que destacar de esta guitarra, que a diferencia de la Les Paul Custom, no es sólida de caoba si no que tiene trae cámaras de resonancia así como dos preciosas tapas de arce que son una gozada a la vista ya que por la parte trasera no tiene las típicas tapas de acceso a la electrónica, lo cual es una putada si quieres cambiar las pastillas... pero bueno, la verdad que en mi opinión es algo que no le hace falta ya que la guitarra de por sí tiene un sonido redondo y gordo con un cuerpo exquisito y un sustain bestial.
Es una guitarra excelentemente construida, los detalles de la pala y del diapasón son exquisitos y el acabado de la madera es sublime, tanto que da pena tocarlo, es una guitarra que francamente, en mi opinión no es para machacar en directo ya que se podría considerar una obra de arte y es ahí el punto negativo que tiene... en todos estos años que la tengo jamás la he sacado a directo y no me arrepiento, es mi segunda guitarra principal para grabar, toques con el ampli que toques, el sonido que tiene es inmenso.
El precio... caro, ¿merece la pena gastarse el dineral que cuesta? pues depende, si buscas una guitarra para toda la vida, de esas que tocas con todo el cariño del mundo y si buscas una obra de arte que conservar y con los años tener una reliquia como el que tiene una joya, la respuesta es si...