
La actuación al firmware 2.1 de la pedalera Headrush Gigboard incluye algunas novedades sabrosas, como la emulación de los tres canales del Peavey 5150 II, nuevas respuestas a impulsos, un efecto Drop para evitar tener que cambiar físicamente de afinación en nuestra guitarra, Whammy polifónico y algunas otras novedades. ¡Descúbrelas en nuestra review!
Lo mejor: Intuitivo, rápido y fiel a los modelos
Lo peor: A veces ruidos en algunas frecuencias y pocas actualizaciones
La pantalla es la delicia extrema, la sensación de funcionamiento extrasuave es total, arrastra y suelta, no hay perillas de ningún tipo, solo una para ajustes finos y la de volumen maestro.
Las recreaciones de amplis son muy buenas, quizá a veces demasiado redundantes, no creo que hiciera falta tener 20 modelos de amplis Fender y podrían haber incluido más variedad, aunque están todos los que han sido clonados por el resto y con algo de EQ podrías llegar a emular los que faltan, que al fin y al cabo son clones de los "4 miticos"
Los modelados de los efectos para mi es lo más flojo, actualizan poco y hay poca variedad, las unidades de ganancia y dinámica a veces parecen el mismo pedal ecualización de diferente forma. Los overdrives y distorsión tienen un espectro en algunos rangos que incluyen un ruido bastante desagradable, normalmente se arregla poniendo una eq paralela al pedal que suele apañarlo, pero hay que saber que, como y donde ponerla, cosa que no a todos les es práctico. Controlar los diferentes tipos de eq, o de compresor para principiantes es un poco locura.
Los de modulación después de un rato jugando con ellos se hacen aburridos y poco inspiradores, aunque hacen bien su función.
Los delays y reverbs más de lo mismo, hacen bien su trabajo en general, pero después de un rato resultan estériles, comparados con otras unidades, pero claro hay que tener en cuenta que esas unidades de las que hablo, cuestan 3 o 4 veces el precio de esta.
En definitiva, es un aparato increíble que está muy bien resuelto en cuanto al diseño y practicidad, con el pedal de expresión externo entra en un nivel nuevo y alucinante, la capacidad de configurar todo a placer es abrumadora, pero a la vez es muy sencilla de hacer empezar a sonar, ahora si quieres resultados épicos hay que currárselo muy mucho, con puertas y eq's paralelas y demás.
Buen aparato, compacto aunque no ligero para su tamaño, pero muy recio, muy sólido y muy bien diseñado. Y a su precio... no tiene rival.