Llevo con esta guitarra unos meses y me tiene enamorado! Superestrato con pala afilada (me encantan así), de aspecto ochentero. Mástil fino, comodísimo y rápido, con acceso aceptable a los trastes más agudos. Cero trasteos con ajuste de acción bajita. Puente Floyd original que por ahora, no desafina al usarlo, permaneciendo la afinación muy estable. Sonido cañero, como no podía ser de otra manera (monta EMGs 81-85). Controles muy sencillos: tono, volumen y selector de pastillas, ideal para quien no busque ir a lo sencillo.
Es una guitarra orientada al rock y metal, a distorsiones potentes, pero con baja ganancia también orfrece muy buenos tonos.
Lo mejor: Estética, comodidad al tocar
Es una guitarra orientada al rock y metal, a distorsiones potentes, pero con baja ganancia también orfrece muy buenos tonos.
La recomiendo totalmente!