Lo mejor: Comodidad y acabados de 10, un sonido muy versátil.
Lo peor: La calidad del input Jack y el plástico que lo sujeta.
1200€ nueva. Made in Japan. Usadas se pueden encontrar por 800-900€.
Comencemos por lo más obvio: sorprende muchísimo la estética y los acabados de esta guitarra. Desde los inlays hasta el gold top y la madera trasera. No he detectado ningún error de fabricación.
Esta guitarra es más ligera que algunas LP standard que he probado, pero algo más pesada que mi Strato 60 CS. Si bien no he llegado a fatigarme con ella tras un par de horas colgada. La comodidad del mastil es uno de sus puntos fuertes, sin duda. A medio camino entre un Slim y un fat, los dedos fluyen y la facilidad para los bendigs es notoria.
En cuanto al sonido, las p90 de series se defienden muy bien. Solo he podido compararlas con las p90 de una Epiphone Casino Koreana (Peerles), y hay mucha diferencia. En limpio son muy definidas y dulzonas. Un poco de reverb y a disfrutar horas. Enseguida se cabrean y saturan. Me ha sorprendido visto que son single. Tiene mucha más salida que las single de mi Strato. En cuanto le metes un overdrive, saca su garra. Muy compacta y con un rango muy interesante y completo de tonos según las pastillas utilizadas.
Cómo aspecto negativo, el Jack de input es de mala calidad, y el plástico crema que lo rodea se me ha roto ya en una mala postura del cable. Pero bueno, se cambia y a seguir.
Si se encuentra una de segunda mano, animo a cualquiera a probarla. Os sorprenderá.
por PA.LU.A 
por Toni 
Lo mejor: Comodidad y acabados de 10, un sonido muy versátil.
Lo peor: La calidad del input Jack y el plástico que lo sujeta.
Comencemos por lo más obvio: sorprende muchísimo la estética y los acabados de esta guitarra. Desde los inlays hasta el gold top y la madera trasera. No he detectado ningún error de fabricación.
Esta guitarra es más ligera que algunas LP standard que he probado, pero algo más pesada que mi Strato 60 CS. Si bien no he llegado a fatigarme con ella tras un par de horas colgada. La comodidad del mastil es uno de sus puntos fuertes, sin duda. A medio camino entre un Slim y un fat, los dedos fluyen y la facilidad para los bendigs es notoria.
En cuanto al sonido, las p90 de series se defienden muy bien. Solo he podido compararlas con las p90 de una Epiphone Casino Koreana (Peerles), y hay mucha diferencia. En limpio son muy definidas y dulzonas. Un poco de reverb y a disfrutar horas. Enseguida se cabrean y saturan. Me ha sorprendido visto que son single. Tiene mucha más salida que las single de mi Strato. En cuanto le metes un overdrive, saca su garra. Muy compacta y con un rango muy interesante y completo de tonos según las pastillas utilizadas.
Cómo aspecto negativo, el Jack de input es de mala calidad, y el plástico crema que lo rodea se me ha roto ya en una mala postura del cable. Pero bueno, se cambia y a seguir.
Si se encuentra una de segunda mano, animo a cualquiera a probarla. Os sorprenderá.