¿Por qué discuten los guitarristas? Los debates no resueltos más populares del mundo de la guitarra

Un foro es el lugar ideal para debates, tertulias y discusiones, y en Guitarristas tenemos de eso a raudales. Gracias a eso, comenzamos a tener una ligera idea de cuáles son los temas prohibidos, los debates sin solución, desacuerdos totalmente irreconciliables que, aunque no tenemos pruebas de ello, juraríamos que han roto amistades. Al mismo tiempo, son una dinamo de importante capacidad motora, que hace que la conversación se vuelva más acalorada, y quede demostrado que nos apasiona la guitarra y lo que la rodea.

Comencemos por uno, hasta cierto punto, esperable y razonable.

Decimos que es razonable porque en toda afición musical, deportiva, artística, o profesional en general, suele haber la costumbre de señalar "al mejor". Debe ser que a los seres humanos nos gustan las competiciones; sin embargo, y a diferencia del deporte, en la música no hay ganadores ni perdedores. Hay libertad total para que nuestro guitarrista preferido sea el que nosotros elijamos. Aunque, pensándolo mejor, en el deporte también: no siempre está nuestro corazón con los colores del que más gana. Si no, todos seríamos del mismo equipo

Entonces, si es tan subjetivo, ¿de qué se llenan las páginas de este debate? Pues normalmente en tratar de encontrar razones que conviertan las bondades de nuestros héroes en algo más palpable, algo más objetivo que poder presentar a los demás. Un recurso habitual es aludir a la técnica; otros prefieren señalar los éxitos comerciales como la venta de discos o entradas, otros la precocidad, otros el hecho de ser pioneros de un género. Por supuesto, al cabo de un rato, hay tantas variables que se vuelve imposible ponderarlas. Pero como pasa con tantas cosas en la vida, lo importante no es el destino, ¡sino el viaje!

Después de varias páginas de un debate cobre el mejor guitarrista, suele surgir otro inevitable: la importancia de la técnica. Ahí normalmente se queda uno francamente atascado, porque, ¿cómo resolvemos comparar un John Petrucci versus David Gilmour? Es como elegir entre que nos arranquen una pierna o un brazo, no se puede.

Y claro, otro problema es lo del feeling. Porque la técnica normalmente la aceptamos como el tocar siempre bien (y si puede ser haciendo cosas difíciles, mucho mejor). En eso suele haber algo más de acuerdo. Pero, ¿hay una herramienta de medición del feeling? Pues de momento, no, al menos hasta que Apple o Google hagan una. Y para empeorarlo aún más, a cada uno le llegan al corazón cosas muy diferentes. ¿Cómo reconciliamos eso?

Precisamente esa es la causa de que este debate no termine nunca. Y cada nuevo post, refuerza aún más la idea de que el que tiene técnica, no tendrá feeling y viceversa. ¿Es eso cierto? No tenemos ni idea, lo que sí sabemos es que se seguirá hablando de esto por mucho tiempo.

Cuando uno está saturado ante tantos amplis, pedales de distorsión, cargadores de respuestas a impulsos con acelerador de partículas de hadrón y thermomixes para sofreír plutonio enriquecido, llega el momento de soltar el legendario "el sonido está en los dedos". A veces también intercambiable por el también muy popular, el "no es la flecha, es el indio", funciona como el chasquido del guantelete de Thanos, capaz de disolver el caos cuando la batalla está en su punto de paroxismo.

Pero también como el chasquido de Thanos, deja algunos supervivientes, que se preguntan ¿es el indio igual de certero cuando usa distintas flechas? El debate se crea en ese instante. Y no es fácil, porque lo que en realidad están tratando de contestar esos tertulianos — o eso nos parece a nosotros — es, ¿por qué algo suena bien? ¿cuánto de lo que oigo, o incluso de mi propio sonido, proviene de la parte material del mismo?

Y no es poca cosa: nuestra experiencia del sonido de, por ejemplo, B.B. King, es la suma de una brillante composición, una interpretación solemne hecha en un instrumento elegido deliberadamente, en un gran estudio de grabación con un gran productor a los mandos (digamos gran equipo de técnicos si se trata de un show presenciado en vivo). ¿Cómo separamos el peso de cada elemento en la experiencia final?

Eso es lo que hace que este debate sea casi eterno. Lo único en lo que están de acuerdo los foreros es que si en la ecuación quitas a B.B. King, la cosa empeora bastante.

Se trata de un debate que tiene sentido en el mundo de la guitarra eléctrica, porque en el mundo de las acústicas y las clásicas no suele tomarse apenas en consideración. Esta peligrosa pregunta fue la responsable del temido hilo ¿Realmente la madera influye en el sonido?, que se prolongó más allá del espacio y el tiempo. ¿Por qué causa tanta sensación esta pregunta? Probablemente debido a que la guitarra eléctrica tiene varios elementos que tienen una influencia repartida en el resultado final: los sospechosos habituales son la madera, las pastillas, la calidad de los herrajes y cejuela o incluso el mero ajuste. En realidad, seguramente todo es cierto, y es eso precisamente lo que causa confusión, ya que de nuevo, nos obliga a contestar una pregunta simple con una respuesta compleja.

Otro peso pesado. Una persona ajena al mundo de la guitarra eléctrica tal vez se pregunte para qué es necesario decidir eso. Pero a los guitarristas no nos importa esa sabia reflexión, ¡queremos hablar de ello!

En nuestra defensa, hay muchos y muy variados subtemas que están empujándonos a cuestionarnos a nosotros mismos con respecto a ello. Quizás el más importante es que, en su día, la tecnología digital tuvo un debut muy pobre a la hora de tratar de igualar un amplificador real, generando un estigma que sólo ahora está empezando a disolverse. Otro factor es el hecho de que la guitarra se apoya mucho en la cultura vintage para realizar el marketing, al contrario que un smartphone o una televisión, en que lo bueno es simplemente la modernidad y las tecnologías más avanzadas.

Además, siempre ha habido una cierta brecha estilística entre las bandas de guitarra-bajo-batería y el mundo de la electrónica/DJ/synth, que aún ha acentuado más la desconfianza por algo con pinta de calculadora y que no tiene bombillitas dentro. Y no menos importante, existe una diferencia real entre el uso correcto de un amplificador valvular y el uso correcto de un equipo digital, lo cual crea a veces puede crear una experiencia de usuario frustrante.

Este cocktail facilita un animado debate en que cada uno destaca las ventajas e inconvenientes de ambos sistemas, muy difíciles de comparar ya que cada uno son el mejor en su propio campo.

No bromeamos cuando decimos que esta discusión está perdiendo fuerza por momentos, y creemos que la culpa la tienen los fabricantes. En cierto punto, comenzaron a ofrecer algunas pedaleras que tienen el tamaño y la pinta de los pedales sueltos, y a animaron a los guitarristas a combinarlos con sus pedales de toda la vida. Parece un hecho irrelevante, pero ha limado asperezas considerablemente entre la opción todo-en-uno y la opción de efectos individuales.

Sin embargo, el debate no ha desaparecido en absoluto, solo ha menguado. Los defensores de los pedales sueltos suelen afirmar que suenan mejor, y habitualmente también aprecian su mayor simplicidad. Sin embargo, los multi-pedales modernos han cobrado mucha fuerza, y han dado pie a una generación de guitarristas realmente expertos en cuestiones técnicas como la alimentación, los tipos de señales, los niveles, el manejo de control MIDI y otras cuestiones que antaño solo conocía el técnico de guitarras de las estrellas de Hollywood.

Ya no vemos mucho fuego en esta disyuntiva, pero cuando hay conversación acerca del tema, suele ser por parte de los que sienten que el mundo digital exige demasiado tiempo haciendo ajustes, restándoselo al de tocar música propiamente dicha.

Lo hemos reservado para el final porque sabemos que este os divierte. Ni idea de si a los fundadores de Tokai les gustaban las patatas, pero si supieran cuántas se habrán tragado sus guitarras al merendarse a las Gibson de otros foreros a estas alturas, abrían una plantación de patatales.

Si no eres muy habitual de los debates sobre guitarra seguramente no sabrás ni de qué porras estamos hablando: Tokai es una marca cuya especialidad es crear guitarras muy parecidas a las Gibson Les Paul, lo que la convierte en una alternativa probable si una Gibson nos parece muy cara, o no encontramos exactamente una como nos gusta a nosotros. El otro dato que necesitas saber es que hay no pocas personas que opinan que, en muchos casos, la copia ha superado a la original. Y eso ha tenido dos consecuencias de serias dimensiones en el foro de Guitarristas, una es la controversia creada entre los defensores de cada marca, la segunda es la frase mil veces redactada "Tokai se come a Gibson con patatas". Ahora ya lo entiendes.

¿Por qué se discute sobre eso? Pues como siempre, porque son cuestiones imposibles de demostrar objetivamente, pero que igualmente crean una gran necesidad de expresarlas. Algunos aprecian mucho la marca Gibson, y para ellos sí es un valor que aparezca escrita en su instrumento, y desean lucirla. Otros, por el contrario, lo ven precisamente una carga por la que pagar más dinero que tal vez no revierte en la calidad real del instrumento.

Otro debate que, por suerte, a veces se apacigua con un "el sonido está en los dedos". Menos mal.