El feedback provocado: la oveja negra del Home Studio
Los que hayáis hecho muchas grabaciones de guitarra, seguro que habéis vivido alguna grabando en la misma habitación que el amplificador y usando mucha ganancia. Esa es la situación ideal para sacar provecho del feedback, un efecto de realimentación que se produce cuando las pastillas de nuestra guitarra vuelven a captar el sonido que sale del amplificador. Es especialmente fácil lograrlo cuando usamos efectos como la distorsión, el fuzz o el overdrive estimulan este comportamiento en nuestro equipo de guitarra.
Tanto en estudio como en directo, obtener un feedback controlable que tenga cualidades musicales, acercándonos con astucia al altavoz, nos puede permitir hacer que nuestros solos, frases o finales/inicios de temas sean más espectaculares. Además, el feedback es también uno de los "clichés" de la guitarra eléctrica, uno de los "ruidos" típicos que el público no instrumentista puede esperar que hagamos y satisfacer sus expectativas. Todos hemos oído el clásico: "a mi me flipa cuando el tío aguanta la nota ahí un rato".
Hasta aquí bien, pero debemos recordar que una parte inmensa del público guitarrista de hoy en día tal vez no trabaja en grandes escenarios a menudo, ni graba en estudios con grandes volúmenes, sino que más bien suele tener un pequeño Home Studio doméstico donde poder hacer grabaciones silenciosas sin molestar a los vecinos. Eso quiere decir que el feedback va a ocurrir con mucha menos facilidad, o directamente no ocurrirá. Esto es porque el sonido cuando grabamos directos por línea no sale por nuestro ampli, sino por los monitores o por nuestros auriculares, normalmente a volúmenes en que el acople será infrecuente (imposible por auriculares) y de diferentes características.
Es más: cuando grabamos en un estudio de grabación profesional, pero estamos grabando desde el Control Room, las pastillas de nuestra guitarra no se encuentran en la misma sala que la pantalla que reproduce el sonido, lo cual puede conducirnos a una situación similar. Es por ello que los resultados cuando trabajamos de cualquiera de las dos maneras anteriormente escritas puede ser diferente a la experiencia de grabar cerca de nuestro ampli, no sólo en las pausas largas en las que dejamos respirar al feedback, sino posiblemente también en otros momentos menos evidentes pero igualmente importantes.
La ausencia de feedback o su debilidad, también nos impulsa a tocar diferente. Con emuladores digitales por línea, las notas sostenidas durante tiempos largos suelen tener un desvanecimiento menos dulce y natural que el que ofrecería un amplificador ante nosotros, acoplando suavemente y entregandonos un sustain infinito muy musical. Y es posible que eso acabe, sin darnos cuanto, llevándonos a evitar determinados los espacios demasiado largos, y empujándonos a la tendencia a "llenar el aire".
Es por eso que artistas como Metallica, aunque tocan con racks digitales conectados a línea, siguen llevando sobre el escenario una pantalla auténtica cuya única misión es la de facilitar el provocar el feedback, un recurso muy importante de los shows de bandas de metal y rock.
Soluciones
No tenemos por qué tirar la toalla, hay algunos pequeños trucos que, cada uno a su manera, puede devolvernos el gusto por las notas largas y pausadas, pudiendo así compensar, al menos parcialmente, las carencias de la grabación por línea en Home Studio.
Sistemas de sustain infinito en las pastillas
Algunos fabricantes como Fernandes o Schecter ofrecen pastillas de guitarra que permiten obtener sustain infinito. Lo curioso es que su respuesta es bastante natural y cercana a la de un feedback de ampli, por lo que puede ser un as en la manga muy útil para culminar una improvisación o un solo grabado que dé el pego.
Sistemas estilo Ebow
El Ebow es uno de los gadgets clásicos de guitarra eléctrica, lleva mucho tiempo en el mercado y tiene además algunas copias y alternativas económicas. La mayoría de ellos se sostiene con la mano derecha sobre las cuerdas e induce un feedback infinito que puede ofrecer varios modos (con diferentes sonidos de armónicos). Su único inconveniente es el de que tendremos la mano ocupada mientras lo usemos.
Muy curiosa es esta variante del Ebow, que nos permite tener las manos libres, ya que se sujeta en el pie del micrófono, por lo que solo necesitamos acercarnos hasta él con nuestra guitarra para que funcione.
Pedales de feedback
Boss ha tenido durante mucho tiempo en su catálogo un pedal llamado Feebacker, aunque uno de los que realmente ha logrado tener una gran aceptación ha sido el posterior Digitech Freqout. De un modo similar a los recursos anteriormente mostrados, podemos tener varios tipos de feedback, que recrean diferentes sonidos de armónicos. Además, el pedal puede funcionar en modo On/Off o solo mientras lo mantenemos pulsado.
Plugins de feedback
Como decíamos, el gran problema del feedback es su uso en el Home Studio. Por eso es natural que el mundo de los plugins también haya tratado de aportar alguna solución, hablamos de plugins como el Acoustic Feedback de Softube, una herramienta que nos puede venir de perlas cuando tengamos una grabación un tanto aburrida a la que le vendrían bien unos cuantos acoples bien gestionados.
"Trucos" para simularlo
Siempre hay efectos que, a falta de algo mejor, nos pueden ayudar a crear una falsa sensación de feedback. Desde ediciones hechas en el propio DAW, pasando por pitchshifters, sintetizadores o incluso pedales de Wah que, usados con pericia, pueden llegar a dar una sensación sonora de acople que en algunos momentos puede resolver la situación.