¿Cuál fue el primer pedal de guitarra de la historia?
En todos los instrumentos hay rebeldes que buscan su sonido tocando de maneras poco ortodoxas, que el típico profesor malhumorado que sale en las películas trataría de censurar. Pero en muchas ocasiones, en esa rebeldía reside la semilla del progreso y la transformación de la música. Especialmente en la guitarra eléctrica, que al ser un instrumento relativamente nuevo durante el siglo XX, contaba con la ventaja de no estar tan íntimamente ligado a lo académico.
Los guitarristas no tenían una hoja de ruta que marcase cómo debía sonar, simplemente se lo tomaron como un lienzo en blanco en el que todo valía. Incluso los errores: muchos usos tempranos de la distorsión en la música durante los 40 y 50 fueron resultado de amplificadores dañados que se usaron de todos modos. Pero una vez publicados esos temas, los guitarristas querían conseguir ese sonido deliberadamente, llegando a dañar a propósito los altavoces tratando de replicarlo.
El primer pedal de guitarra de la historia
Fenómenos como ese fueron la razón por la que hoy existen los pedales de efectos: cajitas capaces de alterar las cualidades eléctricas de nuestra señal para que no tengamos que andar perforando altavoces de nuestros carísimos amplis. Pero, ¿cuál fue el primer pedal de la historia? ¿Fue tal vez una distorsión?
Pues no: parece ser que el primer pedal de guitarra data de 1946, y era el DeArmond Tremolo Control, fabricado por la compañía Rowe Industries, y que podemos escuchar en el tema de 1955 "Bo Diddley" de Bo Diddley:
Rowe Industries era la compañía de Horace Rowe, pero se dedicaban solo a fabricar y vender. El verdadero creador del diseño fue Harry DeArmond, y no era su primera vez creando productos para guitarristas: previamente presentó en el mercado las primeras pastillas que podían colocarse en una guitarra acústica, basadas en una invención que su hermano mayor desarrolló a partir de una bobina de un Ford Model A cuando sólo tenía 10 años.
Volviendo al efecto DeArmond Tremolo Control, constaba de una carcasa de metal enla que iba el circuito y un pedal de control remoto, conectado mediante un cable. Se comercializó argumentando además que con el "auge de los solos de guitarra" se corría el riesgo de que los acordes resultaran aburridos. Un trémolo ayudaría a esos acompañamientos a "refrescarse" un poco.
Por supuesto, el primer fuzz llegaría más tarde: el Gibson Maestro Fuzz Tone salió en 1962 y es un referente para numerosos circuitos de fuzz de la época y actuales. Conocido por ser el sonido de "Satisfaction" de los Rolling Stones, configuró la que sin duda es la familia de efectos de guitarra más famosa. Pero al menos en esta ocasión, el trémolo le pasó por delante en el terreno pedalístico.