Artistas

Tommy Emmanuel: el gran genio de la guitarra acústica

11/06/2013 por Manuel_Baez | Actualizado el 12/06/2013 | 6 min de lectura

Armónicos con tapping, saltos de cuerda, una velocidad endiablada, sonidos percusivos casi extraterrestres, arpegios, melodía, armonía, palm mute, sonidos bluseros, influencia del country... Hablando así, podría parecer que nos estamos refiriendo a una gran figura de la guitarra eléctrica, pero lo cierto es que todas estas cualidades, y muchas más, están personificadas en la figura del guitarrista australiano Tommy Emmanuel (1955), genio de la guitarra acústica y uno de los músicos más destacados en los últimos 70 años.

La figura de Emmanuel alcanza, sin lugar a dudas, la de los grandes músicos de rock, jazz, pop y blues de los últimos decenios; Van Halen, Miles Davis, Metheny, Coltrane, Vangelis, Satriani... son referentes en su campo, pero en pocas ocasiones nos encontramos con un músico que genere un acuerdo tan absoluto sobre su genialidad en un campo tan amplio de la música como es la guitarra acústica.

Biografía

La historia de Tommy Emmanuel es la de un músico nacido en el seno de una familia de músicos, que se crió girando con su guitarra cuando apenas podía hablar. Con apenas 5 años, Tommy ya sabía lo que era la vida del músico de directo, tan parecida a la de un feriante, girando y girando por los áridos territorios de su Australia natal.

La vida del artista se labró sobre la figura paterna que dirigía el plano artístico de la familia, hasta que este fallece cuando Emmanuel tiene doce años, momento en el cual se decide a recibir algunas clases de guitarra, fuera del plano más académico de la música. La pérdida de su padre a una edad tan temprana podría explicar el coqueteo del artista a una edad temprana con las drogas.

Tras formar un grupo de escaso éxito con su hermano, y destacar sobremanera en concursos de jóvenes talentos australianos, forma parte de la banda de rock Dragon, en un aspecto mucho más eléctrico que parece cobrar más importancia que el acústico. Su desempeño con la eléctrica alcanza cotas insospechasdas para el común de los mortales, demostrando que hablamos de un talento innato en la música.

Sin embargo, la adicción a las drogas se interpone en el camino del artista y, en cierta forma, frena o retrasa su fulgurante carrera. Esta adicción termina por afectarle física y emocionalmente, llegando a una depresión que le aleja de la guitarra eléctrica. A partir de ese momento se centra en la guitarra acústica, más íntima y con la que consigue una comunión espiritual mayor (no obstante, se convierte al cristianismo para superar su problema de drogodependencia).

Tommy comienza una exitosa carrera en solitario que despega en Australia y, de una forma lenta pero inexorable, lo encumbra en todo el mundo como la gran figura de la guitarra acústica, siendo reconocido en el mundo entero y recibiendo incontables premios, hasta convertirse en un músico citado por los grandes de USA o Reino Unido, o participar en la ceremonia de las Olimpiadas de Sydney (2000) en una retransmisión mutitudinaria a nivel mundial.

Estilo

El estilo de Tommy Emmanuel comprende todo lo que podamos imaginar, si bien tiene una serie de rasgos característicos que han influenciado a posteriores generaciones (Andy McKee, Jon Gomm...).

Una de las principales características es el uso de la caja de la guitarra como elemento percusivo único, generando decenas de sonidos diferentes al controlar a la perfección la resonancia que emite cada sección de la caja. Esto hace del músico algo mucho más que un mero guitarrista, puesto que es a la vez un completo percusionista, logrando el efecto de one-man-band (banda de un solo hombre), al parecer que existen múltiples instrumentistas tocando una pieza cuando se trata únicamente de un guitarrista.

El uso de los armónicos naturales es también característico, alcanzando una maestría nunca antes vista en el terreno de la guitarra acústica. Su técnica se basa en los clásicos armónicos naturales con falso tapping, vistos por ejemplo en canciones de guitarra clásica como El testamento de Amelia, combinados con armónicos naturales tradicionales, a flor de traste.

Por otra parte, encontramos que utiliza una púa de pulgar para combinar su uso, agresivo y que le permite una gran velocidad de ejecución en los bajos, con la técnica más tradicional de fingerpicking, obteniendo así un hybrid picking que le permite utilizar de forma simultánea todos los dedos. Sin embargo, también utiliza el pulgar al estilo finger picking, sin púa. Es común que el pulgar alterne entre las cuerdas 6ª y 5ª para hacer desarrollo de bajos, mientras el resto de los dedos se ocupan de resaltar las figuras del acorde y lineas de adorno melódicas.

Su manejo de fingerpicking es propio de los mayores virtuosos, no teniendo nada que envidiar a la técnica de púa de Al Dimeola, o a la técnica flamenca de Paco De Lucía, además de incluír su particular forma de atacar los bajos o la percusividad, no únicamente de la caja de resonancia, si no de las propias cuerdas del instrumento.

El uso de arpegios mayores y menores se combina con las séptimas y acordes muy utilizados en el ámbito acústico, como los acordes suspendidos (tríadas que intercambian la tercera por otro intervalo), añadidos (tríadas que añaden una tensión de 9, 11 o 13), sextas... así como la incorporación de elementos más propios del rock, el blues, o el boogie, como los acordes de novena y la rama de dominantes alterados.

Utiliza por igual las sonoridades al aire más propias de la acústica tradicional, como las posiciones con cejilla o capo, para obtener una sonoridad más cerrada y menor resonancia, dependiendo del tema y la intención del mismo. También es común el uso de afinaciones abiertas, como el Open D, que combina con afinaciones standard.

Su estilo se mueve entre las melodías más dulces y cadenciosas, el estilo folk tradicional, el pop acústico, el rock, el blues a ritmo de swing, o incluso el country o el flamenco, dominando todas estas facetas y reuniéndolas en un único cóctel. Tampoco hay que olvidar las progresiones más clásicas, cuyas cadencias pronto se ven transformadas con el estilo propio del genial intérprete australiano.

Los tonos mayores y menores se entrecruzan formando una amalgama de emociones que van desde el optimismo más dulce y conmovedor, con un cierto deje a música pop y country/folk, a un aire melancólico, que parece manar del blues y las baladas tradicionales. Es común que un mismo tema presente de forma constante una alternancia entre mayores y menores, construída con tal elegancia que el oyente apenas se percata de los constantes intercambios modales.

Discografía

Repasamos su discografía obviando los discos en colaboración o banda, así como los famosos "grandes éxitos" o ediciones especiales para el mercado europeo y americano, pero respetando los discos de estudio y en directo que ha realizado en su carrera en solitario. Aún así, la discografía de Tommy, especialmente desde 1987, es muy extensa, alcanzando más de 15 discos

1979 From out of nowhere

1987 Up from down under

1990 Dare to be different

1992 Determination

1993 The journey

1995 Iniciation

1995 Classical glass