Efectos

Viaje al pasado: Digitech Whammy XP 100

Ni todo lo nuevo tiene por qué ser bueno ni todo lo viejo por qué ser malo. Desde los inicios de la guitarra eléctrica son incontables las propuestas de nuevas guitarras, pedales, amplificadores y, en definitiva, opciones sonoras que han salido a probar suerte al mercado. Algunos sobreviven hasta nuestros días, ya sea con modificaciones y actualizaciones o sin ellas. Otros sin embargo, se quedan atrás. En ocasiones por no vender lo suficiente, otras por no ser rentables e incluso, por ser productos tan buenos que restan posibilidades al resto de la oferta que hay en catálogo.

Anuncio de MXR de 1974

Sea como fuere, todos tenemos, o hemos tenido piezas de equipo de las que guardamos buenos recuerdos. Tal vez aún las tenemos, o tal vez ser averiaron, las extraviamos o las vendimos. Por ello, en este “Viaje al pasado”, vamos a poner la atención sobre productos que ya no existen, o versiones pretéritas de productos actuales que destacaron por algún motivo especial. Así pues, vamos a comenzar esta serie de artículos con uno de mis preferidos personales, el Digitech Whammy XP 100, una versión relativamente desconocida del clásico pedal de octavación de Digitech.

Whammy XP 100
Whammy XP 100

Breve historia del Whammy

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El Whammy, desde su creación en 1991 ha sido uno de los pedales modernos con mayor aceptación en las pedaleras profesionales. Es algo que tiene mérito, ya que el olimpo de los pedales suele estar ocupado, en su mayoría por pedales que llevan muchas décadas entre nosotros, y es rara la ocasión que aceptan entre sus filas a un nuevo miembro. El Digitech WH-1 (la primera versión) logró eso por completo, siendo usado por Steve Vai, Dimebag Darrell, The Edge, Radiohead, David Gilmour y muchos más.

WH-1
El modelo original: WH-1

Lo cierto es que desde entonces ha habido 6 versiones de este pedal (7, si contásemos el Digitech Ricochet, algo así como un Whammy pero sin pedal de expresión). Uno de los más vendidos y que podemos encontrar en multitud de locales de ensayo es el Whammy IV, curiosamente uno de los menos valorados por los amantes del original WH-1. También Whammy V y Whammy DT son productos relativamente populares, ambos lanzados durante los últimos años.

Modern Whammy
Las versiones más recientes del pedal.

Pero las versiones II y III del Whammy son los que más han quedado en la penumbra. El sucesor del WH-1, el llamado simplemente Whammy II, presentaba un chassis en color negro y una ventaja añadida respecto al WH-1: la posibilidad de navegar entre los diferentes presets mediante un footswitch adicional, aumentando su versatilidad. Pero el que nos motiva a escribir hoy es el que ocuparía el tercer puesto cronológico, un hipotético Whammy III cuyo nombre oficial fue Whammy XP100.

Whammy II
Whammy II, uno de los modelos más ignorados.

¿Qué lo hacía tan especial?

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El Whammy XP 100 formaba parte de una serie formada por cuatro productos, llamados XP Series, todos ellos presentando pedal de expresión (XP hacia referencia a “Expression"). El XP 100 en color rojo era el pedal destinado al pitch y filtros, el XP 200, de color azul, estaba centrado en la modulación. El dificilísimo de encontrar XP 300 era de color amarillo y estaba centrado en efectos de pad y synth station y, por último, el XP400 era una unidad de color gris dedicada a la reverb.

XP Series

Por lo tanto, el XP100 era una colección de efectos que incluía la mayor parte de las funciones del Whammy (pitch shifting, octavación, detune), varios tipos de wah diferentes, pedal de volumen, afinador incorporado y algunos sonidos de autowah (en que el pedal de volumen controlaba el rango máximo de apertura). Como os podéis imaginar, se trataba de un pedal que solucionaba la mayor parte de las necesidades de pedal de expresión de cualquier guitarrista en una sola unidad.

Whammy Xp 100
El Whammy XP 100 ofrecía multitud de presets.

Además, ofrecía la posbilidad de encender/apagar la unidad con el botón principal, navegar por los presets con el botón secundario y elegir entre dos modos de memoria: una con todos los presets disponibles y otro modo con sólo 6 presets de nuestra elección, para no tener que navegar por todos ellos en directo y facilitar el acceso a nuestros sonidos favoritos. Y no se queda ahi: apretando dos segundos el pedal accedíamos al afinador, e incluso llevaba una puerta de ruido que podíamos calibrar.

Whammy XP 100

¿Y su sonido?

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Lo más importante del asunto es que todo lo hacía razonablemente bien. Los sonidos de pitch tenían encanto y, sin llegar a tener la autenticidad del WH-1, tenían la capacidad de transportar a uno al sonido de los ‘90 de este efecto de forma mucho más satisfactoria que la versión IV. En los wahs se comportaba de forma más que correcta, aún siendo digitales. Como pedal de volumen la sensación era algo menos sorprendente, pero se trata de una navaja suiza sonora que entusiasmaba con facilidad. Aquí podemos ver un vídeo demostrativo, seguido de un interesante documento de John Scofield, usuario del xp 100.

Por si fuera poco, los verdaderos expertos en este pedal conocían un secreto: había la posibilidad de modificarlo para que, teniendo cualquiera de los cuatro pedales, se pudiera obtener el sonido de los tres restantes. Parece ser que la placa era idéntica en los 4 modelos, y una modificación de algunos de sus componentes permitía acceder a los sonidos de las cuatro unidades. De este modo, era posible obtener un “Super-pedal” de la XP Series.

Whammy XP 100
Whammy Xp 100 convertido a XP Series

Sus puntos negativos

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Aunque no demasiados, también tenía algunos puntos negativos. Por ejemplo, era mejor no confiar plenamente en su afinador incorporado, por motivos de precisión. También había un pequeño handicap relativo a los niveles de entrada: el Whammy XP tenía un potencíometro de nivel de ganancia de entrada del pedal, que supuestamente ayudaba a compensar las posibles pérdidas de tono derivadas del circuito. No obstante, existía una modificación que corregía por completo esta carencia mediante un buffer, anulando el potenciómetro.

Y aunque no se puede considerar en sí mismo un defecto, destacar que como todos los whammys previos al Whammy V, el XP 100 funcionaba con un transformador AC (no DC, como suele ser lo habitual en los estándares de pedaleras) por lo que había que tener un cuidado especial para no conectar accidentalmente algún otro adaptador no indicado. Restando estos aspectos, el XP 100 era unidad muy notable, hecha en metal y con lo necesario para ser utilizada.

Whammy XP 100

Entonces ¿Debería conseguir uno?

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Está claro que hoy en día es posible conseguir todos los efectos comentados en una sola unidad comprando un multiefectos. Pero aún así sigue siendo una pieza interesante para encajar en nuestra pedalera, si tenemos interés por capturar un sonido especial, con bastante personalidad. Tenía encanto y sonidos que aún hoy en día son difíciles de conseguir, en un espacio ligeramente superior al que ocuparía un wah Morley. Ni siquiera su sucesor actual más similar, el Digitech Expression Factory EX-7 logra ocupar su puesto del todo (para navegar por sus presets necesitamos un pedal adicional y sus opciones como pitch shifter son mucho más reducidas, así como la posibilidad de personalizar memorias).

Por lo tanto, su carisma sigue vigente, y cualquier guitarrista podría pasar un buen rato con él hoy en día. Como ventaja añadida, el hecho de que el XP 100 no goce de la gloria del WH-1 (que no es raro verlo de segunda mano por unos 400 euros) hace que su precio usado rara vez supere los 150 euros. Asi que sí, quizás deberías conseguir uno.

Whammy XP 100
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