Review de Headrush Core: clonación de amplis, Auto-Tune y mucho más en una pedalera compacta
Pros
- La única pedalera con Auto-Tune original
- Función de clonación de amplis eficiente y sencilla
- Pantalla táctil estupenda a todo color
- Buenas prestaciones de conectividad
- Footswitches muy personalizables
- Comodidad inalámbrica en actualizaciones y otras funciones
- Sonidos de emulación internos competentes
Contras
- Presets con sonidos algo desalentadores
- Efectos que cumplen, pero con altibajos en algunos apartados
- Alimentador externo
- Aún siendo más compacta que su hermana, lo es menos que otros competidores
- La interfaz de ajuste de pedales individuales puede mejorar
Headrush llegó al mundo de la guitarra de forma espectacular: con una colorida y luminosa pantalla táctil, un montón de botones de colores con su respectiva pantalla informativa, parecía que el futuro de las pedaleras ya estaba aquí. Y ciertamente, apretó las tuercas a otros competidores, que se vieron obligados a elevar el nivel de sus propuestas de multiefectos.
Ya estamos en la segunda generación de Headrush: tras la descatalogación de las primera edición, ya están entre nosotros la Headrush Prime, que ya revisamos ampliamente en un vídeo, y la Headrush Core, versión más compacta que es la protagonista de hoy.
Como siempre, entre sus puntos más positivos se encuentran la excelente pantalla, que ofrece una experiencia de usuario menos compleja que los típicos botones y encoders multifunción, y la presencia del efecto de corrección de afinación de voz Auto-Tune. Sí, efectivamente la Headrush Core es tanto una pedalera de guitarra como lo es para voz, pudiendo manejar ambas señales simultáneamente sin problema. Podemos de hecho entregarlas mezcladas o por separado, gracias a sus dobles salidas estéreo en 1/4" y XLR respectivamente.
Otro punto muy a favor de la Headrush Core es que, a excepción del menor número de pedales y la ausencia de pedal de expresión y pantallas invididuales para cada pedal, no se nos penaliza apenas por elegir una pedalera de menor tamaño. Tenemos la misma conectividad MIDI, de Loop de efectos, Wifi, Bluetooth, y de control de amplis, que encontraríamos en su hermana mayor.
Aunque tiene una gama de sonidos digna para esta gama de precios, es cierto que la selección de presets de los que uno parte al encender la pedalera no es del todo impresionante. La Headrush es más que capaz de dar mucho más cuando los retocamos, pero tal vez una mayor curación de esos sonidos ayudarían a tener una primera experiencia mucho más brillante. En todo caso la Headrush Core cuenta con la prestación estrella: la clonación de amplis, algo que puede aparcar nuestras preocupaciones sonoras acerca de los sonidos internos. Podemos crear nuestras propias emulaciones y con una precisión totalmente suficiente, de cualquier ampli y combinación de micros que tengamos a nuestro alcance.
La colección de efectos, aunque suela considerarse una prestación de segundo plano, es decente aunque no impresionante. Los efectos complejos son muy variados: algunos no son muy cálidos, otros tienen realmente buen sonido (como el efecto drop), pero presentan una latencia algo alta para el estándar actual, y no ofrecen tantas opciones de ajuste como otros competidores.
Sin embargo, el canal de voz, con todos sus efectos, es probablemente el mejor que hemos visto en una pedalera para guitarra y voz. Sumado al hecho de que tiene un excelente looper y una muy buena herramienta de prácticas con backing tracks que nosotros carguemos, la convierte en una máquina de hacer bolos en solitario difícil de batir. Llegarás a la sala con tu looper, tu canal de voz y de guitarras, todo ello saliendo por la salida que creas conveniente. Y eso es, a nuestro parecer, el punto fuerte que ni Helix ni Fractal ni Kemper tienen tan por la mano. O al menos, no presentado de una forma tan amigable y sencilla.
Conclusión
Aunque no supera a algunos valores establecidos del mundo de la emulación — que a estas alturas son difíciles de tumbar — la Headrush sigue su propio camino. Apuesta por los guitarristas cantantes, por la facilidad de uso táctil sin tener que leer apenas el manual, por un looper de primera y por la posibilidad de, si no te gustan los sonidos internos, simplemente crear los tuyos propios mediante una herramienta de clonación que no podría ser más sencilla de usar.
Es ideal para artistas que vayan solos, ya que podrán entregar un sonido de voz y guitarra terminado, siempre con el looper a mano y con la posibilidad de reproducir backing tracks ya sea desde la memoria interna, o desde la conexión Bluetooth. Quizás no tenga los efectos más cuidados del sector, o sus presets no sean los más lustrosos, pero lo compensa ofreciendo cosas que otras pedaleras no han explorado tanto.