Overdrive de "Low Cost": Behringer Vintage Tube Overdrive TO 800
07/05/2011 por
Mique Let | 10 min de lectura
Esta va a ser mi primera review a un chisme que no sea una guitarra. Nuestro protagonista de hoy va a ser un pedal, el TO 800 de Behringer, un pedal “low cost”, tan apreciado como controvertido. ¿Controvertido? ¿Por qué?, que diría Mourinho. Pues por su supuesta equivalencia a uno de los míticos de todos los tiempos, el excelso, magno y sublime TS 08 Vintage Tubescreamer de Ibanez.
A partes iguales, encontraremos defensores y detractores de los pedales Behringer en general y de este pedal en particular. Y estoy convencido de que muchos de los que defienden el TO 800 de Behringer no han tocado jamás con un TS 08, de la misma manera que, muy probablemente, muchos de sus detractores -y a la vez defensores del Tubescreamer- jamás han probado el Behringer. Yo tengo la suerte de haberlos probado los dos, motivo por el cual creo que podré ser objetivo, si bien he de reconocer que mi experiencia con un Vintage Tubescreamer se remonta a muuuuchos años atrás, en aquella época en la que se llevaban casi más los transistores que las válvulas y necesitábamos “chicha” extra para vitaminar nuestros amplis.
TS 08 igual que un TO 800? Pues yo diría que no…
Un servidor, que de electrónica sólo sabe aquello de que dos omhnios se fueron a dar un voltio, se metieron en un amperio y se dieron por culombio, va a remitirse exclusivamente a lo que le dicen sus oídos, y si tenemos en cuenta que quien os escribe tiene un oído en frente del otro, podéis figuraros la altura que va a alcanzar esta review, pero en todo caso, al final de este texto tenéis un test de sonido, que probablemente sí os ayude a haceros una ligera idea de cómo suena este chisme.
Al margen de las coincidencias o diferencias que puedan existir entre el diseño de la electrónica y la calidad de sus componentes y materiales, comparar un pedal que cuesta (no sé si también lo vale) cinco veces más que otro va a ser siempre arriesgado. Evidentemente, la producción en China abarata costes, la construcción en un polímero plástico en vez de metal también, y si encima le añadimos que el Behringer se vende sin caja –viene en un blister, como las aspirinas- obviamente podríamos obtener un producto similar a bastante menor precio, pero tanto, tanto… Pero no es sólo en el aspecto, ni siquiera en el envoltorio donde residen sus diferencias más importantes. En mi modesta opinión, también existen diferencias -y no poco importantes- no ya en el sonido en sí, que resulta bastante similar a algunos niveles, sino en la calidad de éste. Más adelante me explico.
Veamos qué dice Wikipedia de su primo mayor, el Ibanez, y luego le buscamos diferencias, si bien es cierto que la definición de Wikipedia casi nos sirve para nuestro protagonista.
El Ibanez Tube Screamer es un pedal de saturación (overdrive) producido por Ibanez. Su nombre tiene origen en el sonido que produce, muy parecido al de un amplificador de válvulas utilizado a alto volumen. El sonido de este pedal se distingue de la mayoría por comprimir la onda de sonido con muy poca pérdida de la señal original (creando un sonido generalmente asociado a ciertos tipos de blues). Este pedal puede utilizarse con un amplificador de transistores para imitar el sonido típico de los viejos amplificadores de válvulas, aunque muchos guitarristas prefieren utilizarlo en un amplificador a válvulas para llevar las válvulas de preamplificación a un estado de saturación. El sonido clásico de un Tube Screamer acentúa las frecuencias medias (entre bajos y agudos) mediante un circuito. Muchos guitarristas prefieren este tipo de ecualización ya que ayuda a evitar que su sonido se pierda en la mezcla de la banda. (Fuente: Wikipedia)
Bueno… casi que nos sirve, no? Vamos allá con él.
Presentación.
La verdad es que un servidor compró el pedal sin probarlo, dejándose llevar por el canto de sirenas de usuarios que lo comparaban al “de verdad”. Así que lo encargué y en en tres días estaba en casa. No sé si pasará con todos los ejemplares, pero este mío, comprado en Alfasoni, llegó sin caja. Viene en un blister de plástico transparente como si fuera un ambientador de coche. Su precio creo que fue de 28 euros. Y digo creo porque parece no estar disponible en las webs habituales que he consultado. El TS 808 de Ibanez cuesta en Alfasoni 186 euros. Ya está todo dicho.
Construcción
Tal y como comentaba hace un momento, no es de metal sino de un polímero plástico, sin embargo su aspecto es robusto y el armazón parece consistente.
Controles.
Como su primo mayor, viene con tres. A la izquierda el “drive” o nivel de saturación. En el centro un único potenciómetro de tono, que a medida que lo desplazamos hacia la derecha nos aumenta los agudos. El potenciómetro de la derecha, “level”, es el correspondiente al volumen. Analicemos estos potes.
El control de ganancia “drive” nos va a aumentar el nivel de saturación. Con el pote al mínimo, notamos un pelín más de “punch” en el sonido. A mí me gusta emplear ese tonillo con una saturación muy tenue para acompañamientos de temas al estilo Proud Mary. Con el ampli valvular al 3 (un Hot Rod Deluxe, en mi caso) donde empiezan a despertar las válvulas, con el pote al mínimo le añade un plus de cremosidad que particularmente encuentro muy guapo.
Si llevamos el pote del drive hasta las nueve de la noche (aproximadamente el 25% de su recorrido) suena genial para golpear las cuerdas una a una, como en un arpegio, satura un pelín más que al mínimo y se consigue ese tonillo tan guapo que podréis apreciar en el vídeo con el test de sonido que veréis al final de la review.
Llevándolo a las 12 de la noche (50 % del recorrido) casi llegamos al límite del rendimiento de este pedal si queremos tocar con amplis potentes y a volumen de concierto. Aquí tenemos saturaciones guapas muy blueseras, pero no lo pasemos de aquí si estamos tocando con volúmenes elevados o nos desilusionará.
Con el Drive a las 3 de la tarde ciertamente aumenta la saturación, aunque se nos amorrra un pelín –insisto que sólo a volúmenes de concierto, en casita, a niveles aptos para vecinos, sigue comportándose bien- y, lo que es peor, empieza a ser ruidoso y nos aparece un "hum" molesto, que se multiplica si lo usamos junto con otros pedales de overdrive o distorsión. En la prueba de sonido no se aprecia este “hum” porque ha sido grabada a volumen de andar por casa.
Con el Drive a tope, conseguimos una saturación considerable, pero pasada de vueltas. Se enguarra todo más, incluso a volúmenes caseros. Evidentemente si quieres sonar como Angus Young no es éste tu pedal.
No son pocos los que utilizan este artículo para empujar un poquillo el canal saturado del ampli, y suelen alabar su comportamiento en este cometido. Un servidor no consigue sonidos resultones así. Ya sabéis que los canales “drive” del Hot Rod no son su fuerte. Sí se comporta bien trabajando en equipo con otros overdrives. En mi caso, colabora con un BOSS SD1, y con el resultado de ambos trabajando codo a codo, definiríamos la palabra sinergia. Los dos ganan, siempre y cuando ambos trabajen a menos de la mitad de su rendimiento.
Para solear, especialmente para Blues, se comporta bien prácticamente en todo el recorrido, dependiendo de lo saturados que queramos sonar, eso sí... ruidillo a partir de las 12.
El control de tono (tone) es el típico de un solo pote. No da demasiado juego. Desplazado a la izquierda le quitamos agudos pero matamos bastante el sonido, desplazándolo a la derecha le añadimos agudos y brillo, pero se vuelve algo ruidoso. Con la Strato lo giro a las 11h. y con la Gibson lo llevo a las 2h. Pasarlo de las 3 es como meter al chino que lleva el pedal dentro a freir huevos en una sartén, y nos sale el “ssssssssssssssssss” por el ampli.
El control de volumen (level). Trabajando a bajos volúmenes en casa, colocándolo a las 12h. nos conserva el volumen del ampli en limpio. Si lo que queremos es achuchar a un valvular que ya va calentito, lo has de llevar a la 1 para conservar el volumen y a las 2 si quieres aumentarlo un pelín. Pasarlo del tres, es poner al chino de antes y a su primo a freir huevos a dúo.
Alimentación: Como la mayoría de estos chismes funciona con pila de 9v. , o con alimentación externa también de 9 v. Como he tenido experiencias desagradables con alimentadores no específicos para guitarra, hice caso de la recomendación del fabricante y pedí el pedal junto con su alimentador de corriente. Fracaso total. “Su” alimentador produce un chirrido de grillo en celo (criiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii) justo en el momento de conectar el pedal incluso con el drive al mínimo. Imagino que habrá sido una deficiencia de ese transformador en concreto, porque lo cierto es que en el local, probándolo con un alimentador Boss PSA -230 enchufado al Afinador (Boss TU-2), éste alimenta a cinco pedales, entre ellos el TO 800, y no se escucha ni una mosca. Total, que el alimentador que traía está guardadito en una caja muerto de risa, y no lo devuelvo porque probablemente me costara más el envío que el propio transformador.
Cachondeíto con el "Use only...."
Conclusiones: Nos encontramos ante un pedal con una excelente relación calidad precio, que se comporta perfectamente para uso en casa, grabar en el PC con un interfaz, pero que si lo sacamos de gira tiene sus limitaciones. Nos responderá si no le exigimos demasiado y si lo utilizamos con poco “drive” o en combinación con otro overdrive, donde el TO 800 no cargue con todo el trabajo, sino que sólo sirva para excitarnos el overdrive “bueno”. Compararlo con el Tubescreamer? Bueno… con poca chicha en el pedal, o con poca chicha en el ampli podría dar el pego. Pasándonos de ahí sólo se parecen en el color (y no demasiado) y en la nomenclatura (TO 800 éste, y TS 808 el otro).
A favor
- Precio.
- Rendimiento para uso casero.
- Rendimiento en concierto siempre que le exijamos poquito “drive”.
- Construcción en polímero. Para muchos esto es un inconveniente, pero yo me lo tomo como ventaja: menos peso, que se agradece cuando vas cargado con la guitarra, el pedalboard, los cables y el ampli y, especialmente, no se raya aunque lo sueltes en una bolsa rodeado de otros pedales, cosa que no pasa con los pedales metálicos. Que se lo pregunten a mi SD1 de 1983, que ya cuesta encontrarle el color amarillo del mogollón de arañazos y refregones que lleva.
En contra
-Ruidoso al pasar el “drive” de las 12
-Ruidoso al pasar el “tone” de las 3.
-Ruidoso al pasar el “level de las 2.
-Alimentador (al menos el que traía esta unidad) birrioso y estrepitoso.
-Lamentablemente no es un TS 808. Sería un chollo a este precio.
Y aquí os dejo una prueba en vídeo. Me vais a disculpar la calidad de sonido, porque está grabado con un micro Sony de 30 euros, directamente del ampli (Un Roland GC 408) a la entrada de micro del PC. Imagino que con un micro decente se apreciarían mejor los matices. Al final de la review, cuando se escucha “decentemente”, está grabado a través del USB Behringer Guitar Link, con el Guitar Rig, y con un preset que simula un Fender Twin Reverb en limpio.
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