Pequeños accidentes que podrían ocurrirte tocando en directo y cómo resolverlos
“Más sabe el diablo por viejo que por diablo”, dicen. Y debe ser verdad, porque los guitarristas con experiencia cuentan con todo un arsenal de trucos que les han ido librando de las situaciones incómodas que se puede uno encontrar en directo. Hay fallos que son de lo más normal: roturas de cuerda, cables que se desconectan, aparatos que fallan. Es inevitable, pero sí hay pequeñas cosas que nosotros podemos hacer para prevenirlos o arreglarlos rápido.
En este artículo, vamos a recopilar algunos trucos, son más viejos que Matusalén, pero si todavía estás en tus primeras actuaciones, o si simplemente nunca te has encontrado los problemas de los que vamos a hablarte, pueden serte útiles.
Un clásico: rotura de cuerda
[Índice]Empezamos con el más evidente, la rotura de cuerda. Si se te rompe la cuerda en directo, la situación más práctica es cambiarla por una segunda guitarra que hayas llevado al concierto. Podrías pensar que podrías simplemente poner una nueva, pero eso te tomará tiempo y romperá el clímax. Puedes dejar de tocar y coger la otra guitarra de inmediato, pero la mayor parte de la gente suele acabar la canción como pueden sin una cuerda, y la cambian antes de comenzar el siguiente tema.
Los profesionales suelen tener un backliner que está siempre atento a lo que les ocurre a los artistas de los que se hace cargo, por lo que en cuanto se da cuenta de que se ha roto una cuerda, va veloz a ofrecerles otra guitarra lista y afinada. Si tienes un amigo que quiere hacer eso por tí, también es una buena solución, pero cuidado: la línea entre el favor y la “explotación de colegas” es muy fina.
Ahora bien, si no tienes segunda guitarra, nadie te la presta, y te opones rotundamente a comprar una, tendrás que cambiar la cuerda. Si hay que hacerlo de esa forma, al menos es buena idea conseguir un devanador de cuerdas, para que el cambio sea lo más ágil posible. Es una sencilla herramienta que permite girar los afinadores más rápido y acelerar el cambio (bajo estas líneas).
Que se te suelte la correa
[Índice]No todas las correas ni los botones que las sujetan tienen siempre la medida ideal para que la fijación sea máxima. Por ello, y considerando que es posible que en el escenario te muevas bastante, sería buena buscar una solución para que la correa no se suelte nunca y la guitarra no se te caiga al suelo.
Una opción son las gomas de fijación, que se ponen después de poner la correa y dificultan que se escape del botón (hay quien las sustituye por gomas de gaseosa). También existen correas que ya llevan incorporada una solución de cierre más segura que la típica correa de piel. Y otra más sofisticada son los cierres de seguridad, que son piezas de instalación algo mas laboriosa, pues tienes que atornillar un nuevo botón en la guitarra. En general, se pueden alternativas en el mercado que hacen que la guitarra esté más firmemente sujeta.
Pisar accidentalmente un cable y desconectarlo
[Índice]Esta es otra cosa muy habitual, con la emoción del directo, pisas un cable y lo desconectas. Y ya no es sólo que dejes de sonar, es que el tirón puede ser malo para el cable, o para las dos cosas que esté conectando (tu guitarra y el ampli, por ejemplo). Pasar el cable por detrás de tu correa de guitarra y que quede ligeramente presionado puede ser una buena forma de que el impacto se lo lleve ese punto de presión en vez de la hembra jack de la guitarra. Con el ampli, puedes hacer algo parecido, usando el asa de goma del cabezal o combo. Hasta existen accesorios pensados especialmente para esto.
Con los pedales es algo más complicado, pero un poco de cinta adhesiva para fijar el cable al suelo puede cumplir la función bastante bien. Si tienes presupuesto, también hay bases para pedales personalizadas que llevan una conexión de jack de seguridad que evita las desconexiones accidentales (segunda foto).
Tropezarse con los cables
[Índice]Es un matiz del punto anterior que queríamos precisar. No tengas miedo a parecer obsesivo-compulsivo por poner cinta a los cables que van por el suelo para que se mantengan bien fijados contra él. De hecho, si revisas algunos conciertos en vídeo verás que no es nada raro fijar los cables al suelo con cinta para evitar que os tropecéis o desconexiones involuntarias. Eso sí, esto consume más tiempo y hace los cambios entre bandas algo más lentos.
Que se te caiga la púa
[Índice]¿Menuda tontería no? Pues no tanto. Piénsalo: eres principante, siempre vas por ahí con una púa porque siempre pierdes las demás. O incluso eres de los que siempre la pide prestada. Vas al concierto con la famosa púa, y en el tercer tema se te cae mientras tocas. Una púa de color negro, en un suelo negro, con iluminación muy escasa.
La solución es obvia: llevar varias, claro está. Pero no íbamos a hacer este apartado para decirte sólo eso, además te vamos a sugerir dónde y cómo. El bolsillo es una opción, pero mucha gente pone un poco de cinta adhesiva en alguna parte y pega ahí unas cuantas. Puedes poner la cinta en el lateral de la pala, en el lateral del cuerpo de la guitarra o sujeta de algun modo al pie de micro. También hay accesorios expresamente fabricados para sujetar las púas, y te darán un aspecto más profesional, algunos son para el pie de micro, mientras que otros son pequeños soportes adhesivos con resorte para pegar a la guitarra.
El inalámbrico deja de sonar
[Índice]Los inalámbricos ya no son sólo para los profesionales, ahora muchos grupos amateur y semiprofesionales pueden permitirse un equipo inalámbrico y disfrutar de la libertad que ello confiere. Pero no hay que ignorar que no son infalibles, y a veces pueden darnos fallos en forma de cortes de señal en un momento en el que no tengamos tiempo para averiguar el problema (muchas veces lo arreglarías buscando otra banda de frecuencias, pero entendemos que en medio del concierto podrías no tener tiempo para ello). Para descartar que el fallo sea por la pila, siempre es buena idea hacer el concierto con pilas nuevas o con un gasto pequeño, y reservar las más gastadas para las pruebas de sonido.
Cuando experimentes cortes y no sepas qué está ocurriendo, ten siempre un cable a mano, listo para conectarte de forma directa si no eres capaz de averiguar que está pasando en unos segundos o minutos. Además, cada vez más equipos inalámbricos tienen una entrada auxiliar para cable a la que puedes dejar ya conectado un jack, para que si hay problemas sea tan sencillo como enchufarse y sonar.
El monitor inear deja de sonar
[Índice]Otra tecnología que antes era sólo para profesionales, pero ahora se ha popularizado. Hablamos de llevar inears, sistema de emisor y receptor con auriculares inalámbricos específicos para escucharnos en directo, tanto a nosotros mismos como al resto de la banda, pero que también puede sufrir interferencias o cortes. El consejo de las pilas se aplica aquí nuevamente.
Pero una buena manera de prevenir, si no estás muy seguro de la fiabilidad de tu inear, es hablar con tu técnico antes del concierto para saber si pudieses tener la misma mezcla por el monitor de cuña que hay en frente de tí. Aunque es posible hacerlo, no es necesario que dicha cuña esté funcionando todo el tiempo, puedes pactar con el técnico que, si en algún momento tu inear falla, se lo hagas saber con un gesto y te pase el monitoreo por la cuña que tienes delante
Nota: Bueno, tenemos que admitir que en algunas salas, lo de “tener una cuña de monitor en frente de tí” es un poco optimista, ya que algunas tienen solo un par, y hay que sobrevivir con eso. Pero incluso en esa circunstancia, seguro que puedes llegar a algún acuerdo con el técnico y el resto de la banda.
El ampli se queda K.O.
[Índice]No es tan raro que un ampli te deje tirado. No decimos que tenga que pasarte, hay personas que hacen cientos de conciertos y nunca han tenido este problema, pero los fabricantes y expertos en amplificación conocen muchos puntos débiles a causa de los cuales es perfectamente posible que un ampli deje de sonar.
Por ejemplo, un pico de corriente puede hacer saltar el fusible de un ampli. Es un pequeño componente de protección, cuya finalidad es precisamente que el ampli no sufra daños. El caso es que no puedes seguir usando el ampli hasta que no lo cambies. Un fusible es algo pequeño y barato, por lo que, aunque nadie lo hace, no cuesta nada llevar uno en tu equipo. No hay razones realmente de peso para no hacerlo. Las válvulas también son algo con tendencia a fallar. Sí que puedes llevar todo un juego de repuesto, pero admitimos que es más caro, y mucho más inusual que los guitarrstas vayan por ahí con todo un juego de válvulas por si acaso.
Esos y otros son algunos de los fallos imprevistos que un ampli puede dar en directo. Pero las mencionadas precauciones de los recambios no son demasiado útiles si os ocurre a medio concierto, en el que posiblemente no tengáis mucho tiempo que gastar. No os vamos a proponer llevar dos amplis, pero a lo mejor no es tan absurdo llevar algún pequeño multiefectos de un presupuesto no muy exagerado que, si bien puede que no suene tan detallado como vuestro querido valvular, conectado a línea os permitirá terminar el concierto al menos. Dejarlo parcialmente cableado, listo para conectar a una caja DI si algo falla puede ser la solución más satisfactoria.