Rutinas III: Mi rutina
20/06/2009 por
Ataria | 8 min de lectura
Hoy os traigo la tercera entrega de mi pequeña "saga" de Rutinas. Muchos me han pedido que sea más concreta a la hora de hablar de la rutina, poniendo alguna como ejemplo. Puesto que es imposible generalizar en algo tan personal como lo es una rutina, he elegido la mía para explicar aspectos más concretos. En este artículo no sólo trataré cómo es, qué partes fijas tiene y bajo qué condiciones desarrollo mi rutina; os hablaré de lo que es, bajo mi punto de vista, la rutina, del instrumento.
Yo considero la rutina como la llave clave del aprendizaje eficaz y estable. Con un trabajo constante y organizado los pasos son contundentes y no das el siguiente sin haber asentado el anterior. Las ventajas de la rutina son varias, pero las más importantes son:
-Amplio conocimiento de uno mismo y sus capacidades.
-Motivación al notar los beneficios y los rápidos resultados.
-Perfeccionamiento al utilizar el tiempo de forma inteligente.
-Ganas de autosuperación constantes al ir llevando un registro de lo que hemos hecho y mejorado.
-Endereza como persona y músico al aplicar disciplina, organización y constancia.
No obstante, también tiene sus peligros. Por una parte, los físicos: Hay que estirar antes, durante y después; no te llevará más de dos minutos mover un poco las muñecas, los dedos y los brazos para estirarlos (más adelante el estiramiento tendrá un artículo completo). Además, tenemos que tener la cabeza en su sitio; si notamos dolor mientras tocamos hay que parar, estirar, descansar y no volver a tocar hasta que el dolor se ha calmado. No seas inconsciente; no eres mejor ni molas más por tocar con dolor o más tiempo del que puedes realmente y corres el riesgo de lesionarte a corto o largo plazo. Cada uno tiene una capacidad y un límite; con la rutina y algo de tiempo ambas cosas mejoran y cada vez tendrás más capacidad y tus límites cada vez serán menores. Trabaja siempre al 100%; ni más, ni menos.
Por otra parte hay otro tipo de peligros, para muchos, incluso peores que los físicos: los psicológicos. Esos peligros se producen al acabar tratando la música como rutina y no la rutina como parte de la música. Hay muchos que la rutina les motiva de todas las formas necesarias y no corren estos peligros, pero yo creo que si te olvidas de lo que la música en verdad es, corres el riesgo de perder la motivación, de desencantarte de tu instrumento y de, incluso, cogerle manía o asco. Por ello te recomiendo:
-Escucha música que te haga vibrar, sentir y disfrutar.
-Improvisa.
-Compón tu música.
-Escucha y toca con otros músicos.
-Intenta que la rutina no sea lo único que toques en el día; echa aunque sea media horita para tocar otras cosas, como repertorio.
Teniendo muy claros estos puntos, yo he formado mi rutina y teniendo muy claros estos puntos, es como me enfrento a ella día a día; no creo que haya otra forma mejor ni más sana para el músico de trabajar en el dominio de su instrumento.
Formando mi rutina
Como ya comenté en el primer artículo de Rutinas, el primer paso para formar una rutina eficaz es un previo examen de conciencia. Tienes que hacer un alto en el camino para preguntarte qué haces, qué sabes hacer, qué no sabes hacer y qué quieres hacer. Para ello es vital que seas sincero contigo mismo y veas las cosas como son; no tengas miedo de reconocer tus fallos y puntos flacos, porque para cambiar eso está la rutina. Yo cuando estaba pensando en mi caso tenía por un lado un buen sentido del ritmo, un picking muy trabajado y facilidad para los bendings; por otra parte no contaba con mucha velocidad, tenía una ejecución bastante sucia y poca consistencia en las rítmicas. Ello me hizo plantearme una rutina con especial atención en estos tres últimos aspectos, sin olvidar los primeros. Yo ya contaba con una carpeta llena de ejercicios separados por técnicas, pero si no es tu caso no tienes más que poner en el buscador "ejercicios guitarra". Te recomiendo que te pases por algún foro a pedir un cable; podrán pasarte PFDs o recomendarte páginas y ejercicios concretos.
Ejecución
Una vez escoges los ejercicios, los organizas para hacerlos cada día. El orden de mi rutina es el siguiente.
1-Calentamiento con el repertorio: Toco un poco todo lo que me sé de forma relajada, disfruto y me meto en el segundo paso.
2-Improvisación: Durante la ejecución de otras canciones suelen salir ideas nuevas. Aprovecho que ya he cogido el ritmo para improvisar. Al terminar ya estoy completamente preparada para seguir avanzando.
3-Ejercicios de sincronización y agilidad: La sincronización se refiere a la perfecta compenetración entre las dos manos. Suelo usar sobretodo ejercicios de John Petrucci.
4-Picking.
5-Skipping.
6-Ligados.
7-Tapping.
8-Sweep Picking.
9-Otros: Escalas, modos, estudio...
10-Repertorio.
11-Improvisación: Una vez estoy al 100% vuelvo a improvisar y las ideas del principio suenan mucho mejor. Estoy a tope y la fluidez es notable, por lo que disfruto como una enana de lo que hago sin preocuparme.
Antes y después de la rutina estiro dedos, muñecas y brazos. A veces cuando noto que tira mucho la muñeca me pongo una muñequera y cuando la tengo bastante forzada hago un pequeño parón para usar mi PowerBall, la cuál también uso para estirar. Todos los ejercicios los hago con metrónomo, empezando siempre desde velocidades modestas. Aunque el día anterior hiciera algo a 160, empiezo por 100-120 y aumento progresivamente. No dejo el ejercicio hasta que considero haber llegado al tope.
Volviendo al tema del examen de conciencia, por ejemplo al principio ponía más ejercicios del punto 3 y 6 mientras que de picking sólo hacía 2.
El Cambio en la Rutina
Con el paso del tiempo tú cambias y contigo, tu rutina. No tocas hoy como tocabas hace unos meses, ni son tus necesidades y aspiraciones las mismas. Por ello hay que ir renovando los ejercicios a medida dejan de serte útiles. Como digo, uno de los beneficios de la rutina es el conocerte a ti y saber perfectamente lo que necesitas y lo que no; a medida ejecutes tu rutina irás sabiendo mejor que nadie cuándo cambiar y encontrar el ejercicio adecuado a sustituir. La rutina está sujeta a cambios constantes, no tengas miedo de quitar un ejercicio y poner otro; quizás ese que pongas no sea el mejor. Quítalo y busca otro. También puede haber cambios en el orden de ejecución, aunque éstos no deberían ser más de un par de veces por año y es probable que en no demasiado encuentres el orden definitivo que más te sirve. Poco tengo que decir yo en este punto sobre lo que cambio, porque a ti es probable que no te sirva lo mismo que a mí y viceversa. Experimenta.
La Rutina potenciada por el Orden
No me cansaré de repetirlo: El desorden es igual a improductividad. Para mí, tener la mesa despejada, un lugar designado para cada objeto clave (guitarra, metrónomo...) y un aspecto limpio y ordenado en mi habitación es VITAL. El orden exterior se transmite a mi interior y me siento mucho más predispuesta a hacer algo como lo es una rutina. Como escribí en el anterior artículo de Rutinas, el orden no es sólo aplicable a la habitación en la que estudies, sino en tu trabajo y tu tiempo. Cuando haces una rutina, la máxima es la eficacia: Podrías pasarte toda una tarde con la guitarra encima enfrente del ordenador, sin metrónomo y tocando lo que te viene a la cabeza, pero has decidido dedicar un tiempo determinado de tiempo a currar algo predispuesto para que, el par de horas que estés, sea mucho más que toda una tarde con el ordenador enfrente. Cuando más orden impongas en tu rutina más efectiva será; si organizas los ejercicios a tocar no perderás tiempo buscándololos; si organizas el orden de ejecución, no perderás tiempo decidiéndote por cuál será el siguiente; si organizas dónde irá cada cosa, no perderás el tiempo buscando una púa y el metrónomo. La rutina aumenta su efectividad cuando está bien ordenada en todos sus aspectos.
Enemigos de la Rutina
Para terminar me gustaría identificar algunos elementos como "enemigos" de la rutina para que tengáis especial cuidado en evitarlos. Con todos ellos, lo más eficaz suele ser, una vez más, la organización. Si te pones un horario en el cuál SÓLO prestarás tiempo a la rutina y aprovechas el tiempo fuera de ese intervalo, evitarás cualquier tipo de distracción. El mayor enemigo de la rutina es, sin duda alguna, internet. Cuántas veces dejamos abierta la mensajería instantánea y acabamos hablando con un colega con la púa en la boca. A veces también nos conectamos para buscar una tablatura, ya que estamos, miramos un momento el correo, un foro, una cosa lleva a la otra... No creo que te ayude nada tener el ordenador enfrente mientras haces tu rutina. Si estudias frente a la mesa y en ella tienes el ordenador, apagado o con un bonito salvapantallas está mucho mejor. La rutina tiene otros enemigos como:
-El móvil
-La televisión
-Los videojuegos
-Gente
Cada uno debería saber cuál es su "punto débil". Normalmente con pactar contigo mismo el silenciar el móvil, tu horario de televisión y videoconsola y comentar a la gente con la que convives que durante X tiempo estás estudiando y necesitas concentración, suele ser suficiente. Ten muy clara una cosa: si te levantas en medio de la rutina es más que probable que ahí se quede por hoy. Incluso yo cuando voy al baño corro el peligro de encontrarme con uno de mis tres perros con ganas de jugar y ya pierda el rumbo, jajaja.
He hecho este artículo con la ilusión de que mi forma de trabajar pueda ayudaros. Ojalá sea así y pronto descubráis con mi forma de trabajar, la vuestra.
Un saludo!
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