Tecnología

Sistema de monitores in ear para bandas, ¿qué necesito?

Cuando un músico acaba un concierto y el monitoreo ha sido excelente, sobre el escenario todo ha sonado bien y se ha encontrado cómodo, rara vez no tienen un buen puñado de palabras de agradecimiento para el técnico de sonido. Lo he vivido desde ambos lados. Solemos agradecerlo especialmente porque no es lo más normal a nivel amateur o semiprofesional, hasta en salas con buen sistema de monitores y un técnico competente, que todo vaya tan bien. Incluso músicos que llevan sus in ear, que en principio es un sistema mucho menos problemático para hacerlo sonar aceptablemente, a menudo se ven en la tesitura de tener que quitárselos en mitad del concierto porque algo no funciona bien en su mezcla. Y no hay muchas situaciones más incómodas que la de tener que estar todo el concierto lanzándole gestos al técnico, rezando para que entienda lo que tratas de decirle.

Ed Sheeran con in ear

Por supuesto, no se puede culpar exclusivamente al técnico, ya que por lo general en la mayoría de conciertos hay un solo técnico (si es que lo hay) para hacer todo el trabajo de montaje y sonido, aunque sean cuatro o cinco bandas las que van a tocar ese día. Es una locura. El tiempo apremia, hay que abrir la sala y no puedes estar probando eternamente. Al final, el público es el verdadero cliente y es el que tiene que escucharlo todo perfecto, por mucho que nos pese a los músicos.

Pero es más, en los ensayos también es un problema habitual que los músicos no se escuchen unos a otros o a sí mismos y además los volúmenes a los que se suele tener que ensayar (y sí, si el baterista le pega en condiciones, hace falta mucho volumen) no son nada sanos.

Recientemente me he encontrado con muchas bandas que están optando por llevar ellos mismos su propio sistema de monitoreo a los conciertos, de modo que los propios músicos puedan llevar su propia mezcla ya configurada y solo tenga que hacer unos pequeños retoques en la sala, pudiendo usarlo también en los ensayos. En el foro también se han ido abriendo hilos al respecto. Supone una buena inversión, ciertamente, pero aporta una tranquilidad increíble y una calidad de sonido por la que a muchos nos merece la pena. Yo no lo cambiaría por nada.

Como es un sistema bastante más complejo de lo que pueda parecer a primera vista, con multitud de aspectos y de opciones a tener en cuenta y no paro de ver a músicos comprando y comprando equipo para hacer apaños que al poco tiempo ya no les sirven, he decidido hacer esta guía explicando paso a paso y componente a componente todo el sistema. No me limité a hacer una lista para que hagáis compras a ciegas. Sin duda es algo extenso y con cierta densidad, pero creo que está muy bien para tenerla delante en el momento de elegir el equipo e ir revisando que todo esté correcto. Traté de buscar opciones que fuesen relativamente económicas (los precios que aparecen son orientativos), también propuse algunas alternativas en cada punto para ampliar más el espectro de bandas a las que pueda ayudar y, sobre todo, busqué que pueda ir todo montado y cableado desde el local hasta la sala, así que me ceñiré en la medida de lo posible al formato rack.

NOTA: ya hay un artículo de MrLndr acerca de este tipo de sistemas que precisamente narra todo un proceso de compras y más compras por el que fue pasando hasta llegar a una solución definitiva. Podéis leerlo aquí.

Mesa de mezclas

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La mesa de mezclas es el núcleo de todo el sistema. Es el que nos va a condicionar en número de instrumentos y de mezclas que vamos a poder escuchar, así como la flexibilidad para trabajar nuestra mezcla.

Para este tipo de sistemas yo abogo por mesas digitales en formato rack, mucho más sencillas de transportar y de tener sobre el escenario. Se gestionan desde un dispositivo móvil o desde un ordenador, suelen brindar mayor cantidad de opciones de mezcla y en muchos casos control de monitores específico para cada músico a través del móvil.

Behringer X Air XR18

Yo recomiendo especialmente la Behringer X Air XR18. Es una completísima mezcladora, con gran variedad de opciones para pulir tu sonido al máximo. Tiene 18 canales (16 XLR y 2 TRS) y puede gestionar hasta 7 mezclas independientes (6 mono y 1 estéreo), pudiendo decidir tener 4 mezclas estéreo si se prefiere o un híbrido entre ambas opciones. Se puede controlar desde una tablet o un smartphone desde el propio escenario y admite control de monitores independientes, de forma que ninguno de los músicos pueda modificar por error la mezcla de los demás. También se puede controlar desde un ordenador e incluso puede ser utilizada como tarjeta de sonido multicanal, tanto para grabar como para reproducir, así que os servirá para lanzar secuencias o metrónomo directamente desde un ordenador y también podréis grabar fácilmente vuestros conciertos y ensayos. El precio suele rondar los 445 €.

Una versión más top de esto mismo sería la Behringer X32 Rack, que cuesta 789 €, pero en mi opinión a la mayoría nos sirve con la XR18. También existe la XR16, pero no os dejéis engañar por su nombre, ya que a la mayoría de bandas convencionales se nos va a quedar minúscula (solo tiene 8 entradas XLR, frente a las 16 de la XR18).

Splitter

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Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos a la hora de montar un sistema de monitores ajeno al equipo principal de la sala, es el dividir las señales de audio para que tanto el técnico de la sala como nosotros dispongamos de la señal que captan los micrófonos o que sale de nuestros aparatos. Si al técnico se lo ponemos muy difícil, corremos el riesgo de que nos diga que no lo podemos utilizar, y con razón. Ahí es donde entra en juego el splitter.

Yo recomiendo no invertir demasiado dinero en esto, pues en directo no considero que se vaya a apreciar en exceso la diferencia. Así que me he decantado siempre por los Behringer ULTRALINK MS8000, muy económicos y sencillos. Para cubrir los 16 canales, deberíamos instalar dos unidades. Rondan los 65 € la unidad, así que unos 130 € por ambos.

He visto alguna banda con cables «Y», pero a mí no me parece nada práctico. Los splitter van «enracados», el técnico los verá claramente y pueden ir perfectamente etiquetados para que cualquiera que no conozca el equipo sepa lo que está haciendo a primera vista. Además, es posiblemente una opción más económica.

Inalámbrico

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Aquí hay muchas opciones y es posiblemente la parte del equipo más crítica. Entran en juego muchas variables, como las frecuencias, la calidad del emisor, las características que incorpora...

Tras mucho investigar y haber visto en funcionamiento distintos sistemas, he llegado a la conclusión de que al menos en gamas económicas la opción más segura es conseguir un equipo que se maneje en las bandas libres de cada país, ya que el resto de bandas podrían estar ocupadas con distintos servicios y mejor ir a lo seguro. En España la banda libre es 863-865 MHz. Los equipos más sofisticados ya traen consigo sistemas dedicados a evitar las interferencias e incluso muchos compañeros tienen dispositivos económicos funcionando en bandas ocupadas por la TDT o el 4G y no tienen ningún problema. Yo, personalmente, no quiero jugármela.

NOTA: Si queréis más información sobre este tema, en España el Gobierno tiene habilitada una web en relación al Segundo Dividendo Digital. Internet tiene mucha información sobre esto, además. Así podréis sacar vuestras propias conclusiones.

Dentro de una gama económica y dentro de la banda que indico, yo recomendaría el LD Systems MEI 1000 G2. Lo he visto funcionar correctamente en entornos muy difíciles e incluso bandas de cierto nivel los llevan en giras bastante largas. Cuesta unos 275 €.

LD Systems MEI 1000 G2

Si os animáis a jugárosla con las frecuencias, también recomendaría the t.bone IEM 200, que si bien no lo he probado personalmente, muchos técnicos de sonido de mi entorno mantienen que en ciertos aspectos puede competir con gamas mucho más altas. Además, las críticas en internet son excelentes. No recomiendo ninguna de las demás gamas (IEM 75, 100 y 150), pues no he visto más que problemas con ellos y varios amigos técnicos concuerdan con ello.

Y si queréis tirar la casa por la ventana y compraros un sistema profesional, de una calidad incuestionable, iría a por un Sennheiser ew IEM G4 E-Band. En este caso, ya subimos a cerca de los 1000 €, pero tendréis un cacharro top.

En cualquier caso, necesitaréis al menos uno para cada músico que se mueva por el escenario. El baterista y el teclista, por ejemplo, podrían llevar cable si quisieran ahorrarse esta parte del equipo y además eliminar los problemas que conllevan los IEM.

Auriculares

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Quizás es el punto donde más discrepancias aprecio entre los profesionales. No es necesario invertir una gran suma de dinero para obtener una calidad de sonido decente, aunque casi siempre estas gamas económicas fallan un poco en el aislamiento. Sí que es cierto que la mayoría de profesionales del sonido que conozco han invertido una fortuna en ellos, pero a mí nunca me ha hecho falta y en mi entorno hay decenas de músicos con gamas más asequibles e incluso imitaciones (de las que hablaré más adelante).

Dentro de la gama «baja» (menos de 100 €), encontramos modelos como los Shure SE215 o los Sennheiser IE 40 Pro, cuyos precios oscilan entorno a los 85-95 €. Para mí son suficientemente buenos.

Ahora bien, os cuento una experiencia que me ha ahorrado mucho dinero en esto: en AliExpress se vende una alternativa a los Shure SE215 por poco más de 20 €. Yo he tenido ambos al mismo tiempo y no veo la diferencia de sonido, materiales, aspecto... Lo único que realmente me parece peor (pero yo tengo las originales para compensarlo) son las almohadillas, que sí es posible que sean algo mejores las originales, aunque las que son de goma gris diría que son muy similares. Conozco a mucha gente que los compró por recomendación mía y prácticamente todo el mundo está encantado. Yo personalmente tengo varios (para prestarlos en momentos de necesidad o como backup).

Ahora, si queréis invertir más dinero, las opciones se disparan y hay miles de comparativas y de análisis en internet. Algunos necesitan unos Heir de 2000 € para estar a gusto con sus in ear. Es algo muy personal y depende de gustos y bolsillos.

Hans Zimmer con In Ear

Micrófonos

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Obviamente, para monitorizar vuestros ensayos y conciertos necesitaréis capturar el sonido y llevarlo a la mesa de mezclas. En directo, es posible que con los micrófonos del técnico de sonido os sirva, pero para los lugares en los que no se saque todo por PA y para los ensayos os hará falta algo de equipo. Separaré por instrumentos, pero solo hablaré de los clásicos del rock para resumir (permitidme ahorrarme los teclados, ya que en la mayoría de los casos se conectarían directamente a la DI).

Seguramente estos micrófonos ya los tengáis, pero por si acaso os hace falta alguno extra, acabáis de iniciaros en este mundillo o tenéis un micro muy chapucero y ya va siendo hora de cambiarlo, me permito recomendaros algunos. No voy a dar alternativas muy económicas, ya que considero que estos micrófonos los usaréis en directo y que merece la pena invertir un poco más en ellos.

  1. Shure SM58: ya da hasta vergüenza recomendar este micrófono. Es un clásico y seguramente el más utilizado en directo. A mí personalmente no me gusta demasiado, pero es indudablemente resultón y es para toda la vida. Siempre viene bien tener uno en la maleta. No llega a los 100 €.
  2. Shure Beta 58A: resumiendo mucho, es una versión algo más sofisticada del SM58 y, para mí gusto, la diferencia vale la pena. Eso sí, captará la batería, los amplificadores, al público… todo. A veces es un suplicio en escenarios pequeños. Ronda los 160 €.
  3. Audix OM7: no tan típico y muy de moda ahora mismo en ciertas esferas. No me gusta demasiado su sonido y reconozco que para mí, que lo uso para coros, es una tortura, pues recoge muy muy poco y hay que «comérselo», algo que con la guitarra encima y la pedalera delante se convierte en un problema. Ideal para escenarios difíciles y con muchos coristas, ya que uno de sus puntos fuertes es que apenas hay bleeding ni feedback. Es el micrófono más caro de esta lista, ya que se coloca en los 260 €.
  4. Sennheiser e 945: sonido natural, definido y claro. Un gran micrófono y que por su precio y su preciosa estética, no comprendo por qué no se utiliza más a nivel amateur. Suele costar unos 175 €.
Sennheiser e 945

Todos ellos tienen cápsulas para inalámbricos, además de la versión «de mano».

Obviamente, hay muchísimos más. De hecho, solo me he metido a hablar de micrófonos dinámicos. Por recomendar alguno de condensador, podría destacar el Neumann KMS 105, que si no recuerdo mal, se lo he visto en los ensayos nada menos que a David Bisbal. Nos estamos metiendo, eso sí, en más de 500 € de micrófono.

Guitarras eléctricas

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Si estáis usando equipos digitales (Kemper, Axe, Helix, POD…) o si vuestros amplificadores analógicos tienen una buena salida de línea, lo más económico y casi siempre lo más óptimo es llevarlo directo hasta el splitter o utilizar alguna salida que no se esté utilizando. En mi opinión, es la mejor de las opciones. Pero si no fuese así, hay dos posibilidades muy habituales:

  1. Microfonear vuestra pantalla: sin darle vueltas, diría que un Audix i5 o un Shure SM57. Bueno, bonito, barato… y estándar. Ambos cuestan unos 90-100 €. Algunos combos solo podrán beneficiarse de esta opción. Si queréis ser un poco más sofisticados, otro clásico (pero bastante más caro) es el Sennheiser MD421-II. Y si, por el contrario, queréis ir a lo más barato, una opción muy económica podría ser un Behringer SL 75C, que no llega a los 20 €. Yo me quedo con el Audix.
  2. Simulador de altavoz: no tengo muy probado este sistema, pero todos hemos oído maravillas del Two Notes Torpedo Captor (238 €) y escuchando demos y a bandas que sé que lo utilizan en directo y/o en estudio, doy fe de que puede sonar muy bien. Aunque es una opción mucho más cara que el micrófono, también tendrá muchas más opciones añadidas que pueden resultar interesantes. Para mí, el futuro del amplificador analógico en directo pasa por un cacharro de este tipo.

Bajo eléctrico

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La idea es muy similar a la guitarra eléctrica, aunque salvo en raras excepciones no veo el sentido a microfonear un amplificador de bajo solo para hacer monitores. Si el técnico de la sala lo pone, no hay por qué rechazarlo, pero con la línea del cabezal o del aparato que estéis utilizando os sobrará en la mayoría de los casos. Si os empeñáis en ponerle un micro a vuestro amplificador, sin darle demasiadas vueltas compraría un AKG D112 MKII (115 €), que es un estándar y con un precio muy contenido.

Batería

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Aquí las opciones se disparan por la variedad de instrumentos que puede tener una batería y por la cantidad y variedad de microfonía que se suele utilizar habitualmente. Como se trata de monitorizar y no de hacer el sonido en una sala, además de que en directo los técnicos pondrán la microfonía que consideren ellos, iré a las opciones más baratas que ofrezcan un mínimo de calidad para ensayos y bolos pequeños.

Debo añadir que yo personalmente casi nunca microfoneo los toms para hacer monitores, porque rara vez los 18 canales de la Behringer dan para ello, pero si podéis… adelante.

  1. Set de micrófonos: una de las opciones más baratas podría ser el set the t.bone DC 1500, que no llega a los 150 €. No es que brille por su calidad, pero siete micrófonos por ese precio... ¿qué se puede pedir? Otro set de the t.bone asequible es el DC 4000, de mayor calidad y que cuesta 275 €.
  2. Micrófonos individuales: si no vais a disponer de canales suficientes para microfonear también los toms, quizás os salga más rentable comprar los micrófonos sueltos, pudiendo o bien ahorrar dinero o bien invertir en mayor calidad.
    1. Bombo: AKG Perception Live P2 (75 €), the t.bone BD 500 (98 €) o AKG D112 MKII (115 €) pueden ser opciones económicas muy válidas. Si queréis tiraros a lo más económico, yo tengo un the t.bone BD 200 y sí, es una birria, pero para monitorizar sobra y cuesta 25 €.
    2. Caja: lo más estándar sería un Shure SM57 o un Audix i5, que ya los mencioné para pantallas de guitarra y no llegan a los 100 €. Yendo a lo más barato, podéis también elegir el Behringer SL 75C que también mencioné en dicho apartado. Un punto medio podría ser un AKG Perception Live P4, que cuesta 50 €.
    3. Overhead: una de las opciones más baratas (y de hecho la que hemos elegido en mi banda) es el Behringer C-2 Stereoset, que cuesta 40 € e incluye los dos micrófonos y varios accesorios. No son gran cosa y no querría sonorizar un concierto con ellos, pero para monitores valen. Si queréis algo de mayor calidad dentro de unos precios moderados, tenéis el the t.bone SC 140 Stereoset por 113 € o los Rode M5 MP por 169 €. Estos últimos los he visto en incontables conciertos.
  3. Yamaha EAD10 Drum Module: pongo directamente el modelo del aparato porque, no sé si existirán equivalentes de otras marcas y si los hay, no sé si merecen la pena, pero este me ha dejado loco recientemente. Suena increíble, aporta multitud de opciones y todo se hace con un módulo y un micrófono estéreo que integra un trigger en sí mismo para captar el bombo. Es una opción bastante más cara que las anteriores, ya que cuesta más de 500 €, pero tiene numerosas ventajas para la monitorización: capta y separa de forma virtual todos los instrumentos de la batería, se realiza la mezcla dentro del módulo y solo ocupará dos canales de la XR18, es mucho más práctico para el montaje y desmontaje, podéis llevarlo a directo para mantener vuestra mezcla intacta y no depender de los micrófonos del técnico, permite añadir efectos… y además tiene numerosas funciones para el propio baterista de cara al ensayo individual. Sin duda, para lo que nos ocupa, me parece la mejor de las opciones. Una pasada de cacharro. Os dejo vídeo porque no tiene desperdicio. ¡El futuro está aquí!

Racks destinados a directo hay muchísimos y desde luego que una opción es comprarlo de segunda mano para ahorrar o para comprar mejor calidad por menos dinero.

Mi experiencia es que, al margen de la gama que elijáis, lo mejor es que tenga rieles por ambos lados. ¿Los motivos? Pues unos cuantos:

  1. Por delante tendréis los inalámbricos y la mesa. Son los aparatos que requieren conexiones inalámbricas y lo ideal es que no estén tapados ni dándonos la espalda. Al menos con equipos económicos se nota muchísimo.
  2. Por detrás tendréis los splitter, la DI y todo lo que le haga falta al técnico tener a mano. Lo de la parte delantera el técnico no tiene por qué tocarlo, ya que lo llevaremos todo cableado.
  3. Por simple organización y por facilitar el manejo de los aparatos. Si hay 60 cables por delante de los inalámbricos y de la mesa, cuando falle algo será mucho más torpe toda la labor de encontrar al culpable.
  4. Por ahorrar espacio. Si el rack tiene rieles por detrás, tendréis el doble de espacio sin aumentar el tamaño del rack. Estos aparatos tienen muy poco fondo y quedará muchísimo espacio entre ellos de todas formas.

Las unidades rack que necesitéis dependerá del número de inalámbricos y de si necesitáis algunos aparatos extra de los que hablaremos más adelante. Yo voy a contar con que se usen cuatro inalámbricos (voz, dos guitarras y bajo) y que el resto de los músicos pueden ir con cable (con un amplificador de auriculares). Eso, sumado al resto de elementos que irán por la parte frontal (amplificador de auriculares y mesa de mezclas) suman 8, pero hay que dejar al menos un hueco libre para que pasen los cables desde el frontal de la mesa hasta el interior del rack, así que mínimo 10. En este caso, yo lo compraría de 12 U para que no haya que arrepentirse en el futuro. Siempre podréis utilizar huecos libres para otros usos (inalámbricos de micrófono o de guitarra, por ejemplo).

De 12 unidades el más barato con rieles en ambos lados es el Thomann Rack Case 12U (85 €). Personalmente, tras haberlo escogido a ciegas para uno de los equipos que he montado, no lo volvería a comprar para este propósito. Si se va a quedar siempre en un local de ensayo, perfecto; pero en gira creo que va a sufrir muchísimo y además se transporta fatal (y el rack y los aparatos no pesan, pero los cables pesan la de Dios). Aunque es bastante más caro, recomiendo es el Flyht Pro Rack 12U Double Door (158 €) o algo similar.

Cables

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Además de todo el cableado interno del rack, que por sí solo ya puede ser un dolor de cabeza importante, creo que es responsabilidad de la banda cablear desde los splitters hasta el patchbay de la sala, porque en cualquier concierto en el que intervenga otra banda, los cables del técnico ya estarán todos conectados y si pretendéis que lo recablee todo, muy probablemente os va a decir (y con razón) que os metáis vuestro sistema de monitoreo por donde os quepa y que utilicéis los monitores de la sala.

No siempre puedo saber cuántos cables os harán falta, pero trataré de aclarar para que se van a utilizar, para que podáis deducir el número que necesitáis:

  1. Cables de patch XLR: estarán destinados a conectar todas las entradas y salidas de la mezcladora con todos los demás aparatos. Por tanto, para poder explotar la mesa al máximo, se requerirán de tantos cables como conectores XLR tiene la propia mesa (24 cables). Además, debéis tener en cuenta otros usos, como por ejemplo si vais a tener que duplicar alguna mezcla con los splitters para llevarla a varias emisoras al mismo tiempo. Al ser cables muy cortos (sobre 1 metro sería lo adecuado), no hará falta invertir una fortuna en ellos. Mi opción A son los the sssnake XLR Patchcable 0,9 (16,60 €). Un pack de cables de colores que ayudarán a que sustituir un cable no sea un dolor de cabeza insoportable. Cada pack son 6 cables, por tanto tendréis que comprar al menos 4 packs para cubrir toda la mesa. No escatiméis o acabaréis necesitando otro pack de cables con el que no contabais al principio. Siempre pasa. Si compras 24, necesitarás 25; si compras 60, necesitarás 61.
  2. Cables de patch Jack: los necesitaréis si vais a utilizar las dos últimas entradas de la mesa o si necesitáis ahorrar canales de los splitters mediante la DI. Podéis seguir la misma estrategia que con los XLR, pero en este caso con uno o dos packs de 6 tendréis más que suficiente. Los the sssnake SK369M-09 Patchcable (8,70 €) son la cuenta.
  3. Manguera XLR: he aquí los cables de los que hablaba al comienzo de esta sección. Estos son los cables destinados a ser enviados al equipo de la sala. Obviamente, si el sistema de monitores solo va a ser para los ensayos, no son necesarios en absoluto. Una opción económica y con una longitud válida para la mayoría de los escenarios puede ser la the sssnake SXX8100 (33 €). Son de 8 cables cada una, así que os harán falta dos para cubrir ambos splitters.

Soportes de micrófono

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Por supuesto, si compráis un montón de micros, necesitaréis también forma de colocarlos. Y como tratamos de que siempre tengamos el mismo sonido para remezclar lo mínimo posible, lo ideal es que sean lo más fáciles de colocar siempre en el mismo lugar, por ello trataré además de recomendaros las opciones que mejor cumplan en este aspecto. No soy yo de gastar mucho dinero en accesorios, pero si compramos porquerías es muy posible que acabemos pagando varias veces por lo mismo. Esta vez me saltaré la voz porque es algo muy personal, hay muchas opciones y además no influye en absoluto en el tema que nos ocupa.

Guitarras eléctricas y bajo

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Solo os harán falta si optáis por microfonear vuestros amplificadores y la mejor forma de que siempre coloquemos el micrófono en el mismo punto y que además no moleste en el escenario, es sin duda un soporte que se pueda fijar al propio amplificador o pantalla. Opciones como el Z Right Stuff Z-Bar (38 €) son ideales, aunque considerablemente más caras que un soporte normal. Pero si queréis ahorrar, pues siempre tendréis opciones como el Millenium BD 100 (15,90 €) o una jirafa pequeña como la Millenium MS 2002 Mic Stand (15,90 €) o la Roadworx Mic Stand Tripod Boom Small (18,90 €). Tened en cuenta, eso sí, que el BD 100 solo servirá para microfonear el cono de más abajo.

Batería

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Si decidís microfonear de manera tradicional la batería, puede ser un lío importante si nos dedicamos a poner jirafas para todo, así que creo que lo óptimo es reducir a simples pinzas todo lo que sea posible. Algunos kits ya incluyen pinzas para algunos micrófonos, así que fijaros en esto antes de comprarlos, porque puede cambiar vuestra decisión.

  1. Bombo: me decantaría por el mismo Millenium BD 100 (15,90 €) que citaba en el anterior apartado, aunque tendréis que comprobar bien la altura del agujero de vuestro bombo para saber si el soporte alcanza. Si no, pues una de las jirafas pequeñas de los amplificadores está bien.
  2. Toms: si la mesa os da para monitorizar los toms sin duda optaría por las pinzas. Hay opciones muy económicas, como las the t.bone SRM 2 (3,90 €), las the t.bone SRM 1 (4,90 €) o las Audio-Technica AT 8665 (8,90 €) y también otras mucho más sofisticadas como las Beyerdynamic MKV 87 (39 €).
  3. Caja: escogería o bien alguna de las pequeñas jirafas citadas o una pinza como las de los toms. Eso sí, puestos a ahorrar mucho en las pinzas de los toms, quizás sí buscaría una pinza más robusta para la caja, dada su importancia en el monitoreo y que además, por norma general, sufre muchísimo más.
  4. Overheads: aunque podríais hacerlo con una sola barra, yo compraría dos como las Fun Generation Mic Stand, que a pesar de ser muy baratas (9,90 €) me han salido muy bien todas las que he ido comprando.
Beyerdynamic MKV 87

Opcionales

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Amplificador de auriculares

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Solo os hará falta si queréis que algún músico no utilice inalámbrico y vaya cableado. Si os hacen falta 4 o menos, compraría un Millenium HP4 (67 €). Admite hasta 4 mezclas independientes y el músico puede elegir la que más le convenga.

Ya sé que los hay muy económicos, pero vuelvo a lo de siempre: mejor todo metido en el rack.

Dependerá de los instrumentos que llevemos con nosotros. Pero si llevamos teclista o un reproductor, al menos una DI estéreo llevaría, porque la idea es que siempre vaya todo montado y no haya que cablear absolutamente nada dentro del rack. Al igual que en los splitters, para directos considero que podemos ajustar mucho el precio.

Para 4 canales (2 estéreo) yo recomendaría el the t.racks TDI4 (63 €). Si necesitáis alguno más (varios teclados, secuencias, etc.), una buena opción es la Behringer DI800 Pro V2 (111 €). Y si aún así se os queda corto, pues comprad varios.

En este apartado cabe destacar que cada canal DI que tengáis que utilizar, os ahorrará un canal de splitter, pues ya realizan esta función (el link out es en Jack, pero para el monitoreo sobra).

Regleta

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Una regleta en rack no es que sea necesaria, pero vendrá de perlas para llevarlo todo bien organizado y preconectado y su precio ni lo notaréis entre tanto gasto.

A mí me parece que una muy adecuada es la the t.racks Power 16 S (48 €). Si optáis por añadir un estabilizador de tensión (del que hablaré ahora), quizás podáis ahorraros algo de dinero comprando una más pequeña, como la the t.racks Power 8 S (19,90 €). En cualquier caso, pensad en el espacio que ocupan los transformadores, que siempre suelen ser problemáticos.

Estabilizador de tensión

[Índice]

¿Queréis proteger vuestro equipo? Pues os vendrá bien uno de estos.

Opciones económicas pero con excelentes críticas son el Adam Hall AHPCS10 (88 €), el Adam Hall PCL 10 (118 €) o el Furman M-10x E (118 €).

NOTA: Aunque os parezca que esto sustituye a la regleta, no es así. Los conectores IEC no os van a servir para los aparatos con adaptadores de corriente. Además, tendréis que sustituir el conector Schuko de la regleta por un IEC para poder conectarla al estabilizador.

Conclusión

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Montar un sistema de monitorización propio para ensayar y para llevarse a los conciertos puede no ser muy barato ni muy sencillo, pero una vez montado es increíblemente útil y apenas tendremos que hacer nada más. Nos escucharemos muchísimo mejor, nos permite movernos cómodamente por el escenario sin dejar de oírnos, cuida nuestros oídos (valiosa herramienta insustituible), evitamos en buena medida el feedback, ahorra mucho tiempo en las pruebas de sonido gracias al precableado del rack y al preseteo de la mesa y además dará igual estar en Wembley que en un antro inmundo, porque siempre nos escucharemos de una forma muy similar. Yo soy muy feliz desde que empezamos a utilizarlo en mi banda y en general todos los grupos que conozco que lo llevan sé que están igual de contentos.

Por supuesto, esto es solo el equipo en sí y, como delatan algunos hilos de este foro, luego también hay que aprender a manejarlo todo y requiere de un esfuerzo o al menos de tener a alguien a mano que ya sepa y que os haga el preseteo inicial para que solo tengáis que subir y bajar el volumen a vuestro gusto. Yo incluso pagaría a un técnico para que lo haga él en un ensayo de la banda, si no hay nadie que lo pueda hacer como favor. Merece la pena, porque así tendréis un sonido muy profesional. Y si lleváis a vuestro propio técnico a los conciertos, entonces ya es todo un lujo.

Espero que esta guía resulte útil para aclarar al máximo el equipo que necesitáis para hacer un buen sistema de monitoreo portátil para vuestra banda o incluso para daros cuenta de si os interesa o no cambiaros a este sistema, bien sea por motivos económicos o simplemente por no meterse en todo este berenjenal y luego arrepentirse con todo el dinero gastado.

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