Es lógico que tus padres estén deseando escucharte tocar canciones enteras y que les des conciertos en casa disfrutando de tus progresos (y de paso justificar así la pasta que les cuesten las clases que seguro que de buen gusto te están patrocinando), pero si ahora machacas acordes, arpegios, fraseos (
riffs), escalas y otros ejercicios por los que es necesario pasar, así como la práctica de técnicas como los ligados, glisandos, vibratos, rasgueos, etc., y que en realidad son lo que construye la ejecución de cualquier pieza, en no demasiado tiempo estarán encantados de comprobar tus aptitudes musicales.
Ponles algún ejemplo simple, como puede ser el de un deportista: ese nadador increíble tuvo que hacer muchas flexiones fuera de la piscina, aunque lo que más le gustara fuera nadar en ella; el futbolista que nunca falla un penalty durante los partidos tuvo que entrenar duramente tirando muchos seguidos hasta el aburrimiento, aunque estuviera deseando jugar en la pachanga con sus compañeros.
Como dijo el genial Miguelanchelo, siempre tendente a la exageración, quien quiera ser pintor ha de pasarse diez años para aprender a hacer una línea; los siguientes diez, aprendiendo donde ha de trazarla
Sigue siempre a tus profesores mientras notes que junto a ellos continúas tus progresos. Normalmente, ellos te aconsejarán cuando debas pasar a otro, pero también puedes tú probar varios.
Ánio y dale duro y con gusto, compañero, que normalmente los auditorios son agradecidos; y los de conocidos, siempre