Toda la vida se ha criticado a la política, de forma global y genérica en la música, desde Bob Dylan a Napalm death. Yo soy, aparte de músico (que ha sido mi primera profesión muchos años antes de por desgracia ser la segunda) abogado y gestor administrativo. Llevo desde que empecé oyendo comentarios hirientes sobre los abogados, que si el infierno está lleno de abogados, que si somos unos sacacuartos, en fin; basta que una sola persona tenga una mala experiencia con cualquier colectivo para generalizar automáticamente.
Pero el quid de la cuestión es que no ofende quien quiere sino quien puede, y a la par va que cada uno se da por aludido si realmente tiene porque aludirse.
Es sólo música, y la denuncia social va unida a la música desde sus orígenes (incluso en la música clásica). En sensu contrario, también disfruto mucho de Cannibal Corpse y no es que me apasione el suicidio o las violaciones caníbales.
La coherencia es algo de cada uno. No hay un baremo general para ello. Otra cosa sería que el tema ya fuera anticonstitucional, pero, demonios, un tema cañero de este estilo, ¿esperáis una poesía de Espronceda?